Entre las grandes economías de América Latina, Perú (57%), México (48%) y Brasil (14%) lideraron el aumento de la inversión extranjera directa en el 2024 en comparación con el año anterior, gracias a la confianza de los inversionistas en estas economías que presentan condiciones favorables para los negocios, según un infome de BBC Mundo.
"Los inversionistas tienen una mayor confianza en esos países, ven condiciones favorables para hacer negocios, potencial de crecimiento y un entorno más estable", le dice a BBC Mundo Mine Doyran, profesora de la Escuela de Negocios de la City University of New York (CUNY, por sus siglas en inglés).
Al contrario, cuando los flujos de capital desde el exterior son esquivos, suele ser una señal de preocupaciones sobre la estabilidad económica, el entorno político o las perspectivas de crecimiento de un país. Pero siempre hay matices. No solo se trata de analizar cuánto subió o cuánto bajó la inversión extranjera a secas, ya que hay una cuestión aún más importante que los montos: el tipo de inversión.

El informe de BBC Mundo indica que el caso de Perú es bastante singular. A diferencia de la tendencia regional, el mayor impulsor del crecimiento de la inversión extranjera fueron los aportes de capital, es decir, la llegada de fondos frescos desde el exterior, mientras que la reinversión de utilidades y los préstamos entre bancos cayeron.
Perú es conocido como uno de los grandes receptores de inversión extranjera, señala Doyran, porque es una de las economías más abiertas de la región, especialmente en áreas como la minería, la infraestructura o la energía, en las que existen menos regulaciones que en otras naciones.
También ha contribuido al aumento del 57% de la inversión extranjera directa (IED), que llegó a los 6,800 millones de dólares en el 2024), la recuperación del sector minero y de los precios globales de las materias primas.
En el 2024 fueron anunciados tres megaproyectos en Perú: la construcción y operación de una nueva carretera de circunvalación en Lima; el desarrollo de una planta de producción de amoniaco verde alimentada por energía solar en la región de Arequipa; y la expansión de la mina de cobre y zinc de Antamina (el anuncio más importante del sector de los metales desde el 2019).

En América Latina, la IED aumentó en el 2024, marcando una subida de 7.1% respecto al año anterior, con un total de 189,000 millones de dólares (equivalente al 2.8% del Producto Interno Bruto de la región).
Sin embargo, pese a que la IED aumentó, al mismo tiempo se produjo un estancamiento en la llegada de nuevos inversores a la región. ¿Cómo se explica eso? Básicamente porque la IED incluye varias cosas en la misma canasta.
Por un lado, refleja la llegada de capital fresco desde el exterior (conocido técnicamente como el aporte de capital). Por el otro, incluye la reinversión de utilidades que hace una empresa extranjera en el mismo país. Y, finalmente, la IED también considera los préstamos que se hacen las empresas entre sí.
Lo que pasó en Latinoamérica en el 2024, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), es que la subida de la inversión extranjera vino por el lado de la reinversión de fondos que hicieron las empresas internacionales que ya operaban en la región, en vez del ingreso de nuevas compañías multinacionales.
El estancamiento en la llegada de nuevas inversiones "refleja el bajo interés de nuevas empresas en localizarse en la región". Mirando el panorama general, Doyran afirma que los datos de IED "son buenas noticias y malas noticias al mismo tiempo", dado que las empresas instaladas en la región reinvirtieron sus ganancias en vez de llevárselas, pero se estancó el ingreso de capitales nuevos.
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(FIN) BBC Mundo/CNA
Publicado: 5/8/2025