Un cambio repentino en el comportamiento de un niño puede ser síntoma inicial para detectar un problema en su salud mental, sostuvo hoy la jefa del Departamento de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Víctor Larco Herrera, Gisella Vargas Cajahuanca.
Si un niño empieza a dormir en la tarde, no quiere salir a jugar, no quiere comer su plato preferido o no quiere ver su programa favorito, esto puede ser un indicador de que algo está afectando su vida emocional o lo tiene preocupado, precisó la especialista.
Anotó que los padres tienen que estar atentos a estas actitudes para aprender a identificar un problema de salud mental en sus inicios.
Explicó que siendo los padres de familia quienes conocen mejor a sus niños, si detectan ese comportamiento, deben conversar con ellos y preguntarles cómo están, cómo están en el colegio y si no obtienen información, acudir al colegio para preguntarle a la profesora.
A veces en el colegio, donde los niños pasan la mayor parte del tiempo, tienen dificultades que los afectan. Si el padre identifica el problema y lo puede resolver rápidamente, esa situación pasa, refirió.
Sin embargo, agregó, si el desaliento, el decaimiento y la desmotivación continúan, deben acudir a un especialista, que puede ser al psicólogo del colegio o a un profesional de una institución de salud.
Al servicio de los padres de familia
El Departamento de Psiquiatría del Niño y Adolescente del Hospital Víctor Larco Herrera es un servicio especializado que atiende diversos problemas emocionales que presentan los menores de edad.
Cuenta con un equipo multidisciplinario de psiquiatras infanto-juveniles, psicólogos especialistas en niños, terapistas de aprendizaje, de lenguaje y terapistas físicos, entre otros profesionales de la salud.
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(FIN) NDP/ART
JRA
Publicado: 7/1/2018