El Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) presentó hoy el Informe de Actualización de Proyecciones Macroeconómicas 2021-2024, que mantiene las principales proyecciones de los indicadores económicos, debido a que se viene observando una mejora progresiva de las actividades económicas, lo que se irá consolidando a medida que se logre un mayor control de la pandemia y se avance con el proceso de vacunación de la población.
Así, se mantiene la proyección de crecimiento del producto bruto interno (PBI) en 10% para el 2021, que sería la tasa más alta registrada desde 1994, luego de la fuerte contracción en el 2020 (-11.1%).
En el primer bimestre, la actividad económica fue afectada de forma moderada por la segunda ola de contagios; sin embargo, la economía retornará al tramo positivo de crecimiento a partir de marzo lo que se refleja actualmente en el buen desempeño de los indicadores adelantados.
La producción de electricidad, indicador altamente correlacionado con el PBI continúa recuperándose, la producción de electricidad creció 14.8% en marzo y 42.6% en los primeros 28 días de abril. De otro lado, el volumen de las importaciones de bienes se incrementó 42.6% en marzo, asociada a una recuperación generalizada en todos los rubros, principalmente de insumos intermedios y bienes de capital, lo que refleja el incremento de la demanda interna.
Además, las ventas a través de boletas y facturas electrónicas continuaron aumentando, por ejemplo, es el caso de las ventas del sector comercio, las cuales crecieron 87% en marzo y acumulan nueve meses de crecimiento consecutivo.
De esta manera, a pesar de la pandemia, este año la economía peruana seguirá destacando entre sus pares regionales por sus fortalezas macroeconómicas, y retomará el liderazgo en el crecimiento económico entre sus pares de la región.
Para el periodo 2022-2024, se mantiene la proyección de crecimiento del PBI en 4.5%, sostenida por la demanda interna, el incremento de las exportaciones ante el inicio de producción de proyectos cupríferos, la recuperación de la demanda externa, y el impulso a la competitividad y productividad.
En este período, la inversión privada estaría dinamizada por la continuidad en la ejecución de proyectos de infraestructura como la Línea 2 del Metro de Lima y Callao, la Ampliación del Aeropuerto Jorge Chávez, el Terminal Portuario Chancay.
Asimismo, durante este periodo, entre otros aspectos, se espera el inicio de construcción de obras priorizadas bajo el esquema de Asociaciones Público-Privadas (APP), principalmente de los proyectos que se espera adjudicar en 2021 (14 proyectos por un monto total de 5,400 millones de dólares).
Cuentas fiscales
En cuanto a la gestión de la política macroeconómica, Perú se ha caracterizado en los últimos años por actuar de manera equilibrada y responsable, lo que ha permitido construir sólidos fundamentos macroeconómicos como una baja deuda pública y déficit fiscal, un déficit de cuenta corriente moderado, inflación en el rango meta, altas reservas internacionales netas (RIN) y menor volatilidad cambiaria, que se han reflejado en un menor riesgo país respecto a sus pares regionales.
Y, a pesar del choque negativo de la pandemia del covid-19, los indicadores macroeconómicos de Perú continúan mostrándose resilientes.
Para 2021, se prevé una mejora de las cuentas fiscales como consecuencia de la recuperación de la actividad económica, un favorable entorno internacional y la disipación de ciertas medidas de carácter extraordinario y temporal adoptadas en un contexto en el que la economía llegó a operar a niveles mínimos debido a las restricciones de movilidad tomadas.
El déficit fiscal para el 2021 se ubicará en 5.4% del PBI, mientras que la deuda pública se ubicará en 35.8% del PBI. Por su parte, los ingresos del Gobierno General crecerían 18.4%, la mayor tasa de la última década, y se ubicarán en 19.2% del PBI.
Por el lado del gasto público, las medidas para afrontar al covid-19 se enfocarán en fortalecer el servicio de salud, apoyar a los segmentos más vulnerables de familias y empresas, e impulsar la inversión pública, contexto en el cual el gasto no financiero del Gobierno General aumentará en 2.2% real en 2021 y se ubicará en 22.9% del PBI.
Para los siguientes años, en la medida que se vaya controlando los efectos de la pandemia del covid-19, uno de los principales retos que compartirán Perú y el resto del mundo será la de iniciar un proceso de consolidación fiscal gradual de las finanzas públicas con el objetivo de preservar la sostenibilidad de las cuentas fiscales, que ha sido uno de los principales activos del país desde hace más de dos décadas.
De esta manera, se propone una senda de déficit fiscal que converger a un déficit fiscal de 1% en el 2026. De esa manera, el Perú debe continuar hacia adelante un proceso de reducción progresiva de la deuda pública, manteniendo las fortalezas fiscales y macroeconómicas de la economía.