Andina

Escolares del Coar Cusco cuentan vivencias de estudio antes de viajar a Corea del Sur

Hoy 6 de agosto empiezan las Olimpiadas de Normalización en la ciudad de Anseong

Foto: ANDINA/Difusión.

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13:25 | Lima, ago. 06.

Cuatro meses antes de recibir la noticia de que representarían al Perú en Corea del Sur en un concurso mundial que les exigirá elaborar un proyecto que asegure mejorar la calidad de vida de las personas, Miluska, Anthony y Rocío experimentaron cambios que no imaginaron al ingresar al Colegio de Alto Rendimiento (Coar) del Cusco, pues las exigencias allí no solo se producen en el campo del conocimiento sino también en el de las emociones y aptitudes.

Para Miluska Huamán Granilla la vida ha dado un giro total, su mayor impacto fue tomar conciencia de que no vería a sus padres luego de terminar la clases, pues el nuevo modelo de enseñanza que se imparte en ese tipo de colegio consiste en un internado. 

"De repente cambió esa dinámica, sentí soledad y tristeza. Les ocurrió a muchas compañeras. Ahora somos como hermanas". A ello se sumó la elevación de adrenalina originada por el nuevo ritmo de sus aprendizajes, por enfrentar desafíos y superar miedos que no sabía que aparecían cuando los profesores le pedían desarrollar su propio pensamiento crítico.

"Sin duda, la calidad de la enseñanza es superior", afirma, porque sus maestros son bien preparados, tienen metodologías de enseñanza motivadoras y, como ellos, alumnos y alumnas, provienen de diferentes regiones del país. "Estoy aprendiendo a aceptar otras culturas", comentó a la Agencia Andina

La niña estudiosa y obediente, del colegio público Nuestra Señora de Fátima, en el distrito de Huanchaq, de la Ciudad Imperial, cumplió un ciclo en su vida cuando decidió postular al Coar Cusco. Cuatro meses han pasado, "y solo son el inicio de un aprendizaje para tener una mente abierta a fin de aprovechar todas las oportunidades que brinda esta experiencia estudiantil". 

"Aprendí a convivir y aceptar otras culturas" 

Por su parte, Anthony Uñuruco Olarte se adaptó al internado rápidamente, porque no le quedó otra opción y prefirió dejar el sentimentalismo de lado en aras de una oportunidad de estudios que le agradece a Dios hasta el día de hoy. 

"Estoy aprendiendo a convivir con otras personas, a aceptar otras culturas y costumbres. Me están enseñando a investigar, cuestionarme, indagar, me motivan a pensar mucho. Lo bueno es que todos tenemos el mismo nivel y somos competitivos", comenta. 

Esta predisposición se explica porque tuvo interés en postular al Colegio Mayor de Lima, y dejar la escuela Arturo Palomino Rodríguez, donde se formó, para acceder a una enseñanza que inspirara su libre albedrío, lo que no ocurría mientras estudiaba allí. 

"Cuando conocí a los chicos de ese colegio me impresionó lo bien que hablaban y quise hacer lo mismo". Anthony no pierde tiempo. Cuando se enteró de la realización de la Olimpiadas de Normalización en Corea del Sur reunió a Miluska y Rocío a fin de emprender esta aventura intelectual. 

Reconoce que su madre, ama de casa actualmente, y su padre, administrador de una clínica cusqueña, lo apoyan siempre. Su sueño es ser neurocirujano. 

"Estoy orgullosa de mí"

El caso de Rocío Barrionuevo Quispe es semejante al de Anthony. Ella también quiso ingresar al Colegio Mayor de Lima porque deseaba superarse. Es la hermana menor y la única mujer. Sus hermanos mayores estudian en la universidad y eso fue muy estimulante para ella.

"No quiero quedarme atrás. Me chocó un poco el ritmo de los estudios. Tenemos clases de ocho de la mañana a siete de la noche y hacemos nuestras tareas de ocho a diez de la noche. Trabajo bastante y me supero. Estoy orgullosa de mí", comentó risueña.

Ella reconoce que tiene muchas habilidades y que quiere sacarle el jugo a todo lo que le ofrezca el Coar Cusco, aunque no tiene claro qué carrera elegir. Lo cierto, afirma, es que se inclina por la Ciencias Políticas y que dará lo mejor de si para traer una medalla para el Perú. 

Olimpiadas en Corea del Sur

Gracias a un proyecto innovador de eficiencia energética, estos adolescentes cusqueños de 14 años calificaron a nivel de todos los Coar para participar en las Olimpiadas de Normalización, donde competirán con otros escolares de diversos países del 6 al 8 de agosto.

Normalización es el proceso mediante el cual una persona crea normas técnicas a fin de lograr una convivencia armónica. El proyecto de estos chicos busca normar la iluminación en las escuelas públicas rurales por medio del uso del biogás, pues la potencia eléctrica no es vasta en esas zonas.

Miluska, Anthony y Rocío observaron que en los alrededores del Coar Cusco, ubicado en Anta Pucyura, a 30 minutos de la ciudad, abundaba la bosta de animales. Como el colegio sufre algunas veces de falta de energía eléctrica propusieron utilizar el excremento de los animales para generarla.

En la ciudad de Anseong, Corea del Sur, ellos tendrán que diseñar un proyecto para solucionar un problema que será planteado por un jurado calificador.

(FIN) SMS/LZD
GRM

Publicado: 6/8/2015