Con la llegada de las bajas temperaturas, es común que nuestro organismo sea más propenso a desarrollar gripes, resfríos y enfermedades respiratorias. Ante ello, el Seguro Social de Salud (EsSalud) recomienda una alimentación balanceada con un adecuado aporte de nutrientes y energía para disminuir el riesgo de enfermarnos de manera severa.
La licenciada Lisbeth Soria, nutricionista del hospital Jorge Voto Bernales, señala que es indispensable el consumo de líquidos y de fibra para fortalecer nuestro sistema inmunológico frente a las enfermedades propias del cambio de clima.
“El consumo de líquidos activa nuestro sistema linfático y por ello debemos consumir bebidas con insumos, horarios y cantidades correctas, para que lo limpien y fortalezcan nuestro sistema inmune. La fibra, por su parte, propicia la evacuación, con lo cual nos ayuda a eliminar los microbios y bacterias que suelen complicar nuestra capacidad de defensa”, apunta la especialista en nutrición.
Aliados naturales: Ajo, cebolla y kion
Gracias a su contenido de aceites esenciales, el ajo se convierte en un relajante de la musculatura lisa, además de tener propiedades expectorantes.
La cebolla, por su parte, debido a su compuesto de alina tiene un efecto antibiótico y antimicótico. Su cuota de quercetina, la convierte también en un potente compuesto antioxidante, que le da acción antialérgica para combatir las infecciones respiratorias y el asma. Ojo, la quercetina la encontramos en cebollas y ajos solo cuando están crudos.
En el caso del kion, este destaca por su capacidad para combatir la gripe debido a sus propiedades antivirales, siendo también excelente para reducir la tos, la congestión nasal y pulmonar, gracias a su capacidad expectorante.
Otros alimentos naturales que pueden ayudarnos a combatir o prevenir enfermedades son las frutas y verduras, las cuales nos proporcionan vitaminas, minerales y antioxidantes necesarios para proteger nuestra salud, e incluso, prevenir ciertos cánceres.
Asimismo, aportan fibra dietética que contribuye a mantener el control de glicemia, colesterol en sangre, y favorecer la digestión.
Los frutos secos, por su parte, son altamente energéticos, ya que nos aportan proteínas vegetales que contienen hidratos de carbono complejo, omega 6, vitamina E, B, calcio, hierro no hemínico, magnesio, fósforo y potasio.
Los alimentos ultra procesados como golosinas, embutidos y comida chatarra, son altos en calorías vacías, es decir, solo aportan grasas y azucares más no vitaminas, minerales ni fibra, generando problemas de salud como la obesidad, diabetes y dislipidemia.
Recomendaciones
La licenciada Soria recordó que los niños y ancianos son los más propensos a enfermarse con la llegada del cambio de clima. En ese sentido, recomendó atender a tiempo cualquier infección respiratoria con el especialista indicado para evitar cuadros más complejos como una neumonía, que pone en serio riesgo a los pacientes.
Recordó que, además de la buena alimentación, es imprescindible mantener otras medidas preventivas como lavarse las manos, taparse la boca al toser, ventilar los ambientes para evitar que los virus se propaguen y continúe la cadena de contagio.
El servicio de Nutrición del Hospital Voto Bernales asumió el reto de trabajar intensamente en tiempos de pandemia con un equipo de nutricionistas de primera línea. Este gran desafío significó un enorme esfuerzo del equipo de nutricionistas, ya que el impacto del virus en los pacientes dependía, en gran parte, de lo fortalecido que pudiera estar su sistema inmune.
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