Los recicladores de residuos sólidos fueron los que más apoyo recibieron en bonos y alimentos en la cuarentena del 2020 en comparación a los comerciantes de la vía pública, las trabajadoras del hogar y los vendedores de diarios, destacó el grupo Mujeres en Empleo Informal: Globlalizando y Organizando (Wiego).
La institución realizó un estudio denominado: “La crisis del covid-19 y la economía informal. Trabajadoras y trabajadores en empleo informal en Lima, Perú”, el mismo que se hizo en 12 ciudades del mundo, incluido Lima.
La coordinadora del trabajo de Wiego en Lima, Carmen Roca, precisó que el estudio evaluó los periodos de abril 2020 (el pico de la cuarentena en la mayoría de las ciudades) y junio/julio 2020 (cuando se levantaron las restricciones en la mayoría de metrópolis), comparándolos con febrero 2020 (pre covid-19).
De los 216 trabajadoras y trabajadores encuestados por el estudio en el 2020, solo el 50% recibió alguno de los bonos del gobierno, solo el 21% recibió apoyo en alimentos de sus municipios y el hambre afectó a 63% de los hogares, destacó.
La investigación reveló que para hacer frente al impacto de la cuarentena del año pasado, el 94% de las/los trabajadores tomaron una o más de estas medidas: 73% agotó sus ahorros, 56% pidió apoyo financiero a familiares, amigos y/o vecinos, y 38% tomó préstamos.
Empleo informal
El empleo informal en Lima bordea el 60% y está compuesto en su mayoría por trabajadoras/es independientes llamados auto-empleados, informó Wiego.
Agregó que el 24% del empleo informal está en el sector comercio, el de mayor empleo luego del sector servicios.
Roca resaltó que los trabajadores no piden bonos, sino trabajar o seguir trabajando.
Por su parte, la directora general de Promoción del Empleo y Autoempleo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE), Katia Samanamud, aseguró que el estudio “es un insumo importante para el diseño de las políticas, brinda contexto de lo que ha ocurrido, que ha sido catastrófico”.
“El problema aún no está resuelto, es importante que haya condiciones más adecuadas y tenemos mucho trabajo por delante. Este estudio nos permite aprendizajes sobre las medidas, para que aún en esta nueva cuarentena, se puedan realizar actividades en espacios seguros”, refirió.
Además, mencionó que se están analizando nuevos mecanismos para que estos sectores puedan acceder al crédito.
Necesidades de personas informales en este momento
Los resultados de la investigación de Wiego indicaron las necesidades urgentes por sector:
1.- Permitir el trabajo de comerciantes de vía pública de “paraditas”: en la cadena de distribución de alimentos, las “paraditas” representan el eslabón que atiende a los más vulnerables de Lima. Trabajan al aire libre y cerca de su clientela, por lo que evitan la aglomeración en mercados y el transporte para ir a comprar, además, de ya haber implementado protocolos.
2.- Préstamos accesibles de montos pequeños para comerciantes de vía pública en general: los comerciantes de vía pública no solo están endeudados y con poco capital de trabajo, sino que fueron afectados por la confiscación injustificada de mercadería, la destrucción de su lugar de trabajo, y la pérdida en productos perecibles. Requieren préstamos accesibles y de montos pequeños para recuperarse.
3.- Continuidad en la labor de trabajadoras del hogar: con la cuarentena del 2020, el 70% de las trabajadoras declaró “mi empleador me despidió y/o me dijo que no fuera a trabajar”. Los despidos no fueron acompañados de las liquidaciones de ley.
Con los protocolos aprobados para trabajadoras del hogar se puede permitir su labor “cama afuera” y se evitarían, así, las estadías prolongadas sin ver a sus familias, que tuvieron lugar con el servicio cama-adentro en el 2020, bajo amenaza de perder su empleo si salían, según informaron.
4.- No obstaculizar el trabajo de los recicladores: casi la totalidad de los recicladores encuestados no tuvo ingreso alguno durante la cuarentena del 2020. Sin embargo, son quienes tuvieron que asumir los protocolos de mayor costo para volver a trabajar.
De los cuatro sectores del estudio, fue el que recibió más apoyo en bonos y alimentos, reflejando su vulnerabilidad, y fue el sector que más venta de activos realizó para poder sobrevivir. Se trata de activos que tomará mucho tiempo volver a adquirir e incluyen vehículos de trabajo, tales como carretillas y moto-furgonetas
El Ministerio del Ambiente permite en esta cuarentena su trabajo, por lo que requieren no ser detenidos por personal de serenazgo cuando realizan su labor, destacó Wiego.
5.- Permitir ventas de productos complementarios a “canillitas”: los canillitas son trabajadores de mayor edad y de menor ingreso diario pre-covid-19, adultos mayores vulnerables que deben seguir trabajando para tener ingresos.
Fue el único sector del estudio con permiso para trabajar durante la cuarentena del 2020. Entre ellos hay ansiedad frente a no poder trabajar como antes, tanto por el contagio como por la caída en las ventas, las que se vienen reduciendo desde que apareció el covid-19.
Ellos complementan sus ingresos con la venta de otros productos, tales como golosinas, gaseosas o juguetes pequeños y para esas ventas necesitan permiso de las municipalidades, indicó.
¿Cómo se realizó el estudio?
En Lima Metropolitana, investigadores de Wiego encuestaron por teléfono a 216 trabajadoras y trabajadores y condujeron, adicionalmente, entrevistas con dirigentes de 10 organizaciones de base.
Los cuatro sectores del estudio fueron: los comerciantes de vía pública (de puesto fijo, de “paraditas” y ambulantes), las trabajadoras del hogar, los vendedores de diarios (canillitas) y los recicladores de residuos sólidos.
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(FIN) MMG/SDD
Publicado: 18/2/2021