De esta manera, se convirtió en el primer tenista peruano entre los 16 mejores del Grand Slam de tierra batida desde Jaime Yzaga en 1994 y consigue su mejor participación en un Grand Slam.
Tras haber remontado dos sets en contra en sus dos primeros compromisos, Varillas volvió a demostrar una gran determinación frente a un rival de más peso, que buscaba sus segundos octavos consecutivos en París.
En un ambiente de fuego calentado por una ruidosa hinchada peruana que aclamó al nuevo héroe nacional, Varillas logro la victoria más importante de su carrera.
El 94 del ránking logró su tercera victoria contra un tenista del top-20 en toda su carrera, demostrando que está viviendo un momento dulce desde su aterrizaje en París.
Hasta ahora, solo Yzaga había jugado octavos de final en un Grand Slam. Lo hizo en cuatro ocasiones: en 1985 en Estados Unidos, en 1991 en Australia y en 1994 en París y, de nuevo en Estados Unidos. en Australia en 1991 superó esa ronda y tres años más tarde también en Estados Unidos.
Para Varillas esta era su segunda incursión en el cuadro final de París, donde ingresó por vez primera el año pasado tras siete intentos de acceder a través de la fase previa. Su actuación fue breve, ya que tras ganar los dos primeros sets contra el canadiense Felix Auger Aliassime acabó perdiendo en 5.
En el pasado Abierto de Australia entró por ránking, pero no superó el primer duelo contra el alemán Alexander Zverev, también a cinco sets.