Andina

Navidad: claves para disfrutar unas fiestas en paz con uno mismo y con los otros

La depresión, la falta de dinero y las rencillas familiares pueden arruinar esta celebración

Una mujer camina cerca de las decoraciones de Navidad en el centro de Tbilisi tarde. AFP

Una mujer camina cerca de las decoraciones de Navidad en el centro de Tbilisi tarde. AFP

09:24 | Lima, dic. 17.

La Navidad está a la vuelta de la esquina, y para todos se trata de una fiesta que simboliza unión familiar, muchos regalos y una gran cena, aspectos que muchas veces no son una realidad de todos los hogares, generando tristeza, desasosiego y hasta rabia entre algunas personas. Lo buena noticia es que hay maneras de enfrentar dichas situaciones.

“En estas fechas, la publicidad nos muestra una familia llena de regalos, con una gran mesa, y eso genera una sensación de falta, porque tal vez no estamos pasando un buen momento, tenemos alguna pérdida o hay problemas con alguien de la familia” señaló Giuliana Rivera, psicoanalista de Totem & Taboo. 

En entrevista con el programa Saludable Mente de Andina Canal On Line, la especialista señaló que fechas como estas remueven muchas emociones y ante ausencias claves existe el riesgo de caer en una depresión estacional, que se evidencia en mayor apatía, alejamiento, renuencia a integrarse en las reuniones, falta de interés y energía, aumento o pérdida de peso.


“Las personas más vulnerables a padecerla son los migrantes, quienes están en una situación vulnerable, quienes pasan un duelo, alguien que está pasando por un trastorno depresivo o una enfermedad grave, los adolescentes y las personas de la tercera edad, porque muchos de sus amigos o pareja ya no están”, indicó. 

En el caso de las adultos mayores recomendó incorporarlos en diversas tareas propias de la celebración navideña y así ayuden a envolver los regalos, preparar la cena, estén activos.  

Para Rivera, si hace muy poco ocurrió la muerte de alguien cercano y querido, lo ideal es no ignorar el hecho y abrir los corazones, “tal vez recordar una anécdota linda de esta persona y hacer un brindis por ella, porque estará presente de forma simbólica”. 

Si se trata de familias separadas, tal vez por un divorcio, la recomendación es mantener una relación de respeto mutuo para que las celebraciones fluyan sin mayores contratiempos en cada hogar donde estarán los hijos. 

¿Reconciliarse o no?




La psicoterapeuta comentó que, si hay rencillas familiares de larga data, la búsqueda de reconciliación en estas fechas no siempre es una buena idea porque son “épocas tan sensibles, donde las partes están muy vulnerables”. 

“Si se ha tomado la decisión de solucionar el problema debe hacerse de manera frontal, pero con mucho tino. Salir a tomar un café, pero en un lugar neutral. Si hay intención de ambas partes se podrá solucionar, pero si no hay intención, no se debe forzar la situación”.    

Se podrá internar la reconciliación más adelante, de lo contrario hay que buscar un espacio terapéutico para trabajar esa culpa, este dolor y así vivir una vida más tranquila, haciendo las paces con esa persona, pero de manera interna”.

Indicó que si ambas personas se cruzan en la cena navideña deben mantener la cortesía y respeto, pese a las diferencias que aún se mantienen, y evitar temas que pueden disparar nuevamente las riñas.

Regalos y más regalos 

“Lamentablemente, se ha perdido el concepto de la Navidad, de la fe y se ha puesto el foco en todo lo que se puede gastar, cuando la idea es buscar unidad y conexión ya sea de forma personal o gracias a la tecnología”, reflexionó la experta. 



Dijo que nunca debemos comparar nuestra familia con otras, porque no es posible tenerlo todo y en todo momento. 

“Hay familias donde se estila el intercambio de regalos, hacen su lista de posibles obsequios, con monto y no hay tanta presión para que una persona compre tanto hasta endeudarse. Navidad no es un momento para derrochar y menos cuando no hay dinero de sobra. Buenos regalos también son una escucha genuina, atención plena, momentos de calidad, un abrazo, una frase bonita”, dijo. 

La experta refirió que, al estar cerca tan cerca de fin de año, muchos tienden a hacer un recuento, un balance de aquello que se logró cumplir y aquello que no.   

“Es bueno no ser tan duro con uno mismo. Hay oportunidad de lograr el año que viene aquello que no pudimos ahora. Es un tiempo para regalarnos tranquilidad, agradecer lo que tenemos y tal vez hacer una lista con metas más realistas, donde nos tracemos hacer deporte, tener una vida saludable, tener tiempo para aquello que nos gusta hacer, no posponer aquello que nos hace felices”. 

Agregó que, si algunos sienten que necesitan terapia, la busquen como un regalo de autoconocimiento, para conocer sus puntos flacos y desarrollar herramientas que los ayuden a mejorar. 


Más en Andina: 


(FIN) KGR/LIT


Publicado: 17/12/2019