Así lo reveló un estudio de radiología que fue presentado en el Congreso de la Sociedad Norteamericana de Radiología, donde Auna presentó, en colaboración con la Fundación Wiese, los avances en el análisis radiológico de la Señora de Cao, como se conoce también al importante personaje de la cultura moche.
"Gracias a radiografías periódicas y a la donación de equipos de tecnología médica, se ha logrado obtener información vital histórica de la icónica figura, revelando que, por ejemplo, falleció entre los 20 y 25 años debido a una complicación durante el embarazo", informó Pedro Tapia, director de Imágenes Diagnósticas en Auna, quien participó de la cita académica.
Sostuvo que este esfuerzo resalta cómo la tecnología es clave para conservar y entender nuestro patrimonio, y a la vez posicionando el legado de Perú en un escenario global.
En el Congreso de Radiología Pedro Tapia compartió con los participantes internacionales los avances en la evaluación radiológica de la Señora de Cao, una figura emblemática de la cultura Moche hallada en el Complejo Arqueológico “El Brujo”, en Trujillo. Este trabajo, realizado en colaboración con la Fundación Wiese, marca un hito en la relación entre la ciencia médica y la arqueología, destacando el impacto de la tecnología en el estudio de nuestro patrimonio histórico.
Durante su presentación, el especialista detalló el uso de tecnologías de diagnóstico por imágenes para analizar los restos óseos de la Señora de Cao, quien vivió alrededor del 400 d.C. “El objetivo es obtener imágenes detalladas que revelan aspectos internos, como posibles patologías, técnicas de momificación y objetos acompañantes, todo con el mayor cuidado para preservar la integridad”. Este análisis, que también incluye otros fardos funerarios del museo del Complejo Arqueológico El Brujo, tiene como fin profundizar en el conocimiento sobre la cultura Moche.
Sostuvo que el proyecto tiene implicaciones más allá de la arqueología, ofreciendo valiosas lecciones a la medicina moderna. Las metodologías utilizadas inspiran nuevas aplicaciones en diagnósticos y fomentan una colaboración más estrecha entre disciplinas. “Desde una perspectiva histórica, nos permite estudiar la evolución de enfermedades y prácticas médicas a lo largo de los siglos. Además, las técnicas utilizadas en arqueología pueden inspirar nuevas aplicaciones en la medicina moderna, particularmente en el diagnóstico no invasivo”, subrayó.
“Es un honor haber llevado nuestra cultura a este espacio internacional, integrando los avances de nuestra medicina y tecnología. Esta colaboración demuestra cómo estas disciplinas pueden desempeñar un papel esencial en la conservación de nuestro patrimonio cultural. Personalmente, ha sido gratificante ver cómo la medicina contribuye al entendimiento y la preservación de nuestra historia”, aseveró.
La radiología, una disciplina clave para la salud, ha demostrado su alcance más allá de los hospitales y clínicas, llegando incluso a convertirse en una ventana al pasado para estudiar civilizaciones antiguas.