Por Luis IparraguirreAlfred Lenon fue un marino mercante de ascendencia irlandesa que, debido a sus deberes en la naval, casi siempre estaba ausente. Incluso, el 9 de octubre de 1940, se perdió el nacimiento de John, su primer hijo, dejando a Julia, su esposa, sola en el trabajo de parto.
La vida de Alfred no cambió mucho luego del nacimiento de John, por ello, Julia, casi siempre sola, decidió que no quería un esposo visitante y se embarazó de otro hombre. Era julio de 1946 y la desesperación de Alfred por sentirse traicionado fue tanta, que obligó al pequeño John, de solo 5 años, a que tomara una terrible elección: Que decidiera con quién se quedaría.
John, en medio de un mar de lágrimas, escogió a su padre dos veces. Pero conforme Julia se alejaba, el niño lloraba con más desesperación y seguía los pasos de su madre quien, al final, conservó la tenencia. John Winston Lennon o, simplemente, John Lennon, volvió a ver a su padre 20 años después, cuando su madre ya había muerto, atropellada por un policía ebrio.
Su talento por las artes empezó desde la etapa escolar cuando dibujaba caricaturas y trazos en sus cuadernos. Ello, sin embargo, no evitó su pobre desempeño escolar: “Indudablemente por el camino hacia el fracaso”, “sin esperanzas”, “más bien un payaso en clase”, “haciendo perder el tiempo al resto de los alumnos”, rezaban sus informes académicos.
El nacimiento de The Beatles
Su madre le compró su primera guitarra en 1956, cuando era un adolescente de 16 años. Aunque escéptica frente a la idea de que Lennon fuese a triunfar algún día, le decía a menudo: “La guitarra está muy bien, John, pero nunca podrás hacer una vida con ella”.
Contra todo pronóstico, ese mismo año, Lennon formó la banda The Quarrymen, que posteriormente, en 1960 se convertiría en The Beatles, la banda más exitosa de la historia. Lennon conoció a Paul McCartney, durante el segundo concierto de The Quarrymen y, poco después, éste se unió al grupo.
McCartney sugirió que su amigo George Harrison se uniera como guitarrista líder con solo catorce años y, luego de varios meses, entre salidas y llegadas de otros miembros de la banda, se unión Ringo Starr como baterista, completando así la formación de los cuatro miembros que duraría hasta la separación de la banda en 1970.
El factor Yoko Ono
Cuando Lenon ya era una estrella (superior, según su incontrolable ego, a Jesucristo), fue una noche a pasear por las distintas galerías de arte en Londres. Era el 7 de noviembre de 1966 y, como muestra principal en el Indica Gallery, se exponía el trabajo de una excéntrica heredera japonesa de 33 años, descendiente directa del octavo emperador japonés, Yoko Ono.
Luego de sostener una conversación breve, pero no exenta de galantería y coqueteos, ambos, que en ese momento estaban con sus respectivas parejas, se enamoraron perdidamente y, al poco tiempo, rompieron sus matrimonios para dar inicio a la polémica relación que, a la postre, marcaría un hito no solo en la historia de Lennon, sino también en la de los Beatles.
Muerte y legado de una estrella
Cerca de las 11 de la noche del fatídico 8 de diciembre de 1980, cuando Lennon ya se había separado de los Beatles y empezaba una carrera como solista, Mark David Chapman, fanático enfermizo del cantante, le disparó por la espalda 5 veces, en la entrada de su edificio. Fue llevado, inmediatamente, a la sala de emergencia donde fue declarado muerto.
Artista, músico, multinstrumentista, cantautor, compositor, poeta, dibujante, escritor, pacifista, activista y actor inglés. Jhon Lennon fue líder indiscutible de la mejor y más popular banda de rock de todos los tiempos. Dueño de millonarias ventas y declarado, por la revista Rolling Stone, como uno de los mejores vocalistas de la historia, que hoy cumpliría 79 años.
Pero, sobretodo, fue la voz rebelde que todo joven tiene cuando cruza esa bella etapa de la adolescencia para llegar a la madurez de la juventud. Donde la paz y la vida sin guerras son sueños que van desapareciendo con la triste llegada de los años.
Una voz que le dio letra al ideal perfecto y utópico que todos soñamos en algún momento: “Imagina que no hay países / No es difícil hacerlo / Nada por lo que matar o morir / Ni religiones tampoco /Imagina a toda la gente / Viviendo la vida en paz”.
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(FIN) LIQ/RES
Publicado: 9/10/2019