Luego de recorrer toda la avenida Brasil a bordo de su papamóvil, el Papa Francisco llegó a la sede de la Nunciatura Apostólica, en Jesús María, donde desató la algarabía de miles de creyentes que lo esperaban con mucha entusiasmo desde hace varias horas.
Gritos de júbilo, banderines en alto y alegres cánticos se apreciaron durante la llegada del
Santo Padre. Siempre con una sonrisa y el brazo el alto, el Pontífice saludó a los presentes, entre quienes se observaba a monjas de diversas congregaciones, y muchos jóvenes, especialmente los pertenecientes a
la Guardia del Papa.
Fueron precisamente ellos, todos vestidos uniformemente con polos morados, los que lanzaron vivas, lemas y canciones ensayadas para la ocasión.
"Esta es la Guardia del Papa",
"Se siente, se siente Francisco está presente",
"Esta es la juventud del Papa" decían con la emoción desbordada, mientras el Papa daba
una vuelta más en el papamóvil y seguía saludando a los presentes que lo aclamaron.
En el lugar, el Santo Padre fue recibido por el nuncio apostólico, Nicola Girasoli, y estuvo acompañado por el cardenal Juan Luis Cipriani, y otros obispos.
Poco después, el Pontífice descendió del papamóvil y en la puerta de la Nunciatura tomó un micrófono para agradecer por la bienvenida que le ofrecieron y para impartir su bendición, tras orar con todos los presentes el Ave María.
Como parte de una vigilia organizada por grupos religiosos en los exteriores de la Nunciatura, un grupo de niños le ofreció al Santo Padre el baile de una marinera, que fue muy apreciado y aplaudido por los presentes.
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(FIN) ART/RRC
JRA
Publicado: 18/1/2018