Entre los ciudadanos extranjeros que contribuyeron al desarrollo científico en el Perú destaca el sabio italiano Antonio Raimondi, investigador experto en ciencias naturales, química y muchas otras materias científicas, quien llegó al Perú a mediados del siglo XIX. Al conmemorarse este año el bicentenario de su natalicio, conozcamos a este extraordinario personaje y su legado a nuestro país al que consideró siempre su segunda patria.
Biografía
Antonio Raimondi Dell’Acqua nació en la ciudad de Milán, Italia, el 19 de setiembre de 1824. Hijo de Enrique Raimondi y de Rebeca Dell’Acqua, desde niño sintió una gran inclinación por el estudio de las ciencias naturales y mostró afición por la lectura de libros de viajes, interesándose por el Perú y su naturaleza.
Llegó al Perú en 1850 y entró en contacto con Cayetano Heredia, el reformador de la enseñanza de la medicina en el Perú, quien le encargó la clasificación del gabinete de Física e Historia Natural de la facultad de Medicina.
Al año siguiente inicia su labor docente con el curso de Ciencias Naturales y, diez años más tarde, inauguró la cátedra de Química Analítica. En 1862 obtuvo el doctorado en Ciencias Naturales por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Entre 1851 y 1869 Raimondi viajó incansablemente por casi todo del territorio peruano. Su afán de conocer científicamente el país que adoptó como su segunda patria fue el tenor de su vida. Es así que fue acopiando información y formando colecciones de plantas, minerales, fósiles y animales de la costa, sierra y selva peruana.
Recorrió minuciosamente el territorio nacional realizando exploraciones a zonas desconocidas en su tiempo e, incluso, levantó un inventario de las riquezas minerales y de los monumentos arqueológicos del Perú. Complementó sus trabajos con las acuarelas y diseños que ilustraban sus notas.
En 1869 puso fin a sus viajes y decidió publicar todo cuanto había recopilado. Decidió ceder al Estado peruano las colecciones reunidas a lo largo de diecinueve años de incansable y apasionado trabajo científico.
Antonio Raimondi contrajo matrimonio con la huaracina Adela Loli, con quien tuvo tres hijos. La guerra del Pacífico interrumpió la publicación de las obras del sabio que había planeado ediciones por cada uno de los temas investigados. Durante la infausta confrontación bélica, Raimondi recibe el ofrecimiento de trasladarse fuera del Perú llevando sus colecciones científicas, pero en una demostración de amor hacia la patria que lo cobijaba y sufría los embates de la guerra, el sabio se negó a ello diciendo: “Son del Perú”.
Antonio Raimondi fue siempre muy reconocido por científicos y naturalistas. Prueba de ello es que se le dedicaron los nombres científicos de algunas especies animales. Por ejemplo, la colosal especie vegetal andina Puya raimondii, de la que fue codescubridor y a la que llamó inicialmente Pourretia gigantea. Asimismo, lleva su nombre el ave cortarrama peruano (Phytotoma raimondii).
Antonio Raimondi falleció en la ciudad de San Pedro de Lloc, en el departamento de La Libertad, el 26 de octubre de 1890, donde pasó sus últimos meses intentando recuperar su delicada salud.
Legado de Antonio Raimondi
Repasemos cuál fue el legado del sabio Antonio Raimondi al Perú en diversas materias científicas.
Botánica
El aporte más emblemático de Antonio Raimondi en este campo fue el descubrimiento de la famosa Puya Raimondi en el departamento de Áncash. Su hallazgo lo describió de la siguiente manera: “En la falda de los cerros, en la banda izquierda de la quebrada (de Cashapampa), se observan, en un terreno casi desnudo de vegetación, unas grandes matas con hojas espinosas en los bordes, en medio de las cuales se levanta un gigantesco tallo cubierto en casi toda su longitud de apiñadas espigas de flores.” (El Perú, Tomo I: p. 295).
En la actualidad, esta planta es ampliamente conocida en el mundo con el nombre de Puya Raimondi, como un merecido homenaje a la memoria de su descubridor.
Sin embargo, la obra de Raimondi como botánico es una de las más prolíficas y halló en el Perú el campo más apropiado para desarrollar estudios esta especialidad. El Museo Raimondi resalta que la exuberante diversidad de la flora peruana descubierta por el sabio italiano hizo posible que el número de especímenes conservados en su herbario supere los 20,000 ejemplares. A ello se suman 300 muestras correspondientes a frutos, cortezas, gomas, resinas y demás partes de la biología vegetal colectadas de plantas exóticas desconocidas para la ciencia de la época.
Su trabajo se resume en una de sus obras más importantes “Elementos de la Botánica aplicada a la Medicina y a la Industria”, publicada en 1857.
Zoología
Identificar, reconocer y analizar la fauna peruana fue una de las primeras tareas que realizó Antonio Raimondi al servicio del Estado peruano. El primer trabajo fue los depósitos de guano, la principal fuente de ingresos de Perú a mediados del siglo XIX.
Sus agudas observaciones y rigurosos análisis sobre esta materia le valieron ser reconocido como uno de los primeros en postular que esta gran riqueza era resultado de los desechos orgánicos de millones de aves que pueblan nuestro litoral. Las gigantescas acumulaciones de las islas Chincha, de más de cuarenta metros de altura, tuvieron su origen en miles de años de continua ocupación de gaviotas, piqueros, guanays, cormoranes, pingüinos y zarcillos.
Sus viajes por el Perú están llenos de anécdotas y observaciones sobre la conducta de los animales, desde los criterios que deben primar en la selección entre el caballo y el burro de acuerdo a las características de la ruta a seguir, crónicas sobre la astuta conducta de los zorros, la reacción de los camélidos a fin de evitar los rayos de las tormentas eléctricas, el constante acecho nocturno de los murciélagos o el descubrimiento de los “guacharos”, singulares aves nocturnas que pueblan las cavernas de la Tingo María.
Historia
Según el Museo Raimondi, el sabio italiano comprendió desde un inició que el estudio exhaustivo de la naturaleza del Perú requería remontarse al momento mismo de su descubrimiento, y a partir de ese instante a la sucesión de exploraciones que poco a poco develaron al mundo las riquezas de esta variada y privilegiada región.
Su obra “Historia de la Geografía del Perú”, la misma que fue publicada en los Tomos II y III de su obra “El Perú”, representó en su tiempo el compendio historiográfico más completo de la geografía de nuestro país.
En la primera parte del Tomo II Raimondi hace un interesante análisis de la impresión que causó en los conquistadores españoles este nuevo territorio, además de la cronología e itinerarios de sus viajes por los Andes. Las crónicas de la conquista de los más importantes autores conocidos en ese tiempo, como Zárate, Gomara, Cieza de León, Garcilaso, Herrera y otros, son comparados a la luz de sus propios conocimientos del Perú.
Este volumen también da cuenta de la importancia de la labor evangelizadora de la iglesia católica en el descubrimiento de nuevos territorios, especialmente del oriente peruano. Es el tiempo de los viajes por las cuencas de enormes y serpenteantes ríos amazónicos como el Pangoa, Tambo, Perene, Huallaga, Marañón, Napo y el impresionante Amazonas. Entre múltiples datos, son notables las reseñas sobre el descubrimiento de la nación de los Conibos, a orillas del río Ucayali o los resultados de las expediciones científicas más importantes del siglo XVIII.
Geología
Raimondi documentó los yacimientos de carbón mineral del litoral piurano, verificó el salitre de Tarapacá, recorrió las remotas provincias auríferas de Carabaya y Sandia, navegó los ríos Marañón, Ucayali y Amazonas, entre los orientales más importantes. Asimismo, levantó planos de ciudades como Cajamarca, Chachapoyas, Huancavelica o de notables monumentos arqueológicos como Huánuco Pampa o la Fortaleza de Paramonga.
Antonio Raimondi descubrió la impresionante estela de la civilización Chavín, escultura religiosa lítica que lleva su nombre en homenaje a su invaluable aporte científico al Perú.
Obras bibliográficas de Antonio Raimondi
1854: Informes sobre la existencia de guano en las islas de Chincha presentados por la Comisión nombrada por el gobierno peruano, con los planos levantados por la misma Comisión, Tipografía "El Heraldo", Lima
1857: Elementos de botánica aplicada a la medicina y a la industria en los cuales se trata especialmente de las plantas del Perú, Imp. Mariano Murga, Lima
1862: Apuntes sobre la provincia litoral de Loreto, Tipografía Nacional (Imp. Manuel D. Cortés), Lima
1864: Análisis de las aguas termales de Yura, aguas minerales de Jesús y aguas potables de Arequipa, Imp. Francisco Ibáñez, Arequipa
1873: El departamento de Ancash y sus riquezas minerales, Enrique Meiggs (Imp. "El Nacional" por Pedro Lira), Lima
1873: La manipulación del guano, Imprenta del Estado, Lima
1873: Manipulación del guano, Imp. "El Nacional", Lima
1874: Guano y salitre. Observaciones a la memoria del sr. d. Daniel Desmaison, La Opinión Nacional, Lima
1874: El Perú. Parte Preliminar (Tomo I), Imprenta del Estado, Lima
1875: Observaciones al dictamen de los señores Cisneros y García en la cuestión relativa al salitre, Imp. de "La Opinión Nacional", Lima
1876: El Perú. Historia de la Geografía del Perú (Tomo II), Imprenta del Estado, Lima
1878: Minerales del Perú o catálogo razonado de una colección que representa los principales tipos minerales de la República, con muestras de huano y restos de aves que lo han producido, Imprenta del Estado, Lima
1880: El Perú. Historia de la Geografía del Perú (Tomo III), Imprenta del Estado, Lima
1880: Apéndice al catálogo razonado de los minerales del Perú, Imp. Prince y Bux, Lima
1882: Aguas minerales del Perú, J. Galland y E. Henriod (Imp. C. Prince), Lima
1883: Minas de oro de Carabaya, Carlos Paz Soldán, Lima
1884: Aguas potables del Perú, F. Masías y Cía, Lima
1885: Memoria sobre el Cerro de Pasco y la montaña de Chanchamayo, Imp. de La Merced (Peter Bacigalupi y Cia.), Lima
1887: Minas de oro del Perú, Impr. y Libr. B. Gil, Lima
Mapas
1888: Mapa del Perú, Grabado e Imp. Erhard Frères, París
Publicaciones póstumas
1902: Estudios geológicos del camino entre Lima y Morococha y alrededores de esta hacienda, Impr. y Libr. de San Pedro, Lima
1929: El Perú. Itinerarios de viajes, Banco Italiano de Lima (Imp. Torres Aguirre), Lima
1942: Notas de Viaje para su obra "El Perú" (Primer Volumen), Ing. Alberto Jochamowitz (Imp. Torres Aguirre), Lima
1943: Notas de Viaje para su obra "El Perú" (Segundo Volumen), Ing. Alberto Jochamowitz (Imp. Torres Aguirre), Lima
1955: 50 láminas inéditas de iconografía vegetal, Asociación Educacional Italiana, Lima
1990: Epistolario de Antonio Raimondi, Asociación Educacional Antonio Raimondi, Lima
1991: Apreciaciones personales. Cartas a Miguel Colunga (1859-1868), Biblioteca Nacional del Perú, Lima
Traducciones
1878: Minéraux au Pérou. Catalogue raisonné d'une collection des principaux types minéraux de la République comprenant aussi des échantillons de guano et des derbis fossilisés des oiseaux qui l'ont produit, A. Chaix et Cie (Imp. Centrale des Chemins de Fer), París
Homenaje póstumo a Raimondi
En agradecimiento a su aporte a la ciencia y la cultura peruana, existe un busto de Antonio Raimondi que se exhibe en una plaza de Barranco, en Lima, esculpido en bronce por el artista italiano Agostino Lodovico Marazzani Visconti en 1904.
Desde el año 1930 funciona un colegio que, en su honor, los residentes italianos en el Perú lo denominaron Colegio Italiano Antonio Raimondi.
Antonio Raimondi tiene también bustos que recuerdan su legado en la Plaza Italia de la zona de Barrios Altos y en la Av. Arequipa, ambos en el Cercado de Lima. Calles y Plazas de diversas provincias del Perú llevan su nombre.
El Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos conserva parte de la colección de especímenes biológicos y geológicos, así como algunos objetos personales del sabio italiano.
El 16 de diciembre de 2010 el gobierno peruano colocó la primera piedra del Parque Ecológico de Lima que lleva el nombre de Antonio Raimondi y que, por su extensión de 8 mil 130,26 hectáreas en el distrito de Ancón, es el parque urbano más grande de América.
(FIN) LZD/MAO