Ucrania necesita de la comunidad internacional para poner fin a este enfrentamiento que está causando muchos daños y víctimas, sobre todo civiles, por el uso indiscriminado de armas que están prohibidas dentro del Derecho Internacional Humanitario.
Así lo manifestó Marina Navarro, directora ejecutiva de Amnistía Internacional del Perú en entrevista para el programa Andina al Día, en el que también señaló que estos crímenes de guerra no deben quedar impunes.
“Estamos preocupados por la situación de los civiles. A pocos días de haber empezado la guerra, ya tenemos verificado algunos ataques totalmente indiscriminados. Los primeros días hemos visto cómo se ha atacado con misiles balísticos y bombas de racimo que están prohibidas por su alta peligrosidad para la población civil”, refirió.
Estos misiles, mencionó la representante de Amnistía Internacional, tienen un amplio margen de error, que va hasta medio kilómetro o más de imprecisión, pudiendo bombardear a zonas no militares.
“Estas bombas han terminado impactando a un hospital en el que han fallecido cuatro personas y han herido a otras 10, entre ellos 6 sanitarios que estaban allí, atendiendo a los heridos y a personas enfermas”, informó.
Remarcó que el uso de estas bombas de racimo constituyen crímenes de guerra ya que violan el derecho internacional humanitario.
Rusia y la ONU
Asimismo, Navarro señaló que el lugar donde se tendría que sancionar estos crímenes de guerra es el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, donde Rusia tiene poder de veto y lo ha ejercido.
Por otro lado, también sostuvo que la otra consecuencia de esta desigual guerra entre Ucrania y Rusia ha sido el alto nivel de migración que, según lo informado por las Naciones Unidas, ya han cruzado la frontera más de un millón de refugiados.
“No podemos olvidar a la población que está saliendo: ver por ejemplo todos los reportes de ACNUR. Estamos hablando de cientos de miles de personas que diariamente están abandonando el país”, enfatizó.
Entre las personas que están abandonando Ucrania, se encuentran los más de 500,000 extranjeros que viven en dicho país, y que también quieren huir de la guerra “y que tienen todo el derecho de ser considerados como personas refugiadas porque sus vidas corren peligro”, resaltó.
“Esperamos que venga la ayuda humanitaria, ya que se necesita mucha de esta ayuda en esta zona. No hay ningún espacio en Ucrania que se considere seguro, por lo que están abandonando el país”, dijo.