El cambio en la voz, tos seca, dificultad para comer y dolor en el cuello son signos de alerta de cáncer de tiroides, advirtieron especialistas del Seguro Social de Salud (EsSalud), quienes señalaron que esta neoplasia maligna, que afecta más a mujeres que hombres, puede ser tratada exitosamente si se diagnostica tempranamente.
La doctora Susana Tara Brito, jefa del Departamento de Enfermedades Sistémicas del hospital Edgardo Rebagliati, explicó que la tiroides, ubicada en la base del cuello, es una glándula que produce, almacena y libera hormonas tiroideas que son importantes para muchas funciones corporales y regula el metabolismo humano.
Indicó que en esta glándula se pueden originar muchos tipos de tumores, siendo la mayoría de ellos benignos y los otros pueden ser cancerígenos, que se propagan a los tejidos cercanos y a otras partes del cuerpo.
Sostuvo que, por lo general, son las propias personas las que detectan esta anomalía revisándose o palpándose el cuello.
Detectar a tiempo
Tara Brito enfatizó que la única manera de saber si un nódulo es canceroso es con un examen que realiza el especialista. Anotó que la mayoría de los tipos de carcinomas tiroideos pueden tratarse exitosamente cuando se diagnostican en fase inicial.
Dijo también que el tratamiento para todas las formas de cáncer de tiroides es la cirugía, por lo que sugirió extraer toda la glándula o la mayor cantidad de tejido tiroideo que se pueda retirar de manera segura, para luego tomar de por vida hormona tiroidea.
Además, mencionó que existe el tratamiento complementario con yodo radiactivo. Este, cuando está bien indicado y en manos del especialista en medicina nuclear, es seguro y de buen pronóstico para los pacientes que presentan esta neoplasia maligna, pues no daña otros tejidos del cuerpo.
“La tiroides es la glándula más expuesta y sensible a la radiación externa. Por ello existe el consenso internacional de la yodación de la sal como una medida efectiva para evitarla y las medidas nacionales e internacionales de radioprotección”, refirió.
Por su parte, el director ejecutivo del Departamento de Cirugía en Cabeza y Cuello del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), José Gutiérrez Lazarte, advirtió que este mal puede no ser visible en su etapa inicial
“Si posees un cuello grueso puedes tener un tumor de dos centímetros y no notarlo. Puede crecer hacia adelante y hacerse visible, o hacia adentro y no apreciarse; ello dependerá de en qué parte de la tiroides se desarrolla el cáncer”, sostuvo el especialista.
Otras señales de alerta que también se presentan son: ronquera, dificultad para tragar, dificultad para respirar, dolor de garganta o de cuello, tos persistente que no es causada por un resfrío, añadió.
El factor de mayor riesgo es el antecedente familiar, sobre todo en parientes con primer grado de consanguinidad (padres y hermanos), por lo que el médico recomienda “realizarse un chequeo por lo menos cada dos años, a fin de efectuar el diagnóstico oportuno de la enfermedad y recibir el tratamiento”.
Cifras INEN
El cáncer de tiroides es la cuarta neoplasia maligna más común en mujeres reportada en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN), detrás de los cánceres de mama, de cuello uterino y de estómago.
Por otro lado, el galeno indicó que el cáncer de tiroides más común es el bien diferenciado que representa el 85 %, en tanto que el 15 % representa a otros tipos de cáncer de tiroides no tan comunes, tales como “el cáncer anaplásico, el linfoma, y otros, que como instituto hemos visto, pero con menor frecuencia”.
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(FIN) NDP/ART
GRM
Publicado: 24/9/2019