Entre las diversas acciones del Ejecutivo para enfrentar el impacto del fenómeno El Niño en el Perú destaca, en el ámbito de la agricultura familiar, el impulso de la hidroponía, sobre todo en la sierra sur, para fortalecer la seguridad alimentaria frente al evento climático, destacó el jefe del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), Jorge Ganoza Roncal.
En entrevista con la
Agencia de Noticias Andina, el titular del INIA, entidad perteneciente al Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri), indicó que esta tecnología de bajo costo, muy práctica, eficiente y eficaz, que forma parte de la estrategia de contingencia frente a
El Niño, se pondrá en marcha en los próximos meses.
Ventajas de la hidroponía
“La hidroponía es una tecnología que permite a las pequeñas familias y organizaciones de productores ahorrar y reutilizar el agua, así como disponer de alimentos no solamente para las familias sino también para sus animales de crianza”, remarcó.
Precisó que los cultivos que pueden aprovecharse mejor con la hidroponía son las hortalizas y los forrajes (avena, cebada, entre otros). “En el INIA generamos una variedad de avena llamada INIA 908, que es resistente a plagas y al estrés hídrico, por lo que es ideal para enfrentar el cambio climático y el impacto de la escasez de lluvias que traerá consigo
El Niño”, afirmó.
Regiones beneficiarias
Ganoza Roncal agregó que la implementación de la agricultura hidropónica se desarrollará de la mano con Agro Rural, otro de los organismos del Midagri, en zonas altoandinas de las regiones Arequipa, Ayacucho, Apurímac, Cusco, Huancavelica y Puno. “Su instalación no demorará más de dos meses y comenzarán a producir cultivos que sean de rápido acceso para la alimentación de las familias y de sus animales de crianza, sobre todo menores como cuyes, aves y otros”, puntualizó.
Fomento de la hidroponía
El titular del INIA aseveró que se viene incentivando el conocimiento y aprovechamiento de la hidroponía en su centro experimental La Molina, donde se ha instalado un paquete demostrativo para que las autoridades locales –que están más cerca de la población- puedan apreciar esta tecnología y contribuyan también a propiciar su desarrollo en sus localidades.
Sostuvo también que el INIA está incentivando la producción de micro tuberculillos de papa, cuyo mayor atributo descansa en la reducción de tiempo que puede llevar su crecimiento y desarrollo, así como su rendimiento y alta resistencia a plagas y enfermedades.
Variedades de cultivos de alto valor genético
De otro lado, el jefe del INIA refirió que, en los últimos cuatro años, el INIA ha generado 25 nuevas variedades de cultivos con alta calidad genética, las cuales vienen incrementando en un 80% la rentabilidad económica de más de 2 millones de agricultores a nivel nacional.
Estas variedades forman parte de las más de 140 variedades de cultivo que a lo largo de 45 años el INIA ha liberado en diversas regiones del país, con el fin de incrementar la calidad de la producción agropecuaria y la capacidad económica del pequeño y medianos productor.
“En el INIA tenemos 45 años de trabajo y uno de nuestros objetivos estratégicos es la investigación para responder a los problemas que se suscitan a nivel del sector agrario. Sabemos de los inconvenientes que pueden presentarse con El Niño y por ello a lo largo de nuestra vida institucional hemos logrado generar más de 140 variedades de diferentes cultivos, tanto oriundos como la papa, e introducidos como el trigo”, mencionó.
Investigación y logros
Ganoza Roncal explicó que, para su producción, el INIA ha realizado trabajos de investigación en modernos laboratorios de recursos genéticos, caracterización agromorfológica, identificación de accesiones promisorias en banco de germoplasma, valoración en campo, entre otros.
“Este trabajo de investigación ha permitido que las variedades de cultivos posean buena capacidad genética, lo que las hacen tolerantes de las principales plagas y enfermedades, así como una adecuada adaptabilidad a tipos de clima como heladas, friajes o altas temperaturas”, subrayó.
Destacó que, por estas cualidades, estas variedades tienen la capacidad de incrementar en más de un 70% el rendimiento por hectárea, obtener cultivos de alto valor, buena calidad de pulpa, granos de gran tamaño, altas dosis de nutrientes, vitaminas, proteínas y antioxidante, entre otras características.
Precisó que las variedades generadas son papa INIA 330, quinua INIA 437 Roja del Norte, camu camu INIA 395 Vithuayo, Camote INIA 329 Bicentenario, Trigo INIA 436 Huamanguino, maíz Sara, arroz INIA 151 La Capoteña, avena INIA 909 katekil, papa INIA 332 Perú Bicentenario, haba INIA 444 Siwina, kiwicha INIA 442 La Frondosa, entre otras.
Entre las variedades de papa generadas por el INIA sobresalen la papa INIA 326-Chugay, que es resistente a los cambios de clima, temperaturas altas y bajas, así como a enfermedades como la rancha.
“Estas variedades de cultivos con alta calidad genética, resistentes a la sequía y a diversas enfermedades, y con buen rendimiento por hectárea, permitirán que, por ejemplo, los agricultores de la sierra, que serán atacados por una inminente sequía como consecuencia de El Niño, puedan disponer de semillas de alta calidad, teniendo en cuenta que el agua será uno de los recursos vitales más afectados”, subrayó.
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