Creada el 9 de julio del 2011, mediante Decreto Supremo Nº 015-2010-Minam, la Reserva Nacional San Fernando se ubica en parte de los distritos de Santiago (provincia de Ica), así como Changuillo, Nasca y San Juan de Marcona (provincia de Nasca), en el departamento de Ica. Su extensión es de 154,716.37 hectáreas.
José Ríos, jefe de la Reserva Nacional, explicó a la Agencia Andina que esta comprende dos sectores muy diferentes entre sí. En el lado norte se encuentra una zona relativamente accesible, conformada por las desembocaduras de los ríos Ica y Grande, los cuales colorean el gran desierto iqueño con sus bosques ribereños. También se ubican algunas playas de arena donde se forman humedales estacionales cercanos a la Punta Caballas.
La parte sur comprende la ensenada de San Fernando, las lomas costeras y los inaccesibles acantilados del cerro Huasipara, el más alto de la costa peruana (1,790 metros sobre el nivel del mar), el cual se formó por la placa de Nasca al chocar con la placa Continental.
La ensenada de San Fernando, protagonista del área protegida, es un accidente geográfico único en el litoral peruano. Está conformado por dos puntas o penínsulas que se proyectan en el mar y que están muy cercanas entre sí (de manera paralela) con un gran islote en el centro.
El acceso a esta área natural se da por el sector de Punta Caballas, que es la playa más hermosa de la reserva, donde se puede desarrollar deportes náuticos y pesca deportiva. El segundo ingreso es por el kilómetro 477 de la Panamericana Sur, donde se puede observar el desierto costero y los de lomas y filanciales.
"Es una de las áreas donde se puede encontrar un 'corredor aéreo" del cóndor, que viaja desde la Pampa Galeras, para alimentarse de los lobos marinos que mueren allí. También es el corredor del guanaco, camélido que se encuentra en una condición crítica en su conservación. Se ha registrado solo siete individuos en la zona. También es un corredor marino por la cantidad de tortugas, delfines y ballenas, además de contar con una de las praderas más extensas de macroalgas de la costa peruana", comentó.
Ecosistemas
La Reserva Nacional San Fernando presenta ecosistemas claramente definidos: desierto, lomas, fianciales, estuarios, bosque ribereño, acantilado, roqueríos, y la zona intermareal.
Es la única área natural protegida en la zona costera donde desembocan dos ríos importantes: Ica y Grande, los cuales forman estuarios o desembocaduras que contribuyen decididamente a la agricultura local, sobre todo el cultivo de pallar.
Fauna y flora
La reserva natural concentra una gran diversidad biológica marina y marino-costera, incluidos lobos, nutrias, pingüinos y cetáceos. Del mismo modo, en la zona se encuentra fauna típica de la sierra, representada por guanacos y cóndores que descienden hasta casi la franja marina -alentados por la vegetación de lomas y la fauna- por un frágil corredor biológico.
Es la segunda área natural protegida, después de la Reserva Nacional Paracas, que protege áreas marítimas en una zona donde los afloramientos en el mar y la diversidad biológica resultante, las corrientes marinas, los bosques relicto, las lomas, los arrecifes y demás accidentes geográficos, los vientos, la belleza paisajística, los valores arqueológicos y el aislamiento, se concentran, originando lugares prioritarios para la conservación.
Aprovechamiento sostenible
Ríos Suárez indicó que el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) está trabajando en el aprovechamiento sostenible de la reserva mediante el turismo de naturaleza, el cual se vincula a la visita de las Líneas de Nasca.
Destacó que las visitas a la Reserva Nacional San Fernando han sido crecientes en los últimos años, siendo que en 2013 llegaron cerca de 5,000 visitantes; al año siguiente aumentó a 7,500 ingresos; en el 2015 alcanzó los 9,500 y en lo que va de enero de este año las visitas suman alrededor de 300 personas.
"Confiamos en que cerraremos el 2016 con una cifra mayor a los años anteriores, lo que significa que existe un interés creciente en conocer esta área protegida", dijo.
El funcionario anotó que en vista que actualmente no se cobra por el ingreso a la reserva, se está elaborando un Plan del Sitio, lo que permitirá establecer una tarifa de ingreso, como ocurre con otras áreas naturales administradas por el Sernanp. El costo sería de 10 soles, como en las demás áreas donde se cobra ingreso, refirió.
Agregó que gracias a un convenio suscrito con el municipio de Marcona se cuenta ahora con una oficina para atender a los turistas que desean visitar la reserva.
"El Plan de Sitio determinará no solo la tarifa de ingreso, sino también la cantidad de turistas que pueden ingresar al área natural protegida y cómo debe manejarse responsablemente la actividad turística para no vulnerar los ecosistemas", enfatizó.
La Reserva Nacional San Fernando cuenta actualmente con seis trabajadores, de los cuales tres son guardaparques y dos especialistas, uno en manejo de recursos y otro en educación ambiental, así como un puesto de control ubicado en la zona sur que permite controlar el ingreso desde Marcona y Nasca.
"Se tiene proyectado, gracias a un proyecto con el apoyo de la agencia alemana de cooperación internacional (KFW), habilitar un Centro de Interpretación en la ciudad de Nasca, así como la construcción de dos puestos de control adicionales. Uno ubicado en Punta Caballas y otro en el cerro Huasipara, y contar con 5 guardaparques más", adelantó.
Amenazas
Como ocurre con algunas otras áreas naturales protegidas, la Reserva Nacional San Fernando está amenazada por actividades ilícitas como la minería ilegal. Recientemente se realizó allí
una intervención donde se detuvo a tres personas en flagrancia y se destruyó maquinaria diversa empleada en esta ilícita actividad y valorizada en más de 208,000 dólares.
En el operativo, liderado por el alto comisionado contra la minería ilegal de la Presidencia del Consejo de Ministros, participaron más de 300 policías, 6 fiscales ambientales del Ministerio Público, procuradores de los ministerios del Ambiente y del Interior.
(FIN) LZD/MAO