Andina

Carnaval: disfruta de estos cautivantes destinos donde se celebra esta eufórica festividad

Lugares de singular belleza paisajística, herencia cultural ancestral, población hospitalaria y suculenta culinaria

La celebración de los carnavales, que colma de júbilo, colorido y participación popular a todo el Perú, es también una ocasión para conocer y disfrutar de los diversos recursos y atractivos turísticos en las regiones donde se desarrolla esta tradicional festividad. ANDINA/archivo

La celebración de los carnavales, que colma de júbilo, colorido y participación popular a todo el Perú, es también una ocasión para conocer y disfrutar de los diversos recursos y atractivos turísticos en las regiones donde se desarrolla esta tradicional festividad. ANDINA/archivo

14:02 | Lima, feb. 7.

La celebración de los carnavales, que colma de júbilo, colorido y participación popular a todo el Perú, es también una ocasión para conocer y disfrutar de los diversos recursos y atractivos turísticos en las regiones donde se desarrolla esta tradicional festividad.


Cada uno de los destinos donde se festejan los carnavales ostenta lugares de extraordinaria belleza paisajística, herencia cultural ancestral, población hospitalaria y suculenta gastronomía que enamoran a los visitantes y los motivan a retornar más de una vez.


A continuación, algunas de las regiones que tienen en los carnavales a una de las principales celebraciones de su calendario festivo y que son destinos de imprescindible visita.

Ayacucho


En esta región el carnaval, declarado Patrimonio Cultural de la Nación en diciembre de 2003, se expresa con euforia contagiosa. Las calles y plazas de la ciudad son invadidas por comparsas, danzas y música llenas de alegría, colorido y entusiasmo, que congregan una creciente asistencia de turistas nacionales y extranjeros cada año.         


La celebración del Carnaval Ayacuchano, del 22 al 26 de febrero, es una oportunidad para recorrer la ciudad de Ayacucho, que alberga una serie de monumentos históricos y religiosos, como sus 33 iglesias católicas, que constituyen su sello emblemático como una ciudad importante que desborda cultura y que aspira con justa razón a ser Patrimonio de la Humanidad.


El punto de partida es la Plaza de Armas, donde destacan las arquerías de piedra en el primer nivel, pilares con balaustres en el segundo nivel y techos de tejas de arcilla roja. Entre las edificaciones más importantes destacan la Basílica Catedral, que cuenta con diez retablos bañados en pan de oro y está consagrada a la Virgen de las Nieves, y el Palacio Municipal Provincial.


Otras construcciones relevantes por su diseño arquitectónico y trascendencia histórica son la Casa Boza y Solís, los templos de Santo Domingo, de La Merced y de la Compañía de Jesús, los monasterios de Santa Clara de Asís y de las Carmelitas Descalzas.


Asimismo, el Arco del Triunfo o de San Francisco, la Casa Castilla y Zamora, la Casa Vivanco, la Casa Velarde Álvarez, donde funciona actualmente el Centro Cultural de la Universidad Nacional San Cristóbal de Huamanga.


Al sur de la ciudad se puede visitar destinos como Huaraca, zona ubicada en el distrito de Vinchos, a una hora y media de viaje desde la ciudad de Ayacucho. Posee una hermosa laguna y en sus alrededores se encuentra el bosque de piedras gigantes con siluetas de animales diversos.


Otro destino a conocer es Tintacayoq, situado a 98 kilómetros al sur de la ciudad de Ayacucho, a la altura del kilómetro 101 de la carretera a Vilcashuamán. Allí se encuentra el área de conservación regional Bosque de Puyas Raymondi, que tiene una superficie de 6,000 hectáreas y donde se estima que existen 200,000 ejemplares de esta singular planta que supera los 10 metros de altura y que florece cada 100 años.   


Un destino infaltable es Huancapi, capital de la provincia de Víctor Fajardo, ubicada a 3,100 metros sobre el nivel del mar. Conocida también como la “Ciudad Ecológica del mundo” en honor a la protesta que el pueblo realizara años atrás con la intención de impedir la tala de un cedro que se encuentra en la plaza principal y que ha sido testigo de muchos años de historia en la ciudad.


Al norte de la ciudad y para quienes desean conocer donde se originó el poblamiento del Perú, hace 20,000 años, deben llegar al complejo arqueológico de Pacaycasa, donde se encuentra la cueva de Piquimachay. Allí se encontraron los artefactos líticos más antiguos del país, asociados a huesos de fauna extinguida (mastodontes, tigres dientes de sable y camélidos). 


También se encuentran en ese lugar los restos de la gran ciudad preinca de Wari, capital de la cultura del mismo nombre, que habría albergado una población de 55,000 habitantes. Otro sitio arqueológico es Tablapampa, perteneciente a la cultura preinca Huarpa.


Situado a 37 kilómetros de la ciudad de Ayacucho se encuentra la Pampa de la Quinua, en el Santuario Histórico de la Pampa de Ayacucho, creado el 14 de julio de 1980 y escenario de la célebre Batalla de Ayacucho (9 de diciembre de 1824), que selló la independencia de América del Sur del dominio colonial español.


El santuario está emplazado en una planicie elevada y de cierta pendiente a 3,350 metros de altitud. Debido a su privilegiada ubicación geográfica, es un mirador natural desde donde se puede observar los paisajes de la campiña ayacuchana.


Ayacucho es la región con mayor número de expresiones declaradas Patrimonio Cultural de la Nación, sumando 20 hasta ahora. Entre estas expresiones destacan el Arte de la Cerería; los Conocimientos, técnicas e iconografía asociados a la producción del Retablo; los Conocimientos, técnicas e iconografía asociadas al tallado en piedra de Huamanga.


La gastronomía ayacuchana tiene como plato bandera al Puca Picante, que celebra su onomástico cada 2 de febrero. Otros destacados exponentes son el puchero ayacuchano, así como platos a base de trucha y de cuy, entre otros que maridados con la tradicional chicha de jora enamorarán a los comensales y que, junto con la gran hospitalidad de la población, motivarán a volver más de una vez a la acogedora región Ayacucho.

Apurímac


La ciudad de Abancay, capital departamental, se viste de colores y disfruta de música y danzas de herencia ancestral para festejar con júbilo el “Carnaval Abanquino”. Esta popular celebración tiene como principal característica la picardía y la participación de los entusiastas habitantes.


Otro famoso carnaval es el Pukllay en la ciudad de Andahuaylas, llamado también Carnaval Originario del Perú. Es un festejo esperado por turistas nacionales y extranjeros que visitan Andahuaylas para participar de los pasacalles y disfrutar de la música tradicional andina; además de saborear sus emblemáticos platos típicos. Este carnaval expresa la identidad y la vigencia de la milenaria cultura andina y permite el reencuentro del campo y la ciudad durante la celebración carnavalesca.


En Apurímac se puede visitar el Santuario Nacional de Ampay, ubicado a 5 kilómetros al norte de la ciudad de Abancay. Allí se puede observar la flora (como la intimpa, una especie arbórea en peligro de extinción, orquídeas, helechos, entre otros) y la fauna (zorros, venados, osos de anteojos, vizcachas, pumas, gatos monteses, zorrinos, perdices y búhos).


Esta área natural protegida cuenta con lugares debidamente acondicionados donde se realizan caminatas y campamentos. Además, se puede visitar la catarata de Faccha, ubicada en el sector de Paccha, a 3,650 metros de altura y puede practicarse el andinismo en el glaciar de Ampay.


Otro de los atractivos imperdibles es el conjunto arqueológico de Saywite, situado a 47 kilómetros al noreste de la ciudad de Abancay. Se le considera el centro religioso de culto al agua y sobresale el monolito de Saywite, de 2,5 metros de altura. Sus tallados representan la geografía y el medio ambiente de la zona. Resalta, igualmente, la presencia del Intihuatana o Reloj Solar.


Al este de la ciudad de Abancay se encuentran los Baños Termales de Cconoc, cuyas aguas poseen propiedades medicinales para tratar dolencias como artritis, dolores musculares y reumatismo, entre otros males. 


Por su parte, la provincia de Andahuaylas también tiene sus encantos, como la laguna de Pacucha. Sus aguas son hábitat del pejerrey andino y de la trucha. Por estar rodeada de arena y totorales, sirve de hogar a diferentes especies de aves silvestres.


Un atractivo turístico muy importante es el Bosque de Piedra de Pampachiri, a 130 kilómetros de la ciudad de Andahuaylas. Los bosques líticos tienen formas piramidales, con alturas de 6 a 8 metros. En la parte superior de las rocas hay minerales como el cuarzo que, por su poder de erosión, ha creado las formas y colores especiales de un bosque mágico.


También destaca el complejo arqueológico de Sóndor, localizado en el distrito de Pacucha, provincia de Andahuaylas. Está constituido por terrazas construidas por la civilización Chanka (1100-1400 d.C.), y posteriormente fueron ocupadas por los incas (1400-1532). Por la forma piramidal de esta edificación y su visión estratégica hacia la laguna de Pacucha, se considera a Sóndor como escenario de actividades religiosas. En junio se celebra allí el Sóndor Raymi, festividad conocida como la “Epopeya Chanka”.  

Cajamarca


Considerada la “Capital del Carnaval Peruano”, Cajamarca se esmera cada año en superar la organización de esta festividad desbordante de alegría, colorido y simbolismo, de la que ningún poblador local ni visitante se sustrae, sino que se entrega por completo a esta gala llena de identidad regional.


Visitar la ciudad de Cajamarca será, sin duda, una experiencia inolvidable, del 22 al 26 de febrero, fechas centrales de la celebración del carnaval. En paralelo a esta emblemática fiesta se puede aprovechar la ocasión para disfrutar de sus impactantes atractivos turísticos.


Heredera de un legado arquitectónico incaico que se aprecia en diversas construcciones monumentales, un lugar de visita obligada en el centro de la ciudad es el Cuarto del Rescate del inca Atahualpa, célebre recinto en el que el gobernante del imperio más vasto de Sudamérica ofreció llenar de oro y plata hasta donde llegase su brazo en alto, a cambio de su liberación por parte del conquistador Francisco Pizarro.


La época colonial también dejó una huella extraordinaria en Cajamarca, expresada en las iglesias católicas donde destacan la basílica catedral, las iglesias San Francisco, La Concepción y La Recoleta, el templo de Belén, entre otras casas de oración que aglutinan a miles de fieles cristianos.


Pasear por el centro histórico e ir de excursión a la cima del cerro Santa Apolonia, el santuario ubicado en lo alto de una colina cubierta de escaleras de piedra, conduce a un mirador que permite apreciar la plaza de Armas y las iglesias de la ciudad en toda su dimensión.


A 20 kilómetros al suroeste de la ciudad de Cajamarca, a 45 minutos en auto y a 3,500 metros sobre el nivel del mar, se encuentra Cumbemayo, una de las más notables obras de ingeniería hidráulica de América precolombina hecha por la cultura Cajamarca. Construida aproximadamente 1,000 años antes de Cristo a tajo abierto en el complejo rocoso, la estructura servía para trasladar las aguas de la cuenca del Atlántico hacia el Pacífico. Está rodeado por un fantástico bosque de piedras que parece reproducir las siluetas de piadosos frailes, por lo que familiarmente se les denomina "frailones”.


Los amantes del turismo vivencial pueden visitar la granja Porcón, un ejemplo exitoso de cooperativa comunal, cuyos propietarios emprendedores comparten con los visitantes las actividades de su vida campestre, en que destacan las faenas agrícolas y ganaderas.


Ubicado en el distrito del mismo nombre, los baños del Inca poseen aguas termales de temperaturas superiores a 40 ºC. Los minerales que las componen presentan propiedades terapéuticas para el tratamiento de afecciones a los huesos y al sistema nervioso. Es uno de los destinos más visitados en Cajamarca.


En el ámbito gastronómico la oferta es diversa y destacan platos a base de carne de res y cordero, aderezados con hierbas aromáticas y acompañados con papas nativas. Considerada también la Capital Láctea del Perú, Cajamarca se precia de ofrecer los helados más deliciosos de Perú a base de la mejor leche y las frutas más diversas.

Huánuco


En febrero, la ciudad de Huánuco se viste de llamativos colores para iniciar el esperado Carnaval Tinkuy, declarado el 2015 Patrimonio Cultural de la Nación. Esta celebración preserva la tradición cultural de pueblos como Tambogán y Utao. 


La fiesta se caracteriza por la “guerra de las naranjas”, una tradición muy marcada que consiste en utilizar este fruto como municiones, mientras dos bandos sostienen un enfrentamiento lleno de alegría. En la celebración carnavalesca, el pueblo huanuqueño disfruta de un ameno pasacalle, acompañado por danzas, música y fuegos artificiales. También se realiza la tradicional “yunza”, con una entusiasta participación popular.


Según la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Nación, esta manifestación cultural conjuga el sincretismo entre la iconografía católica de las cruces y la veneración a las “jirkas” o divinidades tutelares andinas.


Fundada el 15 de agosto de 1539 como Ciudad de los Caballeros de León de Huánuco, esta urbe posee una hermosa geografía que constituye una bisagra natural entre la sierra y la selva peruana. Próxima a cumplir su 180° aniversario de fundación española, la capital de la región Huánuco nos invita a conocer sus bellos atractivos turísticos.


Entre los principales atractivos turísticos que esta bella metrópoli tiene para ofrecer a sus visitantes se encuentran lugares como la plaza de Armas, construida durante la época Republicana, en 1845, y en cuyo centro se sitúa una hermosa obra esculpida por el artista italiano Pedro Caretti.


En el centro histórico de Huánuco destacan edificaciones religiosas como la catedral y las iglesias de San Francisco y San Sebastián, construidas entre los siglos XVI y XVII. 

Situado en las afueras de la ciudad, el Puente Calicanto es una hermosa obra de arte del siglo XIX, que se extiende sobre el majestuoso río Huallaga. Este puente sirve de enlace entre las ciudades de Huánuco y Tingo María y se ubica a quince minutos del centro de la ciudad de Huánuco. 


El puente fue construido a base de piedra de “canto rodado” unida con mezcla de “cal”, arena y claras de huevos, de donde se deriva su nombre. Tiene una extensión de 60 metros y está formado por dos columnas que terminan en balcones semicirculares. En el lugar se recuerda el fusilamiento de los héroes Huanuqueños, que se levantaron contra la dominación española en 1812 y también la proclamación de la Independencia antes que todas las ciudades del Perú, el 15 de Julio de 1820.


Ubicada a solo 5 kilómetros al oeste de la ciudad de Huánuco, se encuentra el templo de Kotosh o “Templo de las Manos Cruzadas”, que data del periodo precerámico o arcaico final (11,000 – 6,600 a.C.). Su descubrimiento ocurrió en los inicios de la década de 1960, en un estudio realizado por arqueólogos japoneses, quienes fueron dirigidos por Seiichi Izumi, quien logró dejar ver que bajo una edificación llamada “Los Nichitos”, se halló lo que hoy se conoce como “El Templo de las Manos Cruzadas”, llamado así porque en una de sus paredes se encontró dos esculturas que representan un par de manos cruzadas.


A 19 kilómetros de la ciudad de Huánuco, sobre los 2,000 metros sobre el nivel del mar, se encuentra la vivienda donde nació Micaela Villegas, conocida históricamente como “La Perricholi”, quien tuvo un romance con el virrey Manuel Amat y Juniet. 

La vivienda es una hermosa casa de adobe construida sobre una cuesta empinada, desde la que es posible divisar el pueblo de Tomayquichua. Esta casa data de 1739 y dentro hay un pequeño guardarropa en la habitación principal, muebles de la época, una réplica de la cocina, un carruaje reconstruido, hermosos jardines bien cuidados y vestuarios de moda de la época.


Localizado a 134 kilómetros de Huánuco, en la provincia de Dos de Mayo, se encuentra el complejo arqueológico de Huánuco-Pampa. Se trata de un centro administrativo inca, donde se aprecia la planificación de una ciudad Inca con sus casas, calles y edificios. Es, desde hace varias décadas, el escenario elegido para la conmemoración del Inti Raymi en Huánuco.


Piura


La ciudad del eterno verano y la hospitalidad recibe cada año a muchos visitantes para celebrar junto a su población la exultante festividad de los carnavales. La gala se inicia con la elección de la Señorita Carnaval, y después tiene lugar el tradicional juego de pintura y agua por las calles de la ciudad, en medio de comparsas de danzantes tradicionales. Por la noche, las bandas musicales se enfrentan con sus mejores repertorios, teniendo al público como jurado para designar a la ganadora.


El recorrido por la segunda urbe más poblada del Perú y principal centro comercial, administrativo y de servicios de la región Piura empieza en su Plaza de Armas. Rodeada de tamarindos sembrados hace más de un siglo, en el centro se encuentra la “Estatua de la Libertad”, popularmente conocida como “La Pola”, que constituye una alegoría de la libertad y fue obsequiada por el presidente José Balta, en 1870.


Otra edificación importante es la Basílica Catedral. Ubicada en la calle Huancavelica 362, esta iglesia fue construida en 1588 bajo la advocación de la Virgen de la Asunción y de San Miguel Arcángel. En su interior conserva un retablo churrigueresco de la Virgen de Fátima tallado en cedro de Nicaragua y cubierto con pan de oro que es considerado uno de los primeros en el Perú. El altar mayor fue reconstruido luego del terremoto que azotó Piura, en 1912, por el escultor español Julián Alagua y está inspirado en el estilo plateresco.


Otro templo católico importante es la iglesia San Francisco, construida por miembros de la Orden Franciscana en el siglo XVIII. En el atrio de esta iglesia, de altar con estilo neoclásico y bajo la bendición de los santos franciscanos, Piura juró su independencia el 4 de enero de 1821. Esta iglesia fue declarada monumento nacional en los años 1969 y 1980. Se encuentra localizada en la intersección de la calle Lima con Malecón Eguiguren N° 516.  


Entre las edificaciones civiles históricas destaca la Casa Museo Almirante Grau, donde nació y vivió parte de su vida el héroe del combate de Angamos en la Guerra del Pacífico. Es una de las construcciones de quincha y adobe mejor conservadas de finales de siglo XVIII. En su interior se puede apreciar el zaguán, así como amplias habitaciones y la huerta con la arquitectura de esa época. La vivienda se compone de seis salas permanentes y tres salas temporales.


Fue convertida en museo en 1978. Conserva tesoros familiares del héroe, así como fotografías, cartas, diplomas y documentos. Destacan también el huerto, la habitación de Miguel Grau, su cuna de recién nacido y la réplica del monitor Huáscar.


Además de la ciudad de Piura y su centro histórico, se puede visitar las localidades de Catacaos y Chulucanas, célebres por sus artesanías en fibras vegetales, alfarería y filigrana. La cerámica de Chulucanas trascendió y se convirtió en producto bandera. En la sierra piurana aún se conserva el tejido de telar de cintura con el que se elaboran alforjas y fajas principalmente. En el litoral, elaboran productos con algodón y recursos acuícolas. Tallados de madera dura y decorados con dichos populares, son otros productos atractivos para el visitante.


La costa de Piura es privilegiada en playas de ensueño como Colán, Cabo Blanco, Máncora, Lobitos, Los Órganos y Sechura, donde además de disfrutar del reconfortante descanso tomando sol y bañándose en su cálido mar, se puede practicar diversas actividades náuticas y avistar ballenas jorobadas en esta época del año. Para los amantes del ecoturismo existen áreas naturales como el Parque Nacional Cerros de Amotape, que cuenta con extraordinaria y singular biodiversidad.


La cocina piurana es una de las más sabrosas y variadas del Perú. Según los entendidos, el secreto de su éxito radica en la herencia culinaria ancestral, enriquecida con el mestizaje, así como la amplia gama de insumos, desde marinos y fluviales hasta campestres, que contribuyen en conjunto a generar una sazón que conquista paladares.


Entre los platos emblemáticos se encuentran el tradicional cebiche, la malarrabia, el sudado, el adobo, el seco de chabelo, el copus de chancho, la sopa de novios, el tamal verde, la cecina, los chifles, la natilla y la chicha, entre otros de irresistible sabor.

Ucayali


La selva central del Perú también celebra el carnaval y tiene en Ucayali a uno de sus mejores escenarios. La ciudad de Pucallpa se convierte en epicentro de esta fiesta en la que población y visitantes toman las calles con impresionantes pasacalles y bailes como la típica danza chimaichi, que representa el alborozo y la tradición de esta región amazónica. 


En Pucallpa, ciudad cuyo nombre significa "Tierra colorada", fundada hace 130 años y actual capital de la provincia de Coronel Portillo y de la región Ucayali, destacan su Plaza de Armas que cuenta con una pileta ornamental en el centro, esculturas en granito, arena y cemento, que representan las costumbres de los pobladores mestizos e indígenas. Allí se encuentra también un monumento en homenaje al coronel Pedro Portillo Silva, promotor del progreso en la Amazonía.


Asimismo, resalta la catedral, inaugurada en diciembre de 2006. Diseñada con estilo arquitectónico ojival neogótico, esta iglesia fue construida con madera y porcelanato de España. El campanario levantado en una torre de 34 metros de alto, cuenta con 3 campanas traídas de Italia. 


En la ciudad se puede visitar el museo Etnográfico y Natural, que lleva el nombre de William Cameron Townsend. Se aprecian muestras etnográficas, fotografías, artesanía original de los pueblos indígenas, entre otros. También se puede conocer el museo Agustín Rivas Vásquez, escultor reconocido por sus tallados en madera y raíces de renaco que representan a personajes míticos y étnicos de la flora y fauna silvestre. Destaca la cama tallada en aleta de “Huanganacasha” (madera dura), donde se aprecia a la familia del escultor tallada en alto relieve.


En la Plaza del Reloj Público destaca el monumento al héroe naval peruano Miguel Grau Seminario y un gran reloj que corona la torre de 25 metros, con trazos geométricos, que representa al pueblo indígena Yine. Construida entre 1950 y 1951, es la primera plaza que tuvo la ciudad. La torre cuenta con un mirador desde donde se aprecia el majestuoso río Ucayali.


La laguna de Yarinacocha es el atractivo natural más emblemático de Pucallpa. De aguas tibias y tranquilas, es un antiguo meandro del río Ucayali creado por el cambio de su curso. En temporada de lluvias, la laguna se une con el río Ucayali a través de canales. Esta unión le da una gran riqueza ictiológica y permite que sus aguas se renueven periódicamente. 


En la laguna se puede pescar, esquiar, nadar, remar, observar aves y delfines de agua dulce. En su principal embarcadero, ubicado en Puerto Callao, se pueden encontrar botes para visitar diferentes comunidades del pueblo indígena Shipibo, como las de 11 de Agosto, San Francisco y Santa Clara. Alrededor de la laguna existen hospedajes, albergues y restaurantes. Se puede disfrutar de la gastronomía típica, adquirir frutas de temporada y artesanía. En época de verano se puede visitar la playa “Restinga”. 

Estos son algunos de los destinos que se puede visitar y disfrutar aprovechando la celebración de los emblemáticos carnavales o a lo largo del año.

(FIN) LZD/MAO

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Publicado: 7/2/2020