El Perú es productor de Gas Licuado de Petróleo (GLP), lo que facilita su acceso a más hogares y su distribución en zonas remotas. Actualmente representa el 12% de la matriz energética nacional y son 28 millones de peruanos los que se benefician de su uso.
Además, es un potente aliado para la población que aún no tiene acceso a la energía y continúan cocinando con otras opciones que dañan su salud como la leña o carbón.
Conoce cómo el GLP puede reducir la pobreza energética y derriba algunos de los mitos que giran en torno a él en la siguiente nota.
¿Sabías que las industrias que dependen del GLP representan más del 6 % del PBI nacional? El sector pesquero, agroindustrial, textil y avícola utilizan gas licuado de petróleo para su desarrollo.
Además, más de 7 millones de hogares lo usan como combustible para cocinar. Son más de 200,000 restaurantes, más 20,000 hoteles y 20,000 centros de salud a nivel nacional que también lo emplean como fuente de energía. Asimismo, en el sector vehicular, se consume el 35 % del total de GLP a nivel nacional.
“Este tipo de gas es una fuente de energía para cerca de 28 millones de peruanos y su alcance aún puede ampliarse a más personas del país gracias a la capacidad de ser envasado y transportado a todos lados, y gracias a que también se dispone de más de 1,600 estaciones de servicio en el país” comenta Alessandra Dentone, gerente comercial de Solgas.
En ese sentido, comparte 4 de los principales beneficios de este combustible:
1. Energía accesible y transportable
El Perú al ser productor de GLP, se cuenta con disponibilidad y accesibilidad a este recurso, así como una red de distribución flexible, ya sea para uso doméstico, industrial o vehicular.
Trasladarlo es sencillo, puede hacerse por mar o carretera, sin necesidad de grandes infraestructuras de tubería, llegando a zonas lejanas donde otras redes de suministro de energía no tienen acceso, es decir, el GLP puede contribuir a reducir la pobreza energética en el país.
2. Amigable con el medio ambiente
El GLP reduce las emisiones de óxido de nitrógeno en un 68 % aproximadamente y las emisiones de dióxido de carbono en un 15 %. En contraste con otras fuentes de energía, el uso de este combustible no genera residuos nocivos ni potencialmente peligrosos.
Con relación a la electricidad genera un 30 % menos de emisiones y se estima que emite 150 veces menos monóxido de carbono y una proporción significativamente menor de partículas muy pequeñas (MP2.5) que cuando se usa leña o carbón, que son tipos de energía que no solo afectan al planeta sino también contaminan el aire doméstico causando enfermedades cerebrovasculares, cardiopatía isquémica, enfermedad obstructiva crónica y hasta cáncer de pulmón.
3. No malogra el motor del auto
El GLP vehicular ofrece una combustión más limpia, generando menos residuos y depósitos en el motor. Esto reduce su desgaste y corrosión, prolongando su durabilidad y disminuyendo la necesidad de costosas reparaciones. Comparado con el gas natural (GN), el gas licuado de petróleo tiene una temperatura de llama más baja que evita un deterioro prematuro de sus piezas y minimiza el estrés térmico en las cámaras de combustión.
Estas propiedades físico - químicas contribuyen a un mejor rendimiento y longevidad del motor, asegurando un funcionamiento más eficiente y económico del vehículo.
4. Mayor ahorro
En comparación con la gasolina o el diésel, el GLP es más económico, pudiendo representar hasta un 40 – 50 % de ahorro para los consumidores finales, por lo que lo vuelve aún más accesible.
“Otra de sus ventajas es que es manejable y tiene una excelente relación volumen/energía, por lo que puede entrar en acción con rapidez después de desastres naturales y crisis humanitarias que precisen de disponibilidad local de energía para calefacción, cocina o generación de electricidad”, puntualiza Dentone.
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(FIN) NDP / MDV /JJN
Publicado: 4/4/2024