Lima, oct. 28 (ANDINA)- Ante la imposibilidad de predecir un movimiento telúrico intenso, expertos en sismología afirmaron hoy que la única manera de reducir las consecuencias de un terremoto es la prevención y la elaboración de planes de reducción de riesgo.
Lima, oct. 28 (ANDINA)- Ante la imposibilidad de predecir un movimiento telúrico intenso, expertos en sismología afirmaron hoy que la única manera de reducir las consecuencias de un terremoto es la prevención y la elaboración de planes de reducción de riesgo.
El sismólogo Julio Kuroiwa, por ejemplo, opinó que los candidatos municipales deben presentar como parte de su plan de trabajo los lineamientos de seguridad frente a un eventual sismo de proporciones.
Recordó que los burgomaestres son los jefe de defensa civil en sus respectivas jurisdicciones, y como tal, tienen la responsabilidad de elaborar cartas de seguridad y efectuar simulacros para rebajar las consecuencias.
Considerado entre los dos mil científicos destacados del siglo XX por el Centro Biográfico de Cambridge, Inglaterra, Kuroiwa aclaró que no existe posibilidad alguna de predecir un terremoto con exactitud.
Leonidas Ocola, investigador del Instituto Geofísico del Perú, compartió la misma opinión al considerar equivocada la creencia de que los cambios climáticos se encuentran relacionados con el registro de un sismo moderado o fuerte.
También descartó en RPP Noticias que octubre sea, según el imaginario popular, un mes caracterizado por los temblores porque el registro histórico demuestra que el promedio de movimientos telúricos no es mayor en comparación con otros meses.
Por ello, refirió que la mejor medida de prevención es que las personas conozcan la zona donde viven, las áreas de seguridad, los sectores más vulnerables, y las principales medidas de previsión frente a un terremoto.
A su vez, el general Felipe Palomino, jefe del Instituto Nacional de Defensa Civil, manifestó que la principal medida de seguridad es el desarrollo de simulacros para conocer el grado de reacción de la población.
Recomendó, además, la ejecución de programas de vivienda baratas con adobe y quincha reforzada para los sectores de menores recursos.
Por su parte, Daniel Olcese, responsable del área de alerta de tsunami de la Dirección de Hidrografía y Navegación de la Marina de Guerra, sostuvo que el peligro de un maremoto sólo es posible si ocurre un terremoto de proporciones.
A fin de disminuir su impacto, planteó la elaboración de cartas de seguridad para ser repartidas en todo el litoral peruano, fijando las distancias mínimas de construcción de viviendas frente al mar.
(FIN) JCP/RES
Publicado: 28/10/2006