La UNICEF y la Organización Mundial de la Salud (OMS) exigen a los líderes mundiales a “mirar más allá de sus fronteras”, ya que de los 128 millones de dosis de vacunas que se han administrado hasta la fecha, más de tres cuartas partes se concentran en solo 10 países, lo que resulta “contraproducente” y le dará al virus “más oportunidades de mutar” además de “entorpecer la recuperación económica mundial”, según una declaración conjunta difundida en los medios de comunicación.
Estos 10 países, afirma el comunicado, no solo concentran una gran cantidad de vacunas, sino que representan el 60% del PIB mundial y tienen como contraparte a 2,500 millones de personas de casi 130 países “que todavía no han recibido ni una sola dosis”.
La declaración conjunta firmada por la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore, y el director general de la OMS, el Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, admite que los trabajadores de la salud deberían ser los primeros en recibir la vacuna ya que cumplen la función de “protegernos contra el nuevo coronavirus y están en la primera línea de la pandemia, en entornos de ingresos bajos y medianos”.
“Los países que participan en el Mecanismo COVAX se están preparando para recibir y utilizar las vacunas. Los trabajadores de la salud han recibido capacitación; los sistemas de la cadena de refrigeración están a punto. Lo único que falta es un suministro equitativo de vacunas”, menciona el documento público.
Medidas urgentes
Asimismo, afirma el comunicado, y con el fin de garantizar que en los primeros 100 días del presente año se empiecen a administrar las vacunas en todos los países es imperativo acatar las siguientes medidas:
• Los gobiernos de los países donde ya se haya vacunado a los trabajadores de la salud y a las poblaciones que sufren un riesgo elevado de contraer enfermedades graves han de compartir las vacunas a través de COVAX, de forma que otros países puedan hacer lo mismo.
• El Acelerador del acceso a las herramientas contra la COVID-19 (Acelerador ACT) y COVAX, su pilar de vacunas, deben financiarse en su totalidad, de manera que los países de ingresos bajos y medianos dispongan de asistencia financiera y técnica para desplegar y administrar las vacunas. Si se financia en su totalidad, el Acelerador ACT podría generar un beneficio máximo de 166 dólares por cada dólar invertido.
• Los fabricantes de las vacunas deben asignar el suministro limitado de vacunas de manera equitativa; compartir con la OMS de manera prioritaria datos relativos a la seguridad, la eficacia y la fabricación que permitan llevar a cabo revisiones de las normas y las políticas; acelerar y maximizar la producción; así como transferir la tecnología a otros fabricantes que puedan ayudar a ampliar el suministro mundial.
En esa misma línea, tanto UNICEF como la OMS aclaran que resulta imperativo un “liderazgo mundial para acelerar la producción de las vacunas y lograr una vacunación equitativa”.
“La covid-19 ha demostrado que nuestros destinos están intrínsecamente conectados. Tanto si ganamos como si perdemos, lo haremos juntos”.
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