En su primer día en la Cumbre Mundial de Cambio Climático (COP23), la ministra del Ambiente, Elsa Galarza, compartió con más de 600 líderes reunidos en el Foro de Innovación Sostenible (SIF17), organizado por Climate Action, la receta peruana para acelerar la acción climática: los bosques como un motor para el desarrollo sostenible.
“Casi el 60% del territorio peruano está cubierto de bosques, y es que el Perú es el segundo país con mayor cantidad de bosques amazónicos en el mundo (después de Brasil) y el noveno país en el mundo en la extensión de bosques en general. Los bosques, particularmente en la selva amazónica, son un factor clave que se debe considerar al discutir sobre cambio climático”, destacó.
Galarza sostuvo que,
desde la perspectiva peruana, los bosques son especialmente importantes dado que la mitad de las emisiones de gases de efecto invernadero en el Perú se deben al uso de la tierra, el cambio de uso de la tierra y a la silvicultura.
Agregó que, al mismo tiempo, representan una gran oportunidad, dado que alrededor de dos tercios de las metas de mitigación del Perú, también llamadas “Contribuciones Nacionalmente Determinadas bajo el Acuerdo de París”, están relacionadas con los bosques.
“Nuestros bosques nos brindan un
conjunto de servicios ecosistémicos que nos ayudan a mitigar y adaptarnos a los efectos del cambio climático. Pero hoy están siendo amenazados por la deforestación y la degradación. Y aunque no hay una respuesta única para un problema tan complejo, sabemos que enfrentar la pérdida de bosques requiere la articulación de los sectores público y privado, a nivel nacional, regional y local en torno a una visión única: la importancia de los bosques como recurso para el desarrollo sostenible”, manifestó.
En ese sentido, la ministra Galarza destacó el importante rol de las comunidades indígenas que son guardianes de recursos valiosos y, sin embargo, cuentan con un inadecuado acceso a los servicios públicos y la infraestructura.
“Frente a ello, la respuesta es vincular la conservación de los bosques con las comunidades indígenas, basándose en la recuperación del conocimiento ancestral y el reconocimiento del papel que cumplen como guardianes del bosque.
Precisamente, las comunidades indígenas se benefician de los servicios ecosistémicos y perciben al bosque como su patrimonio y su principal proveedor de alimentos, agua, medicamentos y materias primas”, sostuvo.
Asimismo, la funcionaria destacó la importancia de la investigación aplicada para encontrar mejores técnicas para un uso sostenible de los bosques y para actividades de conservación. Además, dijo, la disponibilidad de recursos financieros del sector privado, combinados con la inversión pública, podría aumentar la ambición en términos de superficie forestal restaurada o preservada.
“A ello hay que agregar que el gobierno del Perú está lanzando la iniciativa ‘Patrimonio del Perú’ para recaudar fondos de diferentes contribuyentes, con el fin de garantizar la sostenibilidad financiera de las áreas naturales protegidas en la Amazonía y crear un efecto multiplicador que beneficia a las comunidades indígenas y mitiga el cambio climático. Un verdadero aporte del Perú al mundo”, puntualizó ante un auditorio compuesto por representantes del sector público y privado, representantes de la Organización de las Naciones Unidas y organismos no gubernamentales (ONG).
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