La resiliencia es una habilidad muy valorada en el mercado laboral. Quienes la practican, enfrentan las adversidades de manera perseverante, tenaz y con una actitud positiva.
En un contexto como el actual, las empresas buscan que sus equipos desarrollen y perfeccionen la resiliencia en el entorno laboral con el objetivo de que enfrenten las crisis venideras con una mentalidad positiva y con una actitud asertiva.
La gerente de Éxito Personal de Proximity Perú, Denia Calvo, comparte cuatro claves para desarrollar la resiliencia en el trabajo.
1. Conócete. La resiliencia parte de un conocimiento profundo de uno mismo: Ser conscientes de nuestras capacidades, y en qué destacamos. Asimismo, conocer tus limitaciones y áreas de mejora.
Este conocimiento permite trazar metas y asumir retos que son alcanzables o, cuando vayan más allá de nuestras capacidades conocidas, afrontarlas en equipo. De esta manera, hacemos frente a los retos que se nos presenten con entereza, sabiendo que a la larga somos capaces de reinventarnos y mirar de manera más optimista el futuro.
2. Genera buenas relaciones. Es importante establecer buenas relaciones con familiares, amigos, pero sobre todo compañeros de trabajo de manera que puedan ayudarte frente a las adversidades que se presenten en tu vida laboral.
Lo más importante es promover una actitud perseverante y positiva que contribuya a una cultura de cooperación donde se ven los obstáculos como una oportunidad para aprender y crecer juntos.
3. Sé paciente. En ocasiones, la obsesión por obtener resultados a corto plazo, especialmente en contexto de convulsos y de cambios, hace que tomemos decisiones precipitadas, y esto, a nivel laboral, puede ser uno de nuestros peores enemigos.
Por tanto, la paciencia y la capacidad de espera se deben poner en práctica cuando las metas a medio o largo plazo prevalecen sobre los deseos del momento. Controlar los impulsos, analizar riesgos y sobreponerse ante las situaciones de crisis o estrés va a potenciar el éxito dentro de nuestros equipos de trabajo.
4. Cambia el enfoque. Muchas veces pensamos en las adversidades como algo totalmente negativo, como si existiera para complicarnos la vida y hacérnosla más difícil.
Estos pensamientos solo nos traen mayor estrés y puede afectar a nuestra mente, cuerpo y entorno. Una manera efectiva de darle la vuelta al asunto es verlo más bien como una oportunidad de mejora y crecimiento.
Ser resiliente se trata de generar cambios en nuestros pensamientos, que permitan afrontar las dificultades con una perspectiva de superación y reinvención personal y profesional. Requerirá un esfuerzo al inicio, pero sin duda notarás los cambios rápidamente con el pasar de los días.
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