El candidato conservador Guillermo Lasso ha dado la sorpresa en Ecuador, al ganar a su oponente correísta Adrés Arauz.
El triunfo de
Lasso rompe el giro a la izquierda en Latinoamérica experimentado en Argentina y Bolivia, país en el que también se celebró el fin de semana la
segunda vuelta de los comicios en cuatro departamentos, con la que se cierra un complicado y largo proceso electoral.
Con el 98,50 % de las actas escrutadas de las elecciones presidenciales del domingo,
Lasso se ha declarado ganador al
sumar el 52,5 % del favor del electorado, frente al candidato del correísmo, Andrés Arauz, que ha obtenido el 47,50 %.
El resultado arroja un voto nulo del 16,29 %, porcentaje
sin precedentes en el país y que parece responder al factor Yaku Pérez, el
excandidato indigenista que pidió a sus simpatizantes ese sufragio.
El claro triunfo de Lasso ha sido una gran sorpresa en Ecuador, después de que Arauz ganara en la primera vuelta celebrada el 7 de febrero, por una diferencia de casi 13 puntos porcentuales.
El heredero político del expresidente Rafael Correa, ha reconocido la victoria de su contrincante al que ha llamado para felicitarle.
También el presidente Ecuador,
Lenín Moreno, le ha felicitado y
le ha deseado "el mayor de los éxitos".
Varios líderes latinoamericanos se han sumado a las felicitaciones al candidato de la alianza conservadora CREO-PSC, un exbanquero que ha abogado por la
"unidad" y el "diálogo" entre todos los ecuatorianos como fórmula para resolver los problemas que aquejan a su país, a
gravados por la pandemia del coronavirus.
Lasso, de 65 años, consigue llegar a la Presidencia en su tercer intento, dando un vuelco a la política de un país que no veía un Gobierno derechista desde antes de 2003.
"Los ecuatorianos han optado por un nuevo rumbo, muy diferente al de los últimos catorce años en Ecuador", manifestó desde el palacio de convenciones en Guayaquil, al declararse vencedor de las elecciones.