Andina

Kuroiwa: Hay que fortalecer prevención contra sismos educando a sectores más pobres para mitigar daños

Refirió que es fundamental empezar cruzada para enseñar a construir viviendas sismorresistentes

Julio Kuroiwa, ingeniero experto en sismología y miembro del Comité Directivo del Cismid

Julio Kuroiwa, ingeniero experto en sismología y miembro del Comité Directivo del Cismid

10:09 | Lima, ene. 14 (ANDINA).

Fortalecer la prevención contra sismos con mayor educación, sobre todo en los sectores más pobres que habitan en las zonas altoandinas y en áreas urbano marginales, permitirá que la población se encuentre más preparada y responda organizadamente frente a desastres de gran magnitud como el ocurrido recientemente en Haití, y con ello mitigar también los daños.

Así lo sostuvo el miembro del Comité Consultivo del Centro Peruano Japonés de Investigaciones Sísmicas y Mitigación de Desastres, Julio Kuroiwa, quien señaló que si bien en el Perú se ha progresado en términos de preparación de la comunidad mediante simulacros e información en los sectores A, B y C, hay que enfatizar esta labor en los sectores D y E.

“La vulnerabilidad de las personas frente a un desastre está directamente relacionada con su nivel de educación. La educación es la base del desarrollo socioeconómico del país y ello implica que contribuye decididamente en la prevención de los desastres”, manifestó en RPP.

Afirmó que esto ocurrió en Haití, donde la gran mayoría de pobladores carece de educación y preparación para este tipo de situaciones, lo que originó una alta cantidad de víctimas e inmensas pérdidas materiales.

Indicó que otro aspecto importante es la mejora en las técnicas de construcción de inmuebles con un concepto antisísmico, lo que permitió mitigar los daños materiales en el terremoto ocurrido en la zona sur del país en el 2007.

En ese sentido, recordó que tras el terremoto que asoló el país en 1970 –considerado como uno de los más devastadores del siglo XX en América y con un saldo lamentable de 67 mil fallecidos- un equipo de ingenieros peruanos empezó a trabajar en modelos de viviendas antisísmicas y ello dio como resultado un sistema de albañilería muy resistente.

“Creo que en estos aspectos hemos progresado. La albañilería con vigas y columnas que “amarran” la construcción como un paquete permitió que, por ejemplo, el 95 por ciento de las  viviendas construidas con ese método en Chincha Alta resistió al embate del fuerte sismo”, manifestó.

Sin embargo, consideró fundamental empezar una cruzada para enseñar a las poblaciones altoandinas del país cómo construir viviendas sismorresistentes, adaptando el modelo ya existente a la realidad de cada zona.

Explicó que las construcciones altoandinas son espacios con techos muy altos y largos que no tienen resistencia cuando ocurre un sismo. Lo mismo ocurre en las zonas urbano marginales, donde la autoconstrucción contribuyó a la fragilidad de las viviendas, dado que no cuentan con la supervisión de un ingeniero que identifique los puntos débiles en la edificación, agregó.

A ello se suma que los integrantes de las familias que habitan esas viviendas viven juntos, lo que incrementa el nivel de daño humano cuando se cae la vivienda.

Kuroiwa adelantó que próximamente publicará un libro dirigido a los docentes de los niveles primaria y secundaria, especialmente para los que enseñan en zonas altoandinas y urbano marginales para que contribuyan a educar a la comunidad y mitigar los daños.

(FIN) LZD/LZD

 


 


Publicado: 14/1/2010