Lima, jun. 19 (ANDINA).- Urge realizar un nuevo empadronamiento de los productores legales de la hoja de coca, porque el padrón que rige las compras de coca legal data de 1978 y es “obsoleto”, afirmó el presidente de la Empresa Nacional de la Coca (Enaco), Héctor Ramos.
Lima, jun. 19 (ANDINA).- Urge realizar un nuevo empadronamiento de los productores legales de la hoja de coca, porque el padrón que rige las compras de coca legal data de 1978 y es “obsoleto”, afirmó el presidente de la Empresa Nacional de la Coca (Enaco), Héctor Ramos.
El trabajo de campo, actividad clave para actualizar el padrón, demanda una inversión de unos 500 mil dólares, monto que ha sido solicitado a entidades como Devida y la Presidencia del Consejo de Ministros, refirió el funcionario.
Ramos dijo que muchos de los empadronados en aquella época han fallecido o han vendido sus terrenos o, simplemente, ya no los cultivan.
Aunque eso no ha sido un impedimento para que Enaco les siga comprando, urge actualizar el registro porque constituye la identificación de quién es quién en los valles cocaleros que venden a Enaco, comentó en diálogo con la agencia Andina.
De acuerdo con la ley, la empresa Enaco tiene la responsabilidad de elaborar y actualizar el padrón, pero no cuenta con el financiamiento necesario para hacerlo.
“No estamos cruzados de brazos esperando el financiamiento. Con Fonafe estamos avanzando el trabajo de gabinete, que consiste en ordenar y analizar la información estadística que tiene la empresa y los datos sobre mercados y posibilidades de ventas, entre otras labores”, dijo.
Tener un padrón actualizado permitirá tener cifras claras sobre los productores y su situación legal, la cantidad de coca que producen y su ubicación, precisó.
Ramos consideró que, además de actualizar del padrón, se requiere un estudio socio-cultural sobre los “cachadores” (campesinos que consumen coca machacada con cal), puesto que a su criterio, el número se va reduciendo cada vez más y no se justificaría el incremento de la compra de coca por parte del Estado.
Aunque las estadísticas del INEI dan cuenta de la existencia de 9 mil “chacchadores”, en la realidad, la población está dejando de “chacchar” por influencia religiosa, porque la modernidad está dejando atrás las tradiciones y por el avance de tecnología.
Algunas sectas religiosas prohíben “chacchar” a sus seguidores, además no se “chaccha” en los entierros y los velorios, y muchos jóvenes cuyos padres chacchan, ahora mastican chicle, manifestó.
(FIN) PEA/MAM
Publicado: 19/6/2005