Andina

Falta de apetito en niños por anemia o parásitos puede retrasar su crecimiento

Se debe acudir al médico frente a síntomas de fatiga, irritabilidad o palidez

Cada niño ingiere una cantidad diferente de alimentos, según su capacidad gástrica. Foto: ANDINA/Archivo.

Cada niño ingiere una cantidad diferente de alimentos, según su capacidad gástrica. Foto: ANDINA/Archivo.

13:08 | Lima, ago. 24 (ANDINA).

La falta de apetito en los niños, motivada por la presencia de parásitos en el organismo o por anemia, podría retrasar su curva de crecimiento y hacer que los menores no ganen peso, lo que debe alertar a los padres de familiar, advirtió hoy el Ministerio de Salud (Minsa).

Dariela Armas Aranda, nutricionista del Hospital Nacional Docente Madre Niño San Bartolomé, explicó que al disminuir la velocidad de crecimiento, y por ende los requerimientos de energía y nutrientes, se reduce el apetito.

Por tal razón recomendó a los padres de familia estar siempre atentos a la ganancia de peso y a la curva de crecimiento de sus hijos, llevándolos al médico si se presenta en ellos fatiga, palidez, irritabilidad, poca actividad, deseo de dormir mucho o pérdida de peso excesiva.

La especialista indicó que cada niño ingiere una cantidad diferente de alimentos, pues su capacidad gástrica lo determina su peso e incluso el apetito varia de un día a otro, por eso es importante llevar a los niños a su control de crecimiento y desarrollo para evaluarlos.

Advirtió que si la pérdida de apetito es frecuente puede ocasionar desnutrición, lo cual afectará su desarrollo.

Frente a la disminución del apetito recomendó establecer, si presenta un problema de salud, fraccionar la comida en varias veces al día, tomar importancia en la cantidad por vez que se come y la combinación de los grupos de alimentos constructores, energéticos y complementarios.

También sugirió evitar condicionar al niño con estimulo recompensa, sobretodo si es con golosinas y evitar el consumo de las mismas.

Asimismo, se debe tomar en cuenta que el consumo excesivo de azucares simples compite con la disponibilidad de la vitamina B6. Al tener bajo apetito hay disminución de consumo de alimentos fuentes de hierro trayendo como consecuencia la anemia.

Si no se corrige la falta de apetito, añadió, se debe acudir al médico para descartar parasitosis o anemia, iniciar el tratamiento, acudir al nutricionista para ayudar a identificar cual es el inconveniente con la alimentación y visitar al psicólogo para aprender a manejar a un niño inapetente.

Armas Aranda recordó que cuando el apetito ha conllevado a una disminución de peso excesiva y se tiene déficit de hierro en la sangre, se compromete la parte inmunológica del niño, provocando que se enferme frecuentemente.

Expresó -del mismo modo- que no es recomendable usar estimulantes del apetito, pues lo primordial es establecer si la disminución del apetito es fisiológica.

(FIN) NDP/MVF


Publicado: 24/8/2008