La cadena CNN destaca, a través de una crónica publicada en su página web CNN Travel, los atractivos turísticos que posee el Valle Sagrado de los Incas, ubicado en la provincia de Urubamba, región Cusco.
Entre estos atractivos destacan: Pisac, Moray, Ollantaytambo, Chinchero y Machu Picchu.
El
artículo de CNN Travel empieza mencionando las
costumbres del pueblo cusqueño, donde muchos ciudadanos locales hablan el quechua, el lenguaje de los incas. Ellos, además, siembran maíz, crían alpacas y usan textiles coloridos de la misma manera en la que lo hacían sus ancestros antes de la llegada de los españoles.
Estas paradas reducen la presión del viaje considerando la importante altitud, la cual varía entre los 2,100 y 2,700 metros sobre el nivel del mar en el valle. El soroche puede golpear a uno en el Cusco, pero el efecto será mucho menor en el Valle Sagrado.
Pisac
Pisac es la primera parada de este viaje. Ubicada a 40 minutos de la ciudad del Cusco (manejando). Pisac es conocida por el mercado que aglomera, especialmente los domingos. Allí se ofrece lo mejor en prendas de alpaca, cerámicas y finos forjados de plata.
La Fortaleza de Pisac incluye canales de agua hechos en piedra y lo que diversos arqueólogos piensas que fue una casa de baños para los incas.
Recomiendan que la mejor manera de disfrutar de Pisac es ascendiendo a pie, pudiendo ser un poco agotador; según comentan, la vista del valle lo vale totalmente. Los viajeros pueden llegar en carro, taxi y bus, para luego explorar este pueblo cusqueño.
Chinchero, la ciudad del arcoíris
Chinchero es otro colorido pueblo colonial reconocido sobre todo por sus tradicionales textiles. Inusualmente, el centro del pueblo es privado y es necesario pagar para visitarlo, pero es considerada una buena inversión que permite ir de compras por las colecciones de tejidos de mujeres que usan tintes naturales para sus confecciones de lana de alpaca tales como chales, mantas y manteles.
“Los colores pueden ser tan sutiles o vivos como las mujeres lo elijan y cubren todo el arco iris, con al menos cinco tipos de verde, dependiendo de las hojas utilizadas, o un carmesí brillante creado tras aplastar cochinillas secas con un mortero”, puntualiza el artículo.
Moray
Lo que alguna vez fue un laboratorio agrícola para los incas, y actualmente uno de los últimos sitios visitados en el valle. Según CNN Travel, Moray será próximamente el lugar para el nuevo proyecto de Virgilio Martínez Véliz, reconocido como el mejor chef del Perú y dueño del mejor restaurante en América del Sur (Central).
Posee un sitio arqueológico circular donde hay andenes, una suerte de "anfiteatro de origen Inca instalado en una colina, caracterizado por tener una serie de anillos concéntricos descendentes; cada nivel, según expertos, simulaba una altitud diferente, permitiendo a los Incas experimentar con diferentes cultivos para su vasto imperio", subraya la publicación.
La historia de Moray tiene como base la adoración a la Pachamama o Madre Tierra, una de las deidades más importantes (si no es la más importante) del cosmos andino. Asimismo, cerca a Moray uno puede visitar las minas de sal, las cuales siguen en uso desde la época inca hasta el día de hoy.
Cabe resaltar que la sal andina, de color rosado, resulta un souvenir distintivo para llevar a casa.
Ollantaytambo
Este pueblo posee una red de calles, la cual es un gran ejemplo de supervivencia de la planificación urbana inca durante una época en el que el lugar fue escenario de una extraña y efímera victoria inca sobre los españoles.
Es lugar de excelentes caminatas y viajes en bicicleta, incluyendo la caminata de 6,4 kilómetros a las canteras incaicas, como también a El Albergue (Estación de Tren, Av. Ferrocarril 1, Ollantaytambo), uno de los hoteles con más tiempo en el valle.
Aquí podemos encontrar un restaurante y una destilería de cañazo, una especie de ron andino producido continuamente en el valle desde el sigo XVI.
De igual manera, la granja ecológica del hotel, con vista a la fortaleza, también sirve pachamanca, clásico plato precolombino de la gastronomía andina que, en este hospedaje especialmente, se cocina lentamente (y bajo tierra) con cordero, pollo y alpaca; como la mayoría de pachamancas, tiene que ser ordenada un día antes.
Machu Picchu
Hecha de casi 200 estructuras de piedra, el esplendor de Machu Picchu se debe en gran parte a la armonía que establece con su impresionante entorno natural.
La cadena CNN destaca la perfección de sus piedras de granito, con bordes irregulares y esquinas que encajan a la perfección. Muchos, incluyendo a Hiram Bingham, aventurero americano que redescubrió Machu Picchu en 1911, una vez creyeron que era una fortaleza. Hoy en día, expertos coinciden que era una residencia estacional para los gobernantes Incas, pero nadie lo sabe realmente.
El lugar es lo suficientemente vasto para merecer una visita de un día entero. Si uno elige quedarse a dormir en el pequeño pueblo situado a las faldas de las ruinas, podrá entrar cuando el complejo abra sus puertas a las 05:00 horas exactamente, pudiendo apreciar la salida del sol por encima de la ciudadela.
Muchos turistas y viajeros optan por contratar un guía, pero simplemente perderse en las construcciones resulta una gran opción que reduce drásticamente la presión para visitar los lugares principales.
Se tienen que comprar boletos para ingresar al Huayna Picchu, montaña que exige una vigorosa caminata que dura en promedio dos horas, recomendándose el uso de calzado especial.
Datos
Machu Picchu es más concurrida alrededor de junio y agosto, por lo que la posibilidad de visitarla durante la temporada baja resulta muy práctica.
Si se elige ir de enero a marzo, pueden encontrar un panorama particularmente lluvioso, pero si no importa ensuciarse con un poco de barro, estas ruinas y los otros lugares en el Valle Sagrado pueden ser aún más asombrosos rodeado de una atmósfera húmeda envuelta en la niebla.
(FIN) RFA/MAO
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Publicado: 5/7/2017