Un día como hoy en 1834 nació en Piura Miguel Grau Seminario quien se convertiría en el gran Almirante del Perú al pasar a la inmortalidad tras ofrendar su vida en defensa de la patria durante la Guerra del Pacífico.
El Ministerio de Defensa destacó el aniversario del natalicio de Grau Seminario en las redes sociales.
Miguel Grau, hijo de un militar colombiano y de una dama piurana, empezó su carrera naval a los 9 años cuando se embarcó en un buque comercial a bordo del cual navegó por todo el mundo y en el cual se forjó el marino que años después asombraría al mundo por sus hazañas navales.
Años después, siendo un joven, pero a la vez experimentado hombre de mar, se enroló en las filas de la Armada Peruana, donde destacó por su habilidad y profesionalismo.
La política tampoco le fue ajena. Representó a Piura en el Congreso y posteriormente dio muestras de su vocación democrática al pronunciarse en contra del golpe militar de los hermanos Gutiérrez en 1872.
Al estallar la Guerra con Chile, Grau no dudó en ponerse a la orden de la defensa del Perú. Comandó el legendario Huáscar, un antiguo monitor blindado que hizo frente a la escuadra chilena, cuyas unidades navales eran muy superiores en términos de blindaje y capacidad de fuego.
No obstante las desventajas técnicas y logísticas, Grau se hizo a la mar y con astucia e inteligencia logró poner en jaque a la Marina chilena.
Durante la campaña naval de la Guerra del Pacífico, el Huáscar, comandado por Grau, capturó navales enemigas, cortó líneas de comunicación y de abastecimiento de provisiones, incursionó en aguas chilenas y rompió bloqueos de puertos, todo ello sin cometer ningún abuso contra la población civil o militar.
Al romper el bloqueo de Arica, el Huáscar batió al buque chileno Esmeralda, enfrentamiento que cobró la vida del comandante chileno Arturo Prat. Apenado por la muerte del oficial enemigo, Grau envió una notable carta a su viuda, en la cual le expresaba su pesar por la pérdida y ponía a su disposición las pertenencias de su ser querido.
Asimismo, rescató a los náufragos de la Esmeralda, acción que generó admiración y el respeto incluso en Chile.
“Si el Huáscar no regresa victorioso al Callao, yo tampoco regresaré”, dijo en algún momento Grau y su vaticinio tristemente se cumplió.
Los comandantes chilenos, cansados de que un pequeño buque pusiera en riesgo toda la campaña naval, diseñaron un plan para darle caza.
Seis naves tendieron un cerco contra el Huáscar el cual se cerró definitivamente el 8 de octubre de 1879, en el glorioso Combate de Angamos, en el cual el buque peruano fue capturado luego de un despiadado cañoneo que mató a su comandante.
Durante el tiempo en que Grau estuvo en el puente del Huáscar, las fuerzas chilenas no pudieron desembarcar un solo soldado en territorio peruano. Muerto el combatiente, empezó la campaña terrestre.
“Como del carbón sale el diamante, así, de la negrura de esta guerra, sale Grau”, escribió el historiador Jorge Basadre sobre el héroe peruano quien por su ejemplo fue considerado el Peruano del Milenio.
(FIN) CCR
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Publicado: 27/7/2018