Esta madrugada, víctima de un paro cardíaco, falleció el compositor, productor, investigador etnomusical y baterista, Mino Mele, quien con menos de 50 años de edad, produjo más de un centenar de álbumes.
Si bien el músico limeño se inició en el rock con bandas como Sor Obscena y Héroe Inocente y Rafo Ráez, empezó a hacerse un nombre cuando aportó su creatividad y talento, desde fines de los ochenta, en la banda Del Pueblo Del Barrio.
Desde fines de los noventa impulsó el proyecto Kavilando, liderado por el guitarrista ayacuchano Manuelcha Prado.
Fue básicamente con el trabajo de fusión de Kavilando –que también integraron el bajista Pancho Muller, y el multiinstrumentista Chano Díaz Límaco-, que iniciaron en pleno gobierno fujimorista un nuevo movimiento “que marcó una época mucho más social, política, contestataria”, como dice Manuelcha Prado.
Un innovador respetuoso
Pero el excelente trabajo de Mino Mele en la batería que se puede reconocer en el álbum Saqra (2000), fue fruto de un profundo estudio de la música andina: Mele dio cátedra de cómo se acompaña debidamente con la batería los géneros de los Andes respetando las raíces musicales.
“Tuve que inventar patrones para tratar de seguirle los bordones porque el huaino es desordenado, cambia de compases a cada rato, es irregular, esa es su lógica y su riqueza. La música andina, la amazónica es utilitaria, no está hecha por las puras; entonces si no cumple su objetivo primario, que es bailar, entonces no va”, comentó en una entrevista con el diario oficial El Peruano.
El artista bautizó a su trabajo con lo andino como “novo andina”, porque acá todos, jazz, blues y rock, confluyen para aportar a las sonoridades milenarias.
Su álbum Coca Kintucha (2006), es otro puntal de su carrera. Junto a la tecladista Gisela Pérez-Ruibal, hizo un “acercamiento moderno a la visión arguediana”.
Para el artista era “un documento histórico”: rescató la voz del escritor y antropólogo José María Arguedas (1911-1969), en “Amapolay”, “Saruykuy” y “Lorochay”, y las fusionó con arreglos contemporáneos de batería, guitarras eléctricas, sintetizadores y bajo en armonía con quenas, zampoñas y violín nativo.
Se definía y ejercitaba su arguedianismo. Las Fiestas Patrias del año 2010 sonaron distinto, Mino Mele produjo para el Instituto Nacional de Desarrollo de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuano (Indepa), el Himno Nacional en cuatro idiomas nativos: en un alegre huainito en quechua, un aguerrido sicuri aimara, una coqueta awajun y un canto asháninka modernizado.
“Ahora me considero un peruanista. Ya no tengo el cliché de querer ser un inglés de MTV. Me gustaría sí estar en MTV pero con una bandurria canchina. Quisiera ver un día a Sting o a Bono tocando con una bandurria, pero para eso hay que hacer una chamba, nombrar a la bandurria patrimonio de Canchis, por ejemplo; elevar el nivel de las producciones y luego perfeccionarlas”, dijo en una entrevista para el diario oficial El Peruano, cuando lanzó el proyecto.
Mele era famoso ya, pero dejó el establishment, su casa en Apolo, en La Victoria, y se internó en las comunidades andinas y amazónicas.
Durante seis años radicó en la provincia cusqueña de Canchis, investigando su música y rescatando los distintos tipos de tamaños y afinaciones de la bandurria canchina.
Posteriormente investigó la cultura bora que para él “hay muchas posibilidades de trabajar sobre sus cantos, tiene un sonido muy africano, muy interesante”.
Virtuoso y comprometido
Dejó otros trabajos interesantes como “Tierra: Proyecto por la interculturalidad”, donde trabaja sonoridades, ritmos y melodías de costa, sierra y selva junto a figuras del rock nacional; también produjo la canción “Bajito el tren”, que le valió al cantautor Javier Lazo el premio del festival de Música Claro en 2008.
Esta última se puede apreciar su cariño por el sonido de la bandurria cusqueña. En 2010 produjo el segundo álbum de folkpop de Killary, quien nos representó en el Festival Internacional de Viña del Mar.
Mino Mele musicalizó obras teatrales de Gloria María Solari, produjo el disco de 20 canciones “Paukartampu” para el espectáculo homónimo de César Aedo.
Recuerda el periodista Carlos Huamán que “actualmente, venía trabajando en su primer disco bora, como él mismo decía y en un álbum de violín andino y metal junto al maestro Chimango Lares, junto al rapero Chispa Rap, estaba por lanzar Mis Raíces, disco de hip hop afroperuano que ya había producido hace algún tiempo”.
Necesitan ayuda
La noticia de su muerte ha tomado a su familia en medio de apuros económicos. Cualquier apoyo, se pueda brindar a su viuda, la señora Janet Mesia a la cuenta Ahorros Soles BCP 191-24334576078 o al teléfono 999 681 571.
(FIN) JVV / ECG
Publicado: 18/6/2015