El canciller Néstor Popolizio destacó la importancia del Consejo Presidencial de la Comunidad Andina a realizarse este domingo en Lima, y hace un balance positivo del trabajo de este bloque que se apresta a cumplir 50 años de creación, el cual está orientado a generar programas que generen beneficios concretos a los ciudadanos de los países miembros
El próximo 26 de mayo se realizará en Lima el XIX Consejo Presidencial Andino, ¿cuál es la importancia de este encuentro y qué objetivos persigue?
Efectivamente, luego de 8 años los Presidentes de Bolivia, Colombia, Ecuador y el Perú se reunirán en Lima con dos objetivos fundamentales: celebrar los 50 años de existencia del Acuerdo de Cartagena y la Comunidad Andina y acordar las directrices y lineamientos que serán priorizados en los años venideros por este mecanismo de integración subregional creado el 26 de mayo de 1969, con el objetivo principal de promover el desarrollo equilibrado y armónico de los países miembros, acelerar el crecimiento de las economías participantes y generar mayores niveles de empleo.
Este encuentro será propicio para revisar los logros obtenidos en estos 50 años de existencia, que han permitido, muchas veces de manera silenciosa y desapercibida, mejorar los niveles de satisfacción de nuestras poblaciones y fortalecer las relaciones de cooperación y hermandad entre nuestros países.
Asimismo, este Consejo Presidencial constituirá una excelente ocasión para realizar una evaluación de lo avanzado hasta la fecha y, lo que es más importante aún, definir el derrotero a seguir por la CAN en los próximos años, en concordancia con las nuevas realidades del sistema internacional en general y de los desafíos y oportunidades que se presentan en un nuevo contexto regional.
Esperamos, que los presidentes le otorguen un nuevo impulso a este mecanismo, en esta oportunidad desde una perspectiva más centrada en el ciudadano y sus necesidades diarias.
¿Cuáles considera usted son los mayores logros alcanzados en estos 50 años de existencia de la Comunidad Andina?
Haber consolidado un mercado de 110 millones de habitantes, con un ingreso per cápita de 6.100 dólares americanos, ingreso que se ha multiplicado 17 veces desde 1969.
Contamos desde 1993 con una zona de libre comercio que registró en el 2018, US$ 8,902 millones de dólares americanos de exportaciones intracomunitarias, que permite que el 100% de los productos de origen andino circulen sin pagar aranceles al interior de la Comunidad Andina.
En este punto quisiera resaltar que este intercambio comercial intrarregional está compuesto mayoritariamente por productos manufacturados, que son los que generan más empleo y que la Comunidad constituye también el mercado más importante para nuestras manufacturas de media y alta tecnología. De igual forma, es importante relievar que un 60% del empleo en la Comunidad Andina es generado por las pequeñas y medianas empresas.
En el campo social destacan la eliminación de visas entre nuestros países, y la facultad de viajar únicamente con el documento de identidad, sin necesidad de pasaporte; la implementación económica de la Tarjeta Andina de Migraciones; la plena vigencia de un régimen de propiedad intelectual y la implementación de sistemas andinos de Sanidad Agropecuaria y Sanidad Humana, que protegen la salud de los consumidores andinos; entre otros.
Finalmente, quiero resaltar también entre los objetivos y metas alcanzadas la supranacionalidad del ordenamiento jurídico, la política de cielos abiertos y la periódica implementación de programas conjuntos de desarrollo en zonas fronterizas.
¿Cuáles constituyen los temas principales en los que viene trabajando actualmente la Comunidad Andina?
La Comunidad Andina ha sido testigo privilegiada de los profundos cambios estructurales que se han producido en la región, cambios que han impactado en el tejido económico y social de nuestros países, cambios que le permitieron adaptarse a las nuevas realidades del sistema internacional.
Así, por ejemplo, a partir del 2013 se impulsa el proceso de reingeniería que tuvo como principal objetivo la construcción de una Comunidad Andina más ágil y flexible, orientada principalmente a dar un nuevo impulso a los aspectos económicos y comerciales del proceso.
Hoy, a la luz de la renovada importancia que se otorgan a los aspectos sociales y de desarrollo humano contempladas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, y a la agenda 2030 de Naciones Unidas y, retornando a los ideales que inspiraron su fundación y creación, la Comunidad Andina está abocada, sin perjuicio de continuar fortaleciendo las medidas orientadas a fortalecer el campo económico-comercial, en trabajar en aquellas iniciativas y programas que prioricen el aspecto social y humano del proceso de Integración, es decir, aquellas que están principalmente orientadas a la obtención de beneficios concretos y palpables para nuestros ciudadanos andinos.
En este sentido, en estrecha coordinación con nuestros socios andinos y, con el permanente apoyo de la Secretaría General de la Comunidad Andina, la Presidencia Pro-Témpore ejercida por el Perú, impulsó la reactivación de aquellos comités cuyos trabajos se orientan en la profundización de la integración y la cooperación en beneficio de nuestros pueblos.
En este orden de ideas se ha venido trabajando en temas como el transporte de mercancías por carretera, la inclusión de minorías étnicas como los afrodescendientes; en iniciativas en materia de lucha contra la minería ilegal y los efectos colaterales negativos que ésta genera, en la interconexión en materia de comunicaciones y energía eléctrica, así como en la elaboración de un estatuto migratorio que permita avanzar hacia una verdadera e integral libre circulación de nuestros ciudadanos en la subregión.
¿Cuáles son las perspectivas de la Comunidad Andina para los próximos años?
Uno de los objetivos principales del encuentro Presidencial del próximo 26 de mayo, será aprobar las directrices que ejecutarán los organismos y comités del Sistema Andino de Integración.
Entre otras, algunas de las directivas más importantes apuntan a lograr una mejor inserción de nuestros productos en las cadenas globales de valor; a avanzar en la normativa orientada a la homologación y reconocimiento de actividades y proveedores de servicios turísticos; a la elaboración una agenda de desarrollo e inclusión social; y a la implementación de un estatuto de movilidad humana integral que incluya contratación laboral, libre ejercicio de actividades económicas, homologación de títulos y libre transferencia de pensiones.
Del mismo modo, apuntamos a tener una normativa para la puesta en marcha de plataformas digitales de intercambio real en materia migratoria, así como la adopción de una agenda y cronograma para la elaboración de políticas convergentes en materia de educación, cultura, ciencia, tecnología y turismo.
Estas directrices que aprobarán los presidentes andinos, apuntan a tener una Comunidad Andina más integrada y cohesionada, tanto en el aspecto económico-comercial, como en el campo social y humano, generando beneficios concretos al ciudadano.
Los jefes de Estado visualizan una comunidad interconectada en sus redes energéticas y de comunicación; con libre movilidad para sus ciudadanos que no solo les permita viajar, estudiar y trabajar en cualquiera de los países miembros, sino también acceder a los servicios de salud y seguridad social.
Estoy seguro de que en esta Cumbre se sentarán las bases de una Comunidad más integrada y enfocada siempre a lograr el beneficio de sus pueblos. Este es un ambicioso objetivo que se iniciará el mismo 26 de mayo, cuando Bolivia reciba del Perú la Presidencia Pro-Témpore de la Comunidad Andina, y que demandará del esfuerzo y compromiso de todos sus miembros.
(FIN) NDP/CCR
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Publicado: 22/5/2019