La investigación, protección, puesta en valor y difusión de la zona arqueológica monumental de Chankillo, ubicada en la provincia de Casma, región Áncash, fueron declarados de interés nacional y de necesidad pública por la Ley N° 30467, publicada hoy por el Congreso de la República en el Diario Oficial El Peruano.
La norma establece que se proceda de la misma forma con los sitios arqueológicos prehispánicos adyacentes de Sechín, Las Aldas y Manchan, ubicados en la misma circunscripción.
Chankillo, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en enero de 2008, es considerado el observatorio solar más antiguo de América, con una antigüedad de más de 2,000 años. Está conformado por trece torres alineadas de norte a sur, las cuales servían para señalar con bastante precisión los solsticios y equinoccios, y en general para marcar el movimiento cíclico del sol a través del año, indicando el avanzado conocimiento de la astronomía, con fines prácticos y rituales, de los antiguos peruanos.
Según los arqueólogos y principales investigadores de este sitio arqueológico, Iván Ghezzi y Clive Ruggles, se trata del ejemplo más destacado de una nueva clase de complejo arquitectónico monumental que hace su aparición en el paisaje de la costa centro-norte del Perú, en particular entre los valles de Virú y Huarmey, en la época posterior al ocaso de los estilos Cupisnique y Chavín, y por lo tanto probablemente después del abandono del templo en Chavín de Huántar.
Sostienen que estos asentamientos ubicados en las cimas –lugares apropiados para advertir el avance del enemigo y defenderse—, constituyen la arquitectura pública de mayor envergadura para la época, que no se encuentra ni en las aldeas ni en los conjuntos de arquitectura ortogonal de supuesto carácter residencial de élite.
“Por lo tanto, es lícito suponer que su estudio aporta información clave sobre la forma en que se ejerce el poder en un periodo crucial en la prehistoria de los Andes Centrales que separa dos procesos, cada uno con una lógica propia: el desarrollo de centros ceremoniales desde el periodo Precerámico Tardío hasta el Horizonte Temprano, y la formación de los estados expansivos durante los periodos Intermedio Temprano y Horizonte Medio”, argumentan los estudiosos.
El burgomaestre de Casma, Amado Pérez, dijo en aquella ocasión que Chankillo recibe alrededor de 10,000 visitantes anuales y, gracias al convenio suscrito hoy se podrá incrementar esa cifra de visitas porque se desarrollarán trabajos de acondicionamiento y mejora de la infraestructura de acceso a la zona arqueológica.
Refirió que a inicios del 2017 se espera implementar el plan de manejo para la conservación y gestión del complejo arqueológico, y expresó su confianza en que la Unesco admitirá la inclusión de Chankillo en su Lista de Patrimonio Mundial.
"Desde esa fecha WMF-Perú impulsa, a través del financiamiento y asistencia técnica, un programa de conservación en alianza con el Instituto de Investigación Arqueológica, que incluyó investigación mediante excavaciones, levantamiento topográfico, escaneo láser, análisis de laboratorio, estudio detallado de las condiciones de conservación, así como recomendaciones preliminares de conservación", precisó.
Indicó que la inversión realizada en este complejo arqueológico bordeó el millón de dólares, financiamiento que fue ejecutado entre los años 2011 y 2013.
Sechín
Por su parte, el complejo arqueológico y fortaleza de Sechín, ubicado también en la provincia de Casma, se encuentra a 13 kilómetros del océano Pacifico. Tiene un total de 2 hectáreas, sin embargo, los monumentos están agrupados en una sola hectárea. Este sitio arqueológico fue descubierto el 1 de Julio de 1937, por el arqueólogo peruano Julio C. Tello.
El cerro Sechín es parte de un complejo más grande que incluye Sechín Alto y Sechín Bajo. La arquitectura de la Fortaleza de Sechín consta de varias edificaciones construidas en barro y en piedra. El edificio principal consta de 51 metros cuadrados y de 4 metros de altura. Esta construcción tiene una antigüedad de 3,500 años. El templo tiene forma rectangular con esquinas redondeadas y fue construido con adobes cónicos.
La entrada se encuentra orientada hacia el norte y alrededor del muro perimetral se encuentra un conjunto de monolitos o estelas. Una escalera doble de un metro llega a la cima. Dentro de este edificio se encuentra un edificio de piedras con una fachada decorada con casi 300 piedras en relieve que representan sacerdotes y cuerpos mutilados. Los sacerdotes presentan un atuendo diferenciado y algunas armas, mientras que los cuerpos mutilados constan de partes del cuerpo como cabezas, órganos y extremidades.
Las Aldas
Por su parte, el sitio arqueológico de Las Aldas pertenece al período Formativo del Perú y data de entre 1,800 y 1,500 años antes de Cristo. Se trata de un centro ceremonial que está ubicado frente al mar, a 30 kilómetros del valle de Casma. Consta de seis plataformas hechas de piedras labradas. Tiene un total de 390 metros de largo y 70 metros de ancho.
La pirámide principal tiene una base rectangular, está acompañada por pirámides laterales que constan del mismo diseño. En la parte superior del templo principal se encuentra una estructura con tres paredes que forman una letra “U”, lo cual es característico de la época. Hay un total de tres plazas rectangulares que le brindan un factor ceremonial a este sitio arqueológico.
Manchan
Manchan es un sitio arqueológico considerado uno de los últimos reductos de los Chimú, antes de ser conquistados por el inca Pachacútec, y cumplió esencialmente una función administrativa de la zona. Su estructura está hecha de barro, con enormes adobes de la época que se conservan hasta la actualidad.
Esta pequeña ciudadela albergaba entre 2,000 a 3,000 personas y estuvo bien organizada. Cuenta con un canal que abastecía a sus habitantes y permitió el desarrollo de la agricultura en esta zona árida de la costa peruana.
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