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Camino Inca: conoce cuánto mide, cuántas regiones recorre y su importancia vigente

Sistema vial andino o Qhapaq Ñan es uno de los mayores legados de los incas y de las culturas andinas anteriores

ANDINA/Difusión

17:00 | Lima, may. 19.

El Qhapaq Ñan o Gran Camino Inca constituye el camino principal de una extensa red de comunicación terrestre que se había organizado a lo largo de muchos siglos de civilización andina y que los incas habían articulado, como parte de un proyecto político integrador y expansionista de magnitud continental llamado Tahuantinsuyo, que alcanzó su máxima expresión en el siglo XV.

Este sistema vial se estructura sobre la base de caminos longitudinales y transversales, dispuestos estratégicamente teniendo como eje vertebrador a la Cordillera de los Andes y en toda su extensión alcanzó los actuales territorios de Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia, Chile y Argentina.


Por sus trazos transitaron personas y viajaron con ellos conocimientos, ideas y costumbres, así como productos vinculando e integrando diversos pisos ecológicos característicos de la región andina.



Longitud del Gran Camino Inca


La red de rutas que conforman el Gran Camino Inca o Qhapaq Ñan comprende más de 23,000 kilómetros de largo y conectaba varios centros de producción, administrativos y ceremoniales construidos en más de 2,000 años de cultura andina preínca.


El eje principal del camino, también conocido como el Camino Real en la calzada que corre a lo largo de las cumbres andinas y es el más visible entre las ciudades de Quito (Ecuador) y Mendoza (Argentina). Se suman a esta columna vertebral sobre las cimas más altas de la cordillera, otras rutas que corren de norte a sur a lo largo de la costa del Pacífico. 


El imperio inca organizó su red vial en una escala continental y sus caminos son una expresión invaluable del espíritu de organización y planificación de la mano de obra disponible, constituyendo un instrumento clave en la unificación del Tahuantinsuyo, física y organizacionalmente. Esta ruta es la demostración de un valor universal a gran escala.



El Camino Inca en Perú


En Perú, la mayor red de rutas del Qhapaq Ñan se ubica en la región Cusco, pero también hay rutas que pasan junto al Lago Titicaca en Puno o el tramo entre Vilcashuamán y Pisco. Cerca de Lima se puede apreciar parte de este camino, desde la sierra central hasta el sitio arqueológico de Pachacámac.



Tramos destacados


El tramo Tambobamba - Quebrada de la Vaca atraviesa las regiones de Apurímac, Ayacucho y Arequipa. Tuvo mucho valor para los incas porque mediante este eje vertical, cuya riqueza geográfica es muy amplia, complementaban su alimentación. Esta ruta incluye pisos ecológicos que van desde la puna, atraviesan valles interandinos y llegan hasta la costa o chala.


A lo largo del tramo Tambobamba-Quebrada de la Vaca se encuentra el sitio inca de Incahuasi de Parinacochas, que fue construido siguiendo fielmente el estilo inca cusqueño y que también fue utilizado por los españoles. Estos sitios reflejan un grandioso pasado prehispánico - colonial y valiosas tradiciones locales que continúan hasta el día de hoy.

Otro tramo importante es La Raya-Desaguadero, que se extiende desde el límite con Cusco hasta la frontera con Bolivia, y vinculaba dos lugares muy importantes del Tahuantinsuyo: Cusco, la antigua capital inca, y las Islas del Sol y la Luna en el lago Titicaca, lugar que en la mitología andina dio origen a la civilización inca.  


A lo largo del tramo La Raya-Desaguadero se encuentran áreas declaradas de máxima protección por la Unesco por su valor paisajístico y cultural expresado a través de sus fiestas tradicionales ancestrales, danzas típicas, textilería y cerámica.

El tramo Vilcashuamán-Sangalla es una de las más importantes rutas del Camino Inca, conjuntamente con las poblaciones y comunidades asentadas a lo largo de sus 330 kilómetros de extensión. 

También destaca el tramo Vilcashuamán-Sangalla, que desde Ayacucho la ruta comienza a unos 3,800 metros sobre el nivel del mar en el poblado histórico de Vilcashuamán, ciudad caracterizada por la coexistencia de edificios que van desde el Tahuantinsuyo hasta la actualidad. 


Siguiendo uno de los tramos del Qhapaq Ñan llegamos a la hacienda real de Pomacocha, posiblemente construida para la estadía de la élite inca. Pasando por la fría puna huancavelicana, nos encontramos con Incahuasi y el poblado histórico de Huaytará, asentamientos incas ubicados en zonas estratégicas para el control del valle alto del río Pisco. Descendemos hasta los 800 metros de altitud para apreciar la monumentalidad de Tambo Colorado, en la región Ica, un centro político-administrativo importante para la convivencia de la élite inca y los grupos locales. Finalmente, seguimos el camino costero y llegamos a La Centinela, ubicado en la provincia de Chincha, un gran centro urbano de aproximadamente 55 hectáreas, cuyo patrón arquitectónico habla de las negociaciones y acuerdos entre los Chincha y los Incas en su control por estos territorios que incluía la salida al mar.

Asimismo, resalta el tramo Huánuco Pampa-Huamachuco, que forma parte de la ruta principal de la sierra del Perú. El trazo inicia en Huánuco Pampa, uno de los principales centros administrativos inca del Chinchaysuyo. Luego recorre por territorios de las actuales regiones  de Huánuco, Áncash y La Libertad, culminando en la ciudad de Huamachuco pasando por altitudes que van desde los 2,300 hasta los 4,500 metros sobre el nivel del mar. 


En su trayecto recorre un total de 334.20 kilómetros donde se han registrado hasta el momento 104 sitios arqueológicos, 67 de los cuales son de época inca.  Estos sitios, entre los que destacan centros administrativos, tambos, chasquiwasis, apachetas, ushnus, colcas, puestos de control y sistemas de andenerías, cumplieron diferentes funciones administrativas, religiosas, de producción y de almacenamiento.

Igualmente, sobresale el tramo Jauja-Pachacámac, ubicado entre los departamentos de Junín y Lima, atravesando la vertiente occidental de la Cordillera de los Andes y recorriendo una extensión de 223 kilómetros. Empieza en lo que fue uno de los principales centros administrativos inca de Hatun Jauja en la sierra central, ascendiendo hasta los 4,800 metros sobre el nivel del mar cercano al nevado Pariacaca, y finaliza en el santuario costero de Pachacamac hacia los 50 metros de altitud, siendo uno de sus principales usos la movilización de la población hacia estos santuarios considerados como dos de los más importantes del Chinchaysuyo. Por ello eran motivo de peregrinación y definían los extremos de un vasto espacio sacralizado que era articulado por el Camino Inca que recorre las cuencas de los ríos Lurín, Mala, Cañete y Mantaro.


En su recorrido se pueden apreciar diversos paisajes y un constante cambio en la geografía y medioambiente ya que atraviesa numerosos pisos ecológicos. Fue implementado con instalaciones como tambos y colcas que facilitaron el acondicionamiento de un sistema de chasquis o mensajeros reales incas.




Camino Inca a Machu Picchu


Este fabuloso trayecto, considerado uno de los mejores del mundo para el excursionismo, senderismo, caminata a campo traviesa o trekking, comprende 43 kilómetros por una bien definida ruta que conduce a la ciudadela inca de Machu Picchu, el ícono turístico del Perú, Patrimonio de la Humanidad y una de las siete nuevas maravillas del orbe.


Los turistas que recorren el Camino Inca a Machu Picchu tienen la oportunidad de apreciar la fascinante belleza paisajística de los Andes y la ceja de selva, así como una serie de impresionantes sitios arqueológicos heredados por la civilización que dominó gran parte del territorio de Sudamérica hasta la conquista española.


¿Cómo es el recorrido?


El Camino Inca a Machu Picchu está dividido en tramos que se recorren durante cuatro días y son los siguientes: 

Día 1: Cusco-Huayllabamba (13 kilómetros)

El Camino Inca a Machu Picchu comienza en el kilómetro 82 de la vía férrea que conduce a Machu Picchu (a la que se llega en 2 horas y 30 minutos en bus desde la ciudad de Cusco). Luego comenzará el ascenso hacia el valle de Cusichaca. El viajero recorrerá los sitios arqueológicos de Llactapata, situado a 2,840 metros sobre el nivel del mar, hasta alcanzar el pueblo de Huayllabamba, ubicado a 3,057 metros de altitud.


Día 2: Huayllabamba-Pacaymayo (11 kilómetros)

El segundo día es considerado el más difícil debido a la exigencia física. El turista ascenderá hacia el Warmiwañuska o “Paso de la mujer muerta’. Este es el punto más alto del recorrido (4,215 m.s.n.m.). Desde este punto es posible divisar el recinto arqueológico de Runkurakay (3,760 m.s.n.m.).


Día 3: Pacaymayo-Wiñay Huayna (16 kilómetros)

El tercer día empieza el descenso hasta el valle del río Pacaymayo. El tramo baja por una pendiente escalonada de casi 1,600 metros hasta el recinto de Sayacmarca (3,625 m.s.n.m.) que ofrece un paisaje extraordinario.


Día 4: Wiñay Huayna-Machu Picchu (3 kilómetros)

El último día del trayecto ofrece algunas de las mejores muestras de la arquitectura inca: Puyupatamarka y Wiñay Huayna. A continuación, se arriba al Inti Punku o Puerta del sol, lugar que ofrece también un panorama formidable de los Andes y el inicio de la ceja de selva. 


Desde allí se camina por otros 30 minutos hasta llegar a la montaña en cuya cumbre está la cautivante ciudadela inca de Machu Picchu.


(FIN) LZD/MAO


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Publicado: 19/5/2024
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