Dos de cada tres fallecidos por covid-19 en el Perú son adultos mayores. Ellos conforman la población más vulnerable, en especial los mayores de 80 años, porque mueren a una tasa cinco veces mayor a la media en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
No son solo cifras, son dolores del alma para muchas familias, porque se trata de padres y abuelos ancianos cuya vida cuidan mejor que a preciadas joyas. Sin embargo, por algún pequeño descuido, el letal virus puede infectarlos.
Por esa razón, es una fiesta verlos desfilar para ser vacunados contra la covid-19 en esta primera etapa de inmunización tras un año de sacrificio y encierro. A algunos los vacunan en sus casas porque no pueden salir y a muchos en los vacunatorios y vacunamóviles especialmente acondicionados.
Una vez vacunados, muchos de ellos agradecieron en el Mural de la Esperanza que levantó la municipalidad de San Borja con emotivos mensajes de fe, bondad, gratitud, optimismo y perseverancia para afrontar la pandemia.
“Gracias por devolvernos la esperanza”, “Sí se puede, Perú”, “Todos unidos saldremos de esta emergencia”, “Gracias por cuidar a nuestros adultos mayores”, son algunas de las frases que se pueden apreciar.
El gobierno del presidente Francisco Sagasti se ha propuesto vacunar a unos 4 millones de adultos mayores hasta que termine su mandato, en julio próximo. Y, según el plan de vacunación territorial, a fin de año estarían vacunados todos los peruanos.