La temporada veraniega brinda muchas opciones de diversión al aire libre para toda la familia y en especial para los niños; sin embargo, es la época del año más peligrosa para la salud ocular.
Por eso es necesario adoptar medidas preventivas para proteger los ojos del Sol y del agua contaminada de las piscinas y playas para evitar casos conjuntivitis y alergias.
El mismo cuidado debe tenerse respecto al uso de juegos electrónicos, ya que estos exigen mucha atención visual e, incluso, puede desencadenar casos de ojo seco y miopía.
Uso de lentes
Especialistas de Oftalmosalud recordaron que durante el verano los rayos ultravioletas son más intensos y peligrosos, y por eso es necesario que tanto niños como adultos utilicen lentes con filtro de 400 UV, pues la radiación solar es una de las causas de las cataratas, queratitis, pterigion (carnosidad) y otras alteraciones a nivel de la retina.
“La protección de la vista de los niños con lentes UV debe empezar desde muy pequeños, pues en esta etapa sus pupilas están más dilatadas y, por lo tanto, el daño que produce la radiación puede ser mayor”, anotaron.
Subrayaron que al igual que la piel, los tejidos y las células de la vista tienen memoria y el daño en la vista es acumulativo.
Al momento de escoger lentes, añadieron, que es importante adquirirlos en sitios de garantía o hacerlos chequear en una óptica para que determinen el grado de protección con el que cuentan.
Para quienes disfruten acudir a piscinas o playas deberán emplear los lentes empleados para la práctica de natación, debido a que en ambos casos se pueden coger bacterias y parásitos que desencadenen conjuntivitis o alergias.
Dispositivos electrónicos
El uso prolongado de dispositivos electrónicos, celulares, tablets, videojuegos, entre otros, tanto en niños como en adultos, al requerir de mucha atención visual, impiden el parpadeo normal del ojo.
Esto reduce la lubricación natural de los ojos con el riesgo de provocar ojo seco, miopía y estrabismo a corta edad.
“La única forma que tienen los ojos de lubricarse es cuando los abrimos y cerramos, pues se produce una lágrima que se esparce. Si el ojo no se lubrica se reseca. Por eso el síndrome de ojo seco está apareciendo cada vez más precozmente”, advirtieron los especialistas.
Más en Andina:
(FIN) NDP/ART
Publicado: 27/1/2020