El Perú se encuentra en un momento crucial de su desarrollo, en el que la convergencia entre la preservación ambiental y el progreso energético marca el rumbo hacia un futuro más sostenible.
Los recientes acontecimientos en la escena internacional y los avances en materia de políticas nacionales evidencian un país decidido a equilibrar sus compromisos globales con las necesidades apremiantes de su población, señala artículo publicado en el Suplemento Económika del Diario El Peruano.
La destacada participación del Perú en la evento de la ONU sobre Biodiversidad que se llevara a cabo en Cali, Colombia, del 21 de octubre al 1 de noviembre de ese año, no fue una simple formalidad diplomática, sino una declaración contundente de intenciones, sostiene el titular del Ministro del Ambiente (Minam), Juan Carlos Castro Vargas.
El hecho de que el Perú haya sido uno de apenas cuatro países latinoamericanos en presentar un pabellón propio, junto con potencias regionales como Brasil y Colombia, refleja un compromiso serio con la agenda ambiental global.
Inclusión
La presencia de más de 200 representantes, incluyendo comunidades nativas, empresas privadas y gobiernos regionales, demuestra un enfoque inclusivo y multisectorial en la gestión de nuestra biodiversidad. Más allá de la presencia física, el Perú demostró liderazgo en aspectos cruciales.
Ser uno de los 44 países, de un total de 195, que han aprobado sus nuevas estrategias nacionales de diversidad biológica, posiciona al país a la vanguardia de la planificación ambiental en la región.
Particularmente significativo es el acuerdo pionero firmado con las tres federaciones indígenas de la Amazonía para la distribución de beneficios del mercado de carbono, estableciendo un precedente regional en la gestión sostenible de recursos forestales con participación directa de las comunidades originarias.
Sin embargo, el verdadero desafío del Perú radica en la articulación entre sus compromisos ambientales y la necesidad imperante de desarrollo social. La brecha en el acceso a la electricidad sigue siendo uno de los obstáculos más significativos para el progreso social.
Electricidad y desarrollo familiar
La electricidad no es simplemente un servicio básico; representa la llave maestra para el desarrollo familiar y comunitario, permitiendo la extensión de horas productivas, mejorando las condiciones de estudio para los niños y facilitando la conservación de alimentos, una necesidad que la pandemia evidenció dramáticamente cuando se reveló que solo el 60% de las familias en Lima contaban con refrigeración.
Los avances en electrificación rural son notables, con proyecciones para alcanzar un 96% de cobertura para el 2026, lo que significará incorporar a un millón de peruanos adicionales a la red eléctrica.
No obstante, este último tramo, conocido como “la última milla”, presenta desafíos particulares debido a la dispersión geográfica y el aislamiento de las comunidades restantes. Innovación.
Soluciones innovadoras
Las soluciones innovadoras, como los sistemas híbridos que combinan paneles solares con generadores diésel de respaldo, demuestran la necesidad de adaptabilidad en las estrategias de electrificación.
En el ámbito de la matriz energética, el Perú muestra un balance interesante entre hidroelectricidad (46%) y gas (47%), con un espacio creciente para las energías renovables no convencionales. El compromiso nacional de alcanzar un 30% de energías renovables, extensible a 40% con cooperación internacional, refleja la ambición del país en materia de transición energética.
Sin embargo, el mayor desafío en términos de emisiones no proviene del sector energético, sino del cambio de uso de suelos, lo que subraya la importancia de una aproximación holística a la sostenibilidad.
La transición hacia una economía más verde requiere una estrategia multifacética. El reciente reglamento técnico de infraestructura de carga para vehículos eléctricos marca un paso importante hacia la electromovilidad, aunque la fragmentación de iniciativas legislativas (más de 20 proyectos de ley) sugiere la necesidad de una mayor coordinación entre el Ejecutivo y el Legislativo.
Inversiones
El panorama de inversiones en el sector energético es prometedor, con 26 proyectos de transmisión que representan más de 2,500 millones de dólares, y un potencial de 25,000 millones en proyectos de energía solar y eólica.
Esta cartera de inversiones no solo representa oportunidades económicas, sino también la posibilidad de diversificar la matriz energética hacia fuentes más limpias.
No obstante, los desafíos administrativos persisten. El cambio frecuente de autoridades, especialmente a nivel regional, genera retrasos en la implementación de proyectos y requiere constantes esfuerzos de capacitación. La coordinación entre diferentes niveles de gobierno resulta crucial para la efectiva ejecución de proyectos de electrificación rural.
El Perú se encuentra en una encrucijada histórica donde la convergencia entre conservación ambiental, desarrollo energético y justicia social definirá su trayectoria futura. Los avances logrados son significativos, pero los desafíos pendientes requieren un compromiso sostenido y una visión clara de largo plazo.
Foros internacionales
La participación activa en foros internacionales debe traducirse en beneficios tangibles para las comunidades más vulnerables, y las políticas de transición energética deben considerar tanto la urgencia climática como las necesidades de desarrollo local.
El camino hacia un Perú más sostenible y equitativo está trazado. El éxito dependerá de la capacidad para mantener el impulso actual, fortalecer la coordinación interinstitucional y asegurar que los beneficios del desarrollo alcancen a todos los peruanos, especialmente a aquellos que aún esperan su oportunidad de conectarse con el progreso, sostuvo el ministro Castro.
El anuncio del ministro del Ambiente, Juan Carlos Castro, sobre la conservación de los ecosistemas alrededor del puerto de Chancay representa un hito crucial en la conjunción de desarrollo económico y protección ambiental en el país. La afirmación de que el proyecto fue exhaustivamente evaluado desde una perspectiva ecológica infunde confianza en que se han tomado las medidas necesarias para mitigar los potenciales impactos negativos.
Mercado de carbono
El proyecto para promover las inversiones en el mercado de carbono busca asegurar la integridad ambiental, el desarrollo y la habilitación de un sistema integral para monitorear, reportar y verificar los cambios en el uso de la tierra y las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), a fin de mejorar la gestión de los bosques y contribuir a los objetivos climáticos nacionales.
Prevé un sistema de alerta temprana para detectar cambios en la cobertura forestal y la degradación del suelo, lo que permite una respuesta rápida y efectiva para mitigar los impactos ambientales.
También el fortalecimiento de la transparencia y trazabilidad de los créditos de carbono, abordando las limitaciones actuales en la generación de información detallada y verificable sobre los proyectos de reducción de emisiones.
Asimismo, se considera un monto de inversión total de 25 millones de dólares para la operación del sistema, que tiene un costo de mantenimiento de 3 millones de dólares anuales.
Con ello, se beneficiará en todo el país a 33 millones de personas.
Datos
- Se prevé establecer un Centro de Excelencia en Circularidad de Baterías (CECB) en el Perú, para liderar la transición hacia una economía circular en electromovilidad, mediante tecnologías avanzadas de reciclaje de baterías y almacenamiento energético.
- Desarrollar investigaciones en nuevos materiales sostenibles, como las baterías de sodio, para apoyar la implementación de la electromovilidad en el país.
- Habilitar un sistema integral de gestión ambiental que reduzca los residuos generados por actividades de mantenimiento como aceites, carburantes y grasas, mientras mejora la calidad del suelo, aire y ruido mediante monitoreo continuo.
Más en Andina:
(FIN) DOP/SDD/JJN