La Contraloría General de la República emitió un informe de control concurrente sobre la nueva obra de infraestructura del Hospital Miguel Ángel Llerena, nivel III-1, ubicado en la región Ayacucho, identificando situaciones adversas que podrían ocasionar mayores plazos y costos al proyecto.
El proyecto comprende la construcción del nuevo Hospital Regional de Ayacucho, ubicado en el distrito Andrés Avelino Cáceres Dorregaray, provincia de Huamanga, en el marco del programa arquitectónico definido para un hospital de nivel III-1.
Esta obra, a cargo del Gobierno Regional de Ayacucho, con una ejecución financiera a la fecha de aproximadamente 447 millones de soles, incluye la ejecución de obra nueva de 35,346.81 metros cuadrados, así como la adquisición de 12,529 equipos biomédicos e implementación de mobiliarios médicos e informáticos.
De igual forma se encuentra publicado en la
página web a fin de transparentar a la ciudadanía sobre los avances y el acompañamiento de control a los proyectos y obras que se ejecutan en la región. Al documento se puede acceder
aquí.
Situaciones adversas identificadas
De acuerdo al
informe de Control Concurrente de la Contraloría, la recepción de la obra se encuentra condicionada a la
ejecución de prestaciones adicionales por un monto de 2 millones 835,280.17 soles (arquitectura, instalaciones eléctricas, mecánicas y comunicaciones) las mismas que aún no se han iniciado, imposibilitando el funcionamiento integral de la obra (equipamiento general y biomédico), lo que podría generar mayores costos al proyecto, mayores plazos en la recepción y un perjuicio social a la población beneficiaria.
Otra situación adversa tiene que ver con las deficiencias técnicas en la construcción del muro del concreto armado del auditorio y del muro de contención cercano a la sala velatorio, ponen en riesgo su calidad y la integridad física de los usuarios. Considerando que son elementos estructurales, la Contraloría sostiene que es necesario que el contratista y la supervisión realicen la evaluación técnica a fin de evaluar las causas y plantear la solución técnica apropiada para cada caso.
También se detectó que el cuaderno de obra no cuenta con las firmas del supervisor y residente de obra, generando el riesgo de adulteración. De la revisión del cuaderno de obras del periodo octubre 2017-abril 2018, se evidencia que un estimado del 30% de las páginas de los asientos no cuentan con las firmas del residente y supervisor de obra.
La acción concurrente se realizó con el objetivo de determinar si la obra ha sido culminada de acuerdo a los alcances del expediente técnico y si la conformación del Comité de Recepción de Obra y los plazos se ajustan a lo establecido en la Ley de Contrataciones del Estado, precisó la Contraloría.
La comisión de control concurrente, acreditada con oficio N° 00125-2018-CG/GPREP ante el titular de la entidad, continuará con el recojo de información y realizarán visitas en el lugar, con la finalidad de identificar posibles riesgos o situaciones adversas conforme a las atribuciones que enmarca la normativa, verificando el proceso de recepción de la obra, la puesta en funcionamiento y liquidación del proyecto.
El Control Concurrente es una nueva modalidad de control que constituye una intervención oportuna que busca advertir a las autoridades, funcionarios públicos y servidores la existencia de situaciones adversas o riesgos que podrían a futuro generar el incumplimiento de una norma, la afectación de las metas o de los recursos públicos.
(FIN) NDP/LZD/MAO