Los hospitales de la región española de Cataluña han puesto en marcha teléfonos y redes de atención para ayudar al personal sanitario con la fuerte carga emocional que implica la pandemia del COVID-19, evitando un posible estrés postraumático futuro.
Sin embargo, la saturación hospitalaria por el número creciente de pacientes dificultan que muchos de ellos tengan tiempo para utilizar estos mecanismos. De los infectados, más del 14 por ciento son personal sanitario, debido en parte a la falta de suficientes equipos de protección en los hospitales.
El objetivo la atención emocional es ayudar a "curar a los que curan", un colectivo que está "recibiendo una presión enorme", y se prevén hasta "intervenciones de urgencia", en persona o por teléfono, explicó el presidente de la Sociedad Catalana de Psiquiatría y Salud Mental, Narcís Cardoner.
Además, se trabajará con los sanitarios de forma preventiva durante sus tiempos de descanso, para que aprendan "a protegerse emocionalmente".
Entre las situaciones que causan más estrés, según los expertos, están la carga de trabajo, las difíciles decisiones que deben asumir en el triaje de pacientes, la inseguridad de tener que asumir roles a los que no están acostumbrados y el miedo de contagiar a sus seres queridos cuando vuelven a casa tras su enorme exposición al virus.
Quim Soler, psicólogo en el Hospital Sant Pau de Barcelona, explicó a Efe que es "importante" que los sanitarios adquieran buenas costumbres para sobrellevar la carga, como prepararse mentalmente antes de empezar su jornada, pasar tiempo en equipo en las pequeñas pausas y evitar hablar del trabajo, y también cuidar el cuerpo y la mente, como dieta adecuada y evita el alcohol.
Óscar Martínez, vocal de enfermería de la Sociedad Catalana de Medicina Crítica e Intensiva, apuntó que, aunque "es cierto que estamos obteniendo recursos psicológicos, no son apoyo suficiente" y destacó la red de apoyo existente entre compañeros sanitarios.
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