Por: Víctor Lozano AlfaroLas bodegas de barrio, aquellos pequeños establecimientos ubicados en las esquinas o a la mitad de una cuadra, se han convertido en silenciosos protagonistas de un país que afronta la peor crisis sanitaria de su historia.
Algunas son pequeñas, otras de menor extensión, también hay medianas, pero lo que todas tiene en común es esa vocación de servicio a la comunidad, a los vecinos, inclusive apoyan a quienes no cuentan con el dinero suficiente para concretar sus compras: “No importa, casero [a], luego me paga”.
A diferencia de los grandes supermercados, donde la atención es casi automática, con amplios stocks y personal listo para llenar las góndolas sin emitir palabra alguna, la calidez de las bodegas las pone, en ese sentido, un paso más allá.
“Las bodegas jamás podremos competir con los supermercados. No hay forma de hacerlo. Mientras estos establecimientos ofrecen grandes cantidades de productos para períodos medianos y largos, las bodegas nos enfocamos principalmente en el día a día, en ese producto que se consumirá en ese momento. Además, el trato personalizado es nuestra principal característica”, afirmó el presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú, Andrés Choy, al Diario Oficial El Peruano.
La pandemia del covid-19 no solo golpeó la salud de muchos peruanos, sino que además afectó seriamente el desempeño económico del país. En este contexto, las bodegas han sido el soporte para muchos peruanos que viven de lo que obtienen o ganan en el día.
“Muchas personas no pueden comprar alimentos o víveres en grandes cantidades; solo compran lo necesario para el día y luego tienen que ver cómo obtienen más ingresos para comprar más productos al día siguiente. Allí radica la participación de las bodegas durante la pandemia”, refirió.
Contagio bodeguero
No obstante, estos pequeños negocios no han sido ajenos a los efectos del covid-19. Según Choy, si bien nunca dejaron de atender al público, el temor a contraer la enfermedad, así como la pérdida de empleo de muchas personas, ocasionó que muchos clientes dejaran de comprar.
“Es una situación atípica, pero nos afectó a todos. Debido a la pandemia, el número de personas que acude a una bodega se redujo en aproximadamente 30%”, precisó el empresario.
A ello se suma el significativo incremento de bodegas que se ha observado en los últimos meses. “Mucha gente que perdió su empleo optó por implementar una pequeña bodega en algún ambiente de su casa, principalmente el garaje; mientras que algunos establecimientos tuvieron que cambiar el giro de su negocio y convertirse en minimarkets o bodegas, como es el caso de algunos restaurantes”, aseveró.
Perspectivas 2021
El presidente de la Asociación de Bodegueros del Perú sostuvo que en el Perú hay alrededor de 535,000 bodegas, de las cuales aproximadamente 150,000 se encuentran en Lima. “La mayoría son administradas por mujeres que tienen esta actividad como única fuente de ingresos para sus familias”, apuntó.
Manifestó que en el último trimestre del año pasado se pudo observar una recuperación de las ventas del sector. No obstante, con la llegada de la segunda ola de contagios y las recientes medidas anunciadas por el Gobierno para evitar la propagación de nuevo coronavirus, las perspectivas se muestran algo inciertas.
Choy exhortó al Ministerio de la Producción (Produce) implementar la ley del bodeguero, aprobada en el 2018. “Esta ley es necesaria para las pequeñas bodegas que operan como negocio de subsistencia dentro de una familia”, recalcó.
Sostuvo que no es posible determinar un monto exacto de ventas, dado la amplia diversidad bodeguera que hay en el país. “Sin embargo, confiamos en que esta situación se revierta. La llegada de la vacuna genera optimismo para una recuperación óptima del sector”, puntualizó.
Digitalización
De acuerdo con un estudio elaborado por Ipsos Perú, el 73% de las bodegas del país se conecta a internet; mientras que el 37% efectúa trámites bancarios por aplicaciones o internet. Asimismo, el 47% se encuentra bancarizado y el 14% utiliza herramientas digitales diversas.
No obstante que el delivery o servicio a domicilio ha registrado un crecimiento exponencial en algunos sectores productivos y de servicios, en el caso de las bodegas aún requiere de mayor desarrollo, pues según el estudio de Ipsos solo el 17% de las bodegas peruanas ofrece este servicio.
Otro punto del informe es que el 42% de los bodegueros consultados aseguró que es más visitado por sus proveedores respecto al período anterior a la cuarentena del año pasado.
Datos
- Se calcula que en Lima Metropolitana hay tres millones de hogares, de los cuales el 4% pertenece al nivel socio económico (NSE) A; el 22% corresponde al B; el 43% al C; el 25% al D y el 6% al E.
- Las familias que pertenecen al NSE A registran un promedio de ingresos mensuales de 13,000 soles. Concentran sus gastos en alimentos y bebidas, alquiler de vivienda, combustible, electricidad y conservación de la vivienda.
- Las que pertenecen al NSE B llegan a registrar un promedio de ingresos mensuales de 7,230 soles. Los gastos de este grupo de consumo se concentran en alimentos y bebidas, alquiler de vivienda, combustible, electricidad y conservación de la vivienda.
- Las que pertenecen al NSE C reportan un promedio de ingresos mensuales de 4,160 soles. Los productos de alimentos y bebidas concentran sus mayores gastos.
- Las familias del NSE D registran un promedio de ingresos mensuales de 2,760 soles. En este caso, los alimentos y bebidas también constituyen sus mayores gastos domésticos.
- Las familias que pertenecen al NSE e reportan un promedio de ingresos mensuales de 1,977 soles. Este grupo también tiene en los alimentos y bebidas sus mayores gastos.
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(FIN) DOP/WRR/SDD
Publicado: 2/2/2021