El director ejecutivo del Instituto Geofísico del Perú (IGP), Hernando Tavera, informó que el Sistema de Alerta Sísmica Peruano, (SASPe), en lo que respecta al IGP, pudo avanzar de acuerdo a lo programado y a fin de año, habrán terminado de instalar los 106 sensores y las líneas de transmisión, que son los dos componentes del proyecto que les corresponde desarrollar.
Refirió que cuando ocurrió el sismo de Marcona se encontraban trabajando en la zona de Ica, y el evento ayudó a tener un mayor acompañamiento de las autoridades; lo mismo ocurrió en Arequipa donde el sismo también ayudó a avanzar el trabajo.
Señaló que hace quince, cuando habían iniciado las conversaciones con las autoridades de Lambayeque, Piura Tumbes, para iniciar la labor de instalación de los sensores en la zona, ocurrió el evento sísmico producido en Sullana, lo que ayudará a trabajar con mayor celeridad, pues se facilitará la comunicación y se reducirán los trámites administrativos.
"La naturaleza nos está ayudando a que todos reaccionemos y entendamos la importancia que puede tener un sistema de alerta sísmico temprano en el país, que es además un proyecto financiado por el Estado peruano, hecho por peruanos, para proteger a peruanos", remarcó.
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Dijo que se trata de un esfuerzo muy importante que como institución de investigación del Estado están logrando y que, en ese sentido, espera que cumpla los objetivos en los que se ha enmarcado este gran proyecto.
Tavera precisó en Andina Canal Online, que el 31 de diciembre de este año, estarán instalados los 106 sensores y las líneas de transmisión hacia los centros de Control.
Por su parte, dijo que el
Instituto Nacional de Defensa Civil (Indeci), ya viene trabajando en las coordinaciones para la implementación de las sirenas en las áreas urbanas y se espera que próximamente, empiecen las campañas de preparación y de capacitación de la población, para que pueda responder de manera adecuada cuando el sistema entre en funcionamiento, explicó.
Ministerio de Ciencia y Tecnología
Respecto a la creación de un Ministerio de Ciencia y Tecnología, el sismólogo señaló que es importante que todo grupo humano que hace ciencia en nuestro país, realmente sea reconocido como ocurre en otras partes del mundo.
"Muchos profesionales del instituto tuvieron que salir del país, en busca de mejores oportunidades, de más partidas para el desarrollo de su investigación. Acá no existe una carrera para los científicos, y la labor que desarrollamos va mucho más allá de lo que se hace de manera administrativa".
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"Es la libertad de hacer investigación lo que nos permite desarrollar nuestras capacidades. Podemos hacer ciencia solos, sin necesidad de asistentes o hacerla con muchos asistentes. Eso marca diferencias con lo administrativo que está supeditado a horarios rígidos y donde muchas veces no encajamos", explicó
Sin embargo, reconoce que es necesario contar con una ley para reconocer la labor del investigador y que esta les permita escalar en las propias instituciones.
Recordó que, en su caso, tuvo que esperar doce años para que se jubilara un investigador de mayor edad, para recién ocupar su puesto, cuando antes de esos doce años ya tenía una producción científica importante que ameritaba poder asumir labores de mayor responsabilidad.
Tavera dijo que son todas estas cosas las que no permiten hacer ciencia como quisieran hacerla, pero que gracias al apoyo del Concytec, recibieron apoyos económicos para desarrollar la ciencia pura como la denominan.
"Siempre falta un poco más y ojalá con una institución como el ministerio que se propone, podamos llenar esos vacíos y articular un poco más la ciencia con las necesidades que tenemos como país”, manifestó.
Sistema de alerta
- Son 106 las estaciones SASPe que integran el sistema que recorre la costa del litoral peruano. Estos sensores acelerométricos permiten dar la alerta temprana ante la llegada de las ondas sísmicas, mayores a la magnitud 6M.
- La primera de las estaciones SASPe se instaló el 24 de julio de 2020 en el Morro Solar, en el distrito de Chorrillos. La estación lleva el nombre de Julio Kuroiwa, en homenaje al reconocido especialista peruano en Gestión del Riesgo de Desastres, fallecido en 2019.
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