Enrique Galdos Rivas celebra sus más de seis décadas dedicadas a la pintura con una muestra en el Colegio de Ingenieros. Señala que aún no se le acaban los temas que quiere plasmar en un lienzo. Uno de ellos es la cultura Chavín.
Para Enrique Galdos Rivas, la vida es pintar. Lo hace desde más de seis décadas. Miembro de la generación del 50, conocida como la promoción de Oro de Bellas Artes, celebra su trayectoria con una muestra imperdible en el Colegio de Ingenieros.
“No seguí ningún ismo, solo el peruanismo”, bromeó en el programa De Cazuela de la Agencia de Noticias Andina, al momento de explicar su estilo.
El recorrido artista plástico mencionó que su interés es tan diverso que puede hacer tanto bodegones o desnudos, como cuadros más personales –su corriente principal, confiesa– que se inspira en nuestro pasado precolombino, pero con un peculiar acabado en los colores.
Orgullo y color
Una clave que da para entender su propuesta es su personalidad jovial.
“Mis pinturas se caracterizan por una exageración en el color. No lo hago por querer ser más, sino porque me nace. Soy una persona alegre, que le gusta el baile y el viaje. Eso se muestra en mi estilo”, aseveró.
Recordó que cuando empezó en su oficio era común que los artistas nacionales emularan a sus pares de otras latitudes, sin darse cuenta que muchos de estos se habían inspirado antes en las culturas del antiguo Perú.
Ahora, en su opinión, hay más orgullo por lo nuestro. Una forma de probarlo es que hoy los artistas locales se inspiran directamente de los vestigios de antiguas culturas, dice.
“Calidad tenemos, y hay mucho para trabajar”, subrayó. Galdos contó además que aún hay temas que le gustaría pintar. Uno de ellos es sobre el monolito de Chavín.
(FIN) ECG
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Publicado: 17/5/2018