"Mal de gente” es una expresión que los pobladores de Chazuta, en la región San Martín, utilizan para referirse a los males de la mente y el cuerpo, muchos de los cuales no son curados por la medicina convencional; sin embargo, Antonio Panifo Valera, de 76 años, tiene un remedio para ellos.
Para aliviar los síntomas de esta aflicción don Antonio prepara un remedio casero con múcura, sirichsanango y shimipampana, plantas que crecen cerca del río Huallaga. Él recomienda tomar la bebida cuando se padece decaimiento, vómitos, depresión y otras dolencias.
Don Antonio, quien tiene dificultad para caminar y vive solo con su esposa, anhela compartir sus secretos con sus nietos y otras personas. Él aprendió de sus padres, especialmente de su madre, la cual, asegura, fue una sirena.
“Mi madre era la mejor curandera de la zona. Yo aprendí mucho de ella y ahora lo que sé lo quiero transmitir a mis nietos y a todo el que quiera aprender”, señala.
Pensión 65 no solo es la entrega de una subvención económica, sino que también va más allá, propicia que los adultos mayores tengan acceso a los servicios que les otorga el Estado, lo que contribuye a que vivan un proceso de envejecimiento con dignidad, como ocurre con don Antonio.
Así, Pensión 65 impulsa el trato digno al adulto mayor, que promueve el respeto de sus derechos y el reconocimiento de sus saberes y prácticas ancestrales.
Cobertura
Pensión 65 cuenta, según la última relación bimestral de usuarios correspondiente a noviembre y diciembre del 2019, con 561,349 usuarios en los 1,874 distritos del país. De ese total, 975 superan los 100 años.
El programa social atiende a 24,178 usuarios en la zona del Vraem, 13,153 en el Alto Huallaga, 3,700 en zonas de frontera y 11,390 en la Amazonía.
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(FIN) NDP/JOT
JRA
Publicado: 26/1/2020