Las fuerzas de seguridad españolas reforzarán la vigilancia para impedir los desplazamientos vacacionales durante la Semana Santa, ya que sigue vigente el estado de alarma y las medidas de confinamiento drástico de la población para contener y reducir los contagios de coronavirus.
En circunstancias normales, son días de gran movimiento de personas y automóviles hacia pueblos del interior o de la costa para descansar y participar en las celebraciones religiosas, como las conocidas procesiones, que este año fueron suprimidas a causa de esta pandemia.
"Estamos reforzando los controles con carácter permanente desde el lunes pasado", confirmó este miércoles en rueda de prensa el jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil, general José Manuel Santiago.
También recordó que este cuerpo de seguridad, encargado del tráfico de vehículos, efectuará en torno a 10.000 controles diarios en calles y carreteras para comprobar que se respeta la obligación de permanecer en las viviendas, salvo por causa justificada.
El comisario principal de la Policía José García Molina dijo que los dispositivos de seguridad se mantienen permanentemente desde que comenzó el estado de alarma, declarado el 14 de marzo, y que la mayoría de los ciudadanos salen lo mínimo de los domicilios.
No obstante, explicó, los agentes denuncian a 5.000 personas diariamente de media por incumplimiento del aislamiento, entre las 65.000 y 75.000 que son identificadas cada jornada.
Son un "sector minoritario que no termina de mentalizarse", comentó, sobre la importancia de acabar con los contagios.
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