Andina

“Los quipus son el parangón de la complejidad y la precisión prehispánicas”

Matemático Manuel Medrano analiza el legado y el futuro digital del emblemático artefacto andino

Matemático estadounidense Manuel Medrano avanza sus investigaciones en torno a los quipus. ANDINA/Difusión

Matemático estadounidense Manuel Medrano avanza sus investigaciones en torno a los quipus. ANDINA/Difusión

08:39 | Lima, nov. 24.

Por: José Vadillo Vila

Los quipus son más que nudos para registrar información numérica y narrativa. “Son el parangón de la complejidad, precisión y socialidad prehispánica andina”, resume el matemático Manuel Medrano, desde Edimburgo, Escocia.

Existen 1,386 ejemplares de quipu en 153 museos y colecciones alrededor del mundo. Desde Berkeley hasta Tel Aviv. Casi la mitad de los quipus existentes se encuentran en Europa. Se considera que representan menos del 1 % de los que existían en los Andes y han sobrevivido hasta nuestros días.

Desde hace cinco años, el matemático norteamericano Manuel Medrano recorre museos en Estado Unidos, Suiza y Alemania analizando estos cordeles anudados que desarrollaron las culturas precolombinas. Y con frecuencia, se queda sin palabras ante la complejidad de los quipus.

Mil años de historia

El matemático de ascendencia mexicana acaba de publicar Quipus. Mil años de historia anudada en los Andes y su futuro digital (Lima, Planeta, 2021), en la colección Perú Breve, que dirige el politólogo Alberto Vergara.

El libro, que aún no tiene versión en inglés, le tomó dos años de redacción y en él también condensa las más recientes investigaciones en el mundo sobre los quipus; cita algunos de los cálculos de matemáticos y estadísticos sobre el potencial de los quipus para poder codificar o registrar información. 

Para el investigador ruso Vladimir A. Kuzmichev, por ejemplo, un quipu de tres cordeles habría podido exhibir más de 365,000 millones de configuraciones. “Hablar de los quipus es hablar de la complejidad, de un gran potencial para registrar información”.

Fue en el 2016, cuando Medrano estudiaba Matemáticas Aplicadas y Arqueología en la universidad de Harvard, que se introdujo en los quipus y el problema de su decodificación. En Harvard le llegó ese “momento Rosetta” al analizar los nudos de anclaje de los quipus tributarios del valle del Santa. Sin embargo, señala que se necesita más “momentos Rosetta” para descifrar estos cordeles sofisticados.


Rompiendo mitos

Una de las metas del matemático es que el libro sea accesible a todos los lectores, tanto especialistas como público en general, y que no quede como la mayoría de las investigaciones sobre los quipus, que solo circulan en revistas especializadas en Alemania, Francia o Estados Unidos.

Otra meta del científico de 25 años es contribuir a romper “con esa idea que persiste en las narraciones populares, de que ‘a pesar de’ no tener escritura ni usar la rueda, los incas lograron desarrollar una sociedad compleja”.

Del pasado al futuro

Medrano enmarca la investigación de Quipus. Mil años de historia anudada en los Andes y su futuro digital, entre los años 950 y 1950. Propone mirar a los cordeles anudados de una manera más amplia de su relación con la cultura inca.

“Cuando pensamos en quipus sobre todo pensamos en los de estilo inca o canónico. Es razonable porque el quipu alcanzó su cumbre como tecnología administrativa durante el incario y también porque la mayoría de los quipus que se conservan en los museos son del estilo inca”, explica.

Sin embargo, los investigadores han analizado los quipus preíncas, elaborados por los Wari (600-1000 d. C.) con sus propios elementos para la codificación de información, al igual que los quipus coloniales y republicanos.

Un “vacío” en estos estudios son los 400 años entre lo Wari y lo Inca (1400-1532), correspondiente al intermedio tardío. “Gracias al fechado radiocarbónico, ya podemos asegurar que hay un quipu fechado en ese periodo. Si bien se ha hallado solo uno correspondiente a este periodo, no debemos negar que otros quipus, conservados en Europa, Estados Unidos o en el Perú, también pertenecen a esa época”, augura Medrano, quien tampoco descarta la presencia de quipus pre-Wari.

Señala que en los próximos años se identificarán más quipus, pero subraya que el gran desafío es “formar correlaciones entre los quipus Wari e Inca: vemos una clara relación del uso de cordeles colgantes, el uso de cuerdas primarias y otros elementos que aparentemente se asemejan. Todavía podemos tejer hipótesis entre las dos formas o tradiciones. Ese periodo intermedio tardío seguro en los siguientes años se podrá cerrar”, dice.

Quipus patrimoniales

En los seis capítulos del libro se da una descripción detallada de los quipus canónicos incas y los del virreinato. Se habla someramente de los que pertenecen a la era republicana, que llegaron hasta mediados del siglo pasado en zonas como la sierra de Lima (cuando, de acuerdo a los informes, se usaba los quipus para la contabilidad del ganado), y hoy se mantienen las comunidades no como elementos funcionales sino “de patrimonio y herencia”.

Tal es el caso de los quipus de la comunidad de San Andrés de Tupicocha, en Huarochirí. En el Museo de Arte de Lima se presentó desde noviembre del 2020 hasta agosto la muestra Khipus. Nuestra historia en nudos, basada en una selección importante de este sistema de nudos, provenientes de diferentes colecciones y halladas en proyectos arqueológicos recientes.
 
En términos generales, los nudos de los quipus almacenaban información que tomaba en cuenta el color, el tamaño y la propia performance de los quipucamalloq, sus celosos guardianes.


Esperanza grande

La esperanza del estudio de los quipus está en los macrodatos, en el universo digital. Manuel Medrano no duda que los medios electrónicos ayudarán a descifrar los quipus “de manera inesperada”. Fue gracias al cruce de datos, de 55 fuentes, que se logró dar con las 1,386 unidades en los museos y colecciones.

Cada vez habrá más quipus digitalizados, no solo con fotos, sino también con diagramas de cada uno, para poder estudiar (hoy son alrededor de 850) y permitirán enfrentarnos mejor al reto de su decodificación.

“En mi estimación, el uso de los quipus digitales es lo que necesitamos para ayudar a pensar en los quipus en este ámbito de la complejidad, del almacenamiento de datos. También nos ayudará a formar más comparaciones entre los quipus y las relaciones entre distintos quipus y cómo podemos hacer operación afirmativa para aplicar a las muestras digitalizadas”, explica Medrano, quien espera venir pronto al Perú para visitar los museos y recorrer las comunidades donde se salvaguardan los quipus.


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(FIN) JVV/DOP/CCH

Publicado: 24/11/2021