La Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu) denegó la solicitud de licenciamiento a la Universidad José Carlos Mariátegui (UJCM). La decisión tomada por el Consejo Directivo (CD) de la Superintendencia responde al incumplimiento, por parte de dicha casa de estudios, de las Condiciones Básicas de Calidad (CBC) exigidas por la Ley Universitaria.
Tras la denegatoria, la casa de estudios queda impedida de recibir nuevos ingresantes, sin importar la modalidad de captación. La UJCM deberá cesar sus actividades en un plazo máximo de dos años, que empieza a contabilizarse a partir del próximo semestre académico.
La casa de estudios de naturaleza asociativa fue creada el 23 de diciembre de 1989 como Universidad Privada de Moquegua mediante Ley N° 25153. Posteriormente, cambió su nombre al de Universidad José Carlos Mariátegui. En la actualidad, mantiene una población de 8,392 estudiantes.
Durante el proceso de licenciamiento, la universidad solicitó el desistimiento de 147 programas académicos, representando un 87.5% de la oferta presentada al inicio del procedimiento; además de 10 locales ubicados en las provincias de Andahuaylas, Puno, Cusco, Tacna, Lima, Arequipa y San Román. Estos desistimientos alcanzan a una población de 1988 estudiantes.
Es importante recordar que la UJCM, previamente, había sido sancionada por la Sunedu debido a la prestación de servicios educativos universitarios en seis locales que no contaban con autorización o licencia respectiva, ubicados en las provincias de Arequipa, Lima, Puno, Cusco y Andahuaylas.
Plan de Adecuación
Como parte del procedimiento de licenciamiento y ante la presencia de observaciones en su informe documentario, la Sunedu solicitó a la UJCM la presentación de un Plan de Adecuación (PDA); sin embargo, las actividades planteadas por la universidad no presentaban un nivel de detalle que permita garantizar el levantamiento de las observaciones.
Así, por ejemplo, para la implementación de dos talleres en el local ubicado en el Sector Quebrada del Cementerio, no precisaban el detalle del equipamiento a adquirir en cada uno de ellos.
Adicionalmente, se evidenció que no se habían formulado todas las actividades necesarias para alcanzar y garantizar las CBC en dicho local. Muestra de ello, la universidad no planificó actividades de mantenimiento para incorporar a sus planes, ni tampoco presupuesto para la contratación de un responsable de mantenimiento de la infraestructura, equipamiento y mobiliario asignado a este local.
Asimismo, tampoco demostró la ejecución total del presupuesto para el cumplimiento de los indicadores contemplados en el PDA, pese a contar con los recursos financieros.
Deficiencias que motivaron la denegatoria
Según la Sunedu, la universidad no evidenció una planificación en gestión de calidad que permita el logro de objetivos en materia de mejora continua. Además, el área de calidad no cuenta con los recursos humanos requeridos para cumplir sus funciones de acuerdo a lo establecido en su propia normativa.
La casa de estudios no garantizó que el local ubicado en Sector Quebrada del Cementerio se encuentre debidamente adecuado para el fin educativo, puesto que durante la Diligencia de Actuación Probatoria (DAP) realizada por la Sunedu en el 2020 se identificó la existencia de trabajos inconclusos y observaciones en la adecuación de su infraestructura.
El local antes mencionado tampoco cuenta con las autorizaciones respectivas para el desarrollo de la actividad educativa y no cuenta con la disponibilidad del servicio de telefonía e internet, pese a que la universidad presentó su respectivo informe de cumplimiento.
Asimismo, la Sunedu constató que las actividades de formulación, ejecución y monitoreo realizadas por la universidad para su mantenimiento no da garantías para la preservación y cuidado integral de la infraestructura, equipamiento y mobiliario.
La casa de estudios no evidenció el cumplimiento de procedimientos vinculados a la gestión de proyectos, ni demostró velar por cumplimiento de sus disposiciones y principios éticos referidos a la evaluación, aprobación y supervisión de sus proyectos de investigación.
No se demostró la capacidad de los docentes declarados como vinculados a la investigación para gestionar sus proyectos según su propia planificación: así de un total de 24 proyectos aprobados y planificados durante el periodo 2016-2018, solo 6 proyectos fueron culminados.
La casa de estudios presentó una baja ejecución presupuestal durante dos años consecutivos, principalmente para el desarrollo de proyectos de investigación (21.88% en el 2018 y 6.74% en el 2019), lo que no garantiza la sostenibilidad y continuidad de la actividad investigadora en la universidad.
La universidad no pudo demostrar que todos sus docentes cuenten con el grado requerido para la enseñanza, pues declaró docentes bachilleres que no acreditaron estar en plazo de adecuación.
La UJCM no garantiza que la gestión de sus docentes contratados y ordinarios se realice a partir de sus propios procedimientos normados. Así, durante su evaluación no se pudo corroborar que el 54% de sus docentes contratados haya sido evaluado como parte del proceso de selección del semestre 2019-II, consistentemente con la normativa.
La universidad no garantiza la seguridad de todos los locales de su sede, poniendo en riesgo la integridad física de los estudiantes, así como los bienes de la comunidad universitaria.
La Bolsa de Trabajo de la universidad presenta un número de ofertas laborales que no es acorde con la cantidad de estudiantes y egresados, ni acorde con su oferta académica.
La universidad no evidenció que los convenios suscritos beneficien a estudiantes y egresados de todas las carreras para desarrollar su empleabilidad e inserción laboral. Es decir, la universidad no garantiza contar con mecanismos efectivos para la promoción de la empleabilidad de estudiantes y egresados.
La información que presenta la UJCM en el Portal de Transparencia Institucional no es consistente con la información remitida durante y posterior a la DAP 2020 y no se encuentra actualizada al último periodo académico.
El análisis financiero de la universidad concluye que no existe evidencia que demuestre la sostenibilidad financiera y una ruta de mejora continua, lo que podría afectar la disponibilidad de los recursos necesarios para el cumplimiento y sostenibilidad de las Condiciones Básicas de Calidad como lo exige la Ley Universitaria.
(FIN) NDP/LZD