Italia registró una caída de los contagios de coronavirus en todo su territorio tras implementar las medidas de restricción y el confinamiento pero las autoridades piden cautela ante la próxima fase de reapertura gradual, fijada el 4 de mayo.
"La pandemia se está reduciendo un poco por todas las partes, es un dato obviamente muy positivo pero demuestra que debemos movernos con gran cautela", refirió hoy en rueda de prensa el presidente del Instituto Superior de Sanidad (ISS), Silvio Brusaferro.
El experto explicó que la curva denota una reducción de los enfermos con síntomas y los críticos pero que, al aumentar el número de pruebas hechas, también crecen los asintomáticos, las personas infectadas sin signos de la enfermedad y claves en la pandemia.
Brusaferro indicó que la mayor concentración de los casos se ha verificado en las residencias de ancianos, a nivel familiar o en los lugares de trabajo. El ISS informó de que el factor R0, el número de reproducción que mide el promedio de nuevos contagios causadas por un individuo infectado, oscila entre el 0,2 y el 0,6 en todo el territorio nacional desde el 6 de abril, por debajo del umbral del 1.
No obstante la contención es fundamental para mantener este buen nivel y "basta poco" para aumentar nuevamente la capacidad de infección del virus, señaló el investigador Stefano Merler, del FBK. Ayer jueves por primera vez desde que comenzara la epidemia, el 21 de febrero, el número de curados fue superior al de nuevos enfermos, confirmó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza.
En concreto
Italia ya suma 189.973 casos de contagio de coronavirus, de los que 25.549 personas han perdido la vida, mientras que 106.848 siguen enfermas actualmente, de acuerdo al último parte de la Protección Civil. En este contexto el Gobierno italiano estudia ya planes para proceder a la reapertura gradual del país, confinado y sometido a fuertes restricciones de movimiento desde el 9 de marzo.
Hoy en
Roma se comenzó con la experimentación de las medidas de seguridad en el metro y la red de autobuses para cuando el flujo de pasajeros aumente debido a la reapertura de algunos -pocos- negocios a partir del 4 de mayo. Las pruebas han tenido lugar en la parada de metro de San Giovanni, donde algunos funcionarios han controlado los accesos para evitar aglomeraciones, y en el suelo de los andenes se han dibujado puntos azules para marcar la distancia mínima entre pasajeros.
El metro romano tendrá bocas de entrada y de salida diferenciadas y habrá que usar dispositivos de protección individual como las mascarillas, tal y como avanzó recientemente el primer ministro,
Giuseppe Conte, quien dijo que será así hasta que haya una vacuna. Por otro lado la pandemia ha provocado un fuerte aumento de los partes por incidentes entre los trabajadores de la Sanidad y de la asistencia social.
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