La cumbre del ALBA se realiza en medio de la renuencia de Estados Unidos de invitar, como país anfitrión, a Cuba, Venezuela y Nicaragua a la cita de Los Ángeles, California.
Desde enero, Estados Unidos dice que el "compromiso" con la democracia sería el factor para decidir quien sería invitado a esa cumbre a realizarse del 6 al 10 de junio.
Washington ya dijo que no invitará a Maduro por no reconocerlo como el legítimo gobernante de Venezuela y que tampoco invitará al presidente de Nicaragua Daniel Ortega.
"Si quieren hacer una reunión de amigos, que la hagan, pero no pueden llamarla Cumbre de las Américas"", dijo el presidente de Bolivia Luis Arce a su llegada a la reunión.
En su intervención, Maduro fustigó al gobierno de Joe Biden por la "errática convocatoria" a la cumbre de Los Ángeles y agradeció la postura del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien ha asegurado que no irá a Los Ángeles si no se incluye a todas las naciones de la región.
Destacó las "voces firmes y valientes como la del presidente" mexicano "que se ha plantado al levantar la voz de la verdad, de la moral, de la dignidad de todo un continente", indicó el presidente venezolano, que se presentó enfundado en su clásico traje de cuello mao azul.
Durante una visita a La Habana, el 8 de mayo, López Obrador, ofreció insistir a su homólogo estadounidense que no excluyera a ninguna nación. Que "cada país decida libremente si asiste o no a dicho encuentro", dijo entonces en un discurso en la isla.
Bolivia, Honduras, Guatemala y los países del Caribe se sumaron a la postura de López Obrador de no ir a Los Ángeles si Cuba, Venezuela y Nicaragua eran excluidas, mientras que Argentina y Chile abogaron por la inclusión.
"Fiscalizador de la democracia"
Al inaugurar el encuentro, el presidente Miguel Díaz-Canel, dijo que "Estados Unidos persigue adoptar documentos y conceptos injerencistas" en Los Angeles, "sin tener en cuenta los criterios de todos y excluyendo a países que tienen mucho que aportar".
Subrayó que con la política de exclusión, Washington busca controlar al sistema interamericano e "imponer un poder fiscalizador de la democracia".
Pero "ni política, ni moralmente les corresponde tal derecho. Dicen ser promotores de la democracia (....) pero no son capaces de asegurar un espacio plural", sostuvo Díaz-Canel.
Estados Unidos "está viviendo un momento de esquizofrenia, pensando que pueden dominar el planeta entero", dijo el presidente de Nicaragua Daniel Ortega en un mensaje vía remota desde Managua, donde estuvo acompañado de su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo.
Por su parte, el presidente de Bolivia, Luis Arce, reiteró su negativa de acudir a la Cumbre de las Américas.
"Rechazamos enérgicamente la exclusión de pueblos hermanos y reitero mi decisión de no asistir", dijo, al expresar su preocupación porque la convocatoria de Washington "ignore la diversidad plena que lejos de hacernos débiles debería ser nuestra fortaleza como continente".
La cumbre del ALBA se realiza luego de que Díaz-Canel dijera el miércoles que "en ningún caso" asistiría a la cita de Los Ángeles.
El ALBA, un foro que nació en 2004 en respuesta al fallido proyecto de Washington para crear el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), está integrada por Cuba, Venezuela, Nicaragua, Bolivia, San Cristóbal y Nieves; Dominica, Antigua y Barbuda, Santa Lucía, San Vicente y Granadinas, y Granada.
Entre los asistentes estuvo el primer ministro de San Vicente y Granadinas, Ralph Gonsalves, quien al término del encuentro posó para la foto de familia con Díaz-Canel, Arce y Maduro que saludaron sonrientes y sin corbata haciendo la V de la victoria en las escaleras del Palacio de la Revolución.