05:30 | Santiago, mar. 1.
Con la creación de un gigantesco parque marino en el archipiélago de Juan Fernández y del parque nacional Pumalín en la Patagonia, la presidenta Michelle Bachelet selló este martes el ambicioso plan de conservación que dejará como herencia.
Dos semanas antes de entregar el poder al conservador Sebastián Piñera, Bachelet firmó la creación del Parque Nacional Mar de Juan Fernández y el de las Islas Diego Ramírez-Paso Drake, en la austral región de la Magallanes, junto a las Áreas Marinas Costeras Protegidas de Múltiples Uso (AMCP-MU) en el seno de Almirantazgo en Tierra del Fuego; de Rapa Nui en la Isla de Pascua y en la localidad de Tortel (sur).
En total son 262.000 km2 de parque marino y un área marina de múltiples usos de 24.000 km2, más grande que Ecuador, y que se suman a los 720.000 km2 protegidos en Isla de Pascua.
Adicionalmente, creó el Parque Nacional de Pumalín, en la Patagonia chilena, tras la gigantesca donación de tierras del filántropo estadounidense Douglas Tompkins.
"Es súper emocionante lo que estamos viviendo hoy día. Estamos coronado un hermoso proceso, al transformar la visión, voluntad y acción necesaria en proyectos de ley", dijo Bachelet, en una de sus últimas ceremonias en el palacio de La Moneda antes de entregar el poder el 11 de marzo.
De esta forma, se multiplica por diez la superficie marina protegida, que ha pasado en los cuatro años de gobierno de la mandataria socialista del 4,3% al 42,4% de la superficie marina chilena, dejando un inmenso legado conservacionista.
"Siempre se van a acordar de este hito. Los parques marinos creados van a ser laboratorios" para el mundo, dijo a la AFP Liesbeth van der Meer, directora de la organización ambientalista Oceana Chile.
"Son un hito en la historia de la conservación de la naturaleza", resaltó de su lado Ricardo Bosshard, director de WWF Chile.
Proteger Juan Fernández
Las Áreas Marinas Protegidas "son un aporte al desarrollo de los territorios y las comunidades, ya que al conservar la salud de los ecosistemas marinos y de sus especies, también proveen servicios ecosistémicos básicos para las personas y la economía", explicó Bosshard.
Junto a la creación del Parque Nacional de Juan Fernández, Bachelet firmó la ampliación de su área marina costera protegida, donde se han detectado 130 especies importantes para la conservación, de ellas 32 amenazadas.
Las comunidades podrán seguir realizando actividades económicas de bajo impacto, como la pesca artesanal, en particular la de langosta, y el turismo sustentable.
"Juan Fernández e islas Desventuradas forman una zona donde encuentran los niveles más altos de endemismo para sistemas marinos de todo el planeta. Hay especies de peces costeros que solo se encuentran en estas islas y en ninguna otra parte del planeta", explica a la AFP Carlos Gaymer, director en la Universidad Católica del Norte de Esmoi (Ecología y Manejo Sustentable de Islas Oceánicas).
Para Yacqueline Montecinos, encargada de biodiversidad marina de WWF Chile, Juan Fernández es "uno de los laboratorios marinos más potentes del país. No es necesario alejarse mucho de la costa para visualizar la rica diversidad, peces diversos, cuevas de corales, crustáceos, un laboratorio natural que necesitamos conservar".
El nuevo decreto protege también una superficie de 720.000 km2 en la Isla de Pascua, donde se prohíbe la pesca industrial y se protegen al menos 142 especies endémicas, de las cuales 27 están amenazas o en peligro de extinción.
"Chile juega un papel de motor en la conservación del océano mundial. No obstante, a los países de todo el mundo les queda mucho por hacer si se quiere proteger el 30% del océano para 2030", dijo por su parte en una declaración Dona Bertarelli, copresidenta de la Fundación Bertarelli.
En tanto, el Parque Marino Islas Diego Ramírez-Paso Drake, en la región de Magallanes y la Antártica chilena, el más austral del planeta, abarca una superficie de 144.390 km2.
Concretar un sueño
El Parque Pumalín forma parte de la Red de Parques de la Patagonia, que suponen un área de conservación de 4,5 millones de hectáreas en el extremo sur del país, concretando el sueño del fallecido Douglas Tompkins, cuya viuda, Kristine McDavitt,
donó 407.000 hectáreas de bosques al estado chileno para su conservación, dejando atrás las dudas y sospechas que rodearon al proyecto en sus inicios cuando su marido empezó a adquirir tierras.
El Estado chileno, por su parte, se comprometió a proteger otras 949.368 hectáreas.
"Estamos pagando una deuda, porque este parque va a llevar el nombre de Douglas Tompkins. Es justo homenaje a quien pudo ver más allá de la mezquindad, adelantándose a sus pares con la fortaleza que le dio su amor a esta tierra", dijo Bachelet en la ceremonia.
(FIN) AFP/MAE
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Publicado: 1/3/2018