La exguerrilla FARC anunció este jueves que se retira de la carrera presidencial en Colombia por los problemas de salud de su líder y candidato, Rodrigo Londoño (Timochenko), internado en un hospital en Bogotá.
"La cirugía practicada en el día de ayer (...) nos ha llevado a declinar nuestra aspiración presidencial", dijo el excomandante guerrillero y candidato al Senado, Iván Márquez, en rueda de prensa.
Márquez afirmó que la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC), el partido surgido del acuerdo de paz de finales de 2016, continuará en la contienda legislativa del domingo y no descartó apoyar a alguno de los aspirantes presidenciales en los comicios del 27 de mayo.
"El no participar en la contienda presidencial de manera directa y con candidato, no quiere decir que no asumamos también una vocería frente a los demás candidatos", sostuvo.
El jefe negociador de los rebeldes comunistas en las negociaciones no dio luces sobre a quién podrían apoyar, aunque aseguró que no han iniciado conversaciones con ningún partido. "Vamos a estar un poco expectantes", afirmó.
Márquez abogó por un "diálogo con todos los sectores políticos a fin de tender puentes para hacer realidad una gran convergencia nacional" y reiteró el llamado de la FARC a un "gobierno de transición" que garantice la implementación del acuerdo de paz.
Los analistas coinciden en que el respaldo de la FARC a otro candidato puede ser una especie de "abrazo de oso", por la mala imagen que tienen los colombianos de la otrora guerrilla comunista por sus crímenes durante medio siglo de conflicto armado.
El derechista Iván Duque, del Centro Democrático, el partido que lidera el expresidente Álvaro Uribe, férreo opositor al pacto de paz; el izquierdista Gustavo Petro, y el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo (centro), lideran la intención de voto de cara a las presidenciales.
La FARC también apeló a la "falta de garantías" que han tenido para sus campañas políticas como razón para no buscar la jefatura máxima del Estado.
La fórmula vicepresidencial de Londoño, Imelda Daza, aseguró que desde la firma del pacto de paz, a finales de noviembre de 2016, han sido asesinados más de 50 exguerrilleros o familiares de ellos. "Hemos asumido con toda decisión nuestra aspiración de superar todo vínculo entre violencia y política", señaló.
"Buena decisión"
"Es un acierto político porque las encuestas mostraban una gran derrota", dijo a la AFP este profesor de la Universidad Externado de Colombia. Los sondeos registraban un apoyo del 1% a Londoño.
Timochenko, el último comandante de la que fue la guerrilla más poderosa de América, había suspendido el 9 de febrero los actos de plaza pública a raíz de protestas e intentos de agresión sufridos en varios puntos del país.
Su salud venía en deterioro desde 2015, cuando estuvo al borde de la muerte a causa de un infarto que lo sorprendió en La Habana, sede por cuatro años de las negociaciones de paz.
Londoño volvió a encender las alarmas en julio de 2017, cuando sufrió un "leve" accidente cerebro vascular que le dificultó el habla temporalmente.
El líder rebelde, que sobrevivió a una intensa campaña militar que intentó en vano acabar con las FARC a principios de esta década, recibió tratamiento por varios meses en La Habana, antes de asumir la candidatura de la exguerrilla a finales del año pasado.
Los médicos le hallaron esta semana "una enfermedad pulmonar crónica" y "obstrucción cerebral de la arteria interna derecha".
"Va a durar varias semanas en recuperación", dijo el candidato rebelde al Senado y Carlos Antonio Lozada.
Colombia celebrará el domingo elecciones al Senado y la Cámara. El acuerdo de paz garantiza al menos diez escaños a los rebeldes en un Congreso de 280 plazas, aunque deberán participar en la contienda.
En tanto, en mayo los colombianos elegirán al sucesor de Juan Manuel Santos, que dejará el poder en agosto tras dos mandatos de cuatro años.
(FIN) AFP/MAE
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Publicado: 8/3/2018