Los dos heridos que dejó el huaico que cayó la semana pasada sobre Mirave, en Tacna, se vienen recuperando satisfactoriamente, aunque con secuelas aún, corporales y psicológicas, del drama que les tocó vivir por el desastre natural.
El caso del joven Yúmer Catacora Ninaraqui (19) es un verdadero milagro. Estuvo desaparecido tres días, fue encontrado a diez kilómetros de donde lo encontró el huaico, y todo ese tiempo sobrevivió aferrado a un árbol, y bebiendo sus propios orines para subsistir, hasta que fue encontrado el lunes pasado por unos agricultores que dieron la alerta a la Policía.
El joven está internado en la sala de emergencia del hospital Hipólito Unanue de Tacna, consciente y fuera de peligro, pero aún en observación porque quedan heridas por sanar.
Encontramos a su madre, doña Agripina Ninaraqui, afuera de la Sala de Emergencia, y nos contó que Yúmer presenta laceraciones y problemas para escuchar, pero que los médicos lo están tratando y los médicos le han dicho que la recuperación es positiva.
La familia no se recupera aún de la pérdida del padre, Mariano Catacora Huaca, de 60 años, también a consecuencia del huaico, pero debe lidiar aún con la salud de menor de los hermanos.
Ambos fueron sorprendidos por la avalancha cuando estaban en la chacra familiar, realizando labores agrícolas, los dos fueron arrastrados por la ola de lodo y piedra, y por días estuvieron desaparecidos. Lamentablemente al padre se le encontró muerto, pero el hijo seguía con vida.
Doña Agripina pide a las autoridades apoyo para encontrar trabajo, tanto para ella como para sus dos hijos mayores, ahora que han perdido al patriarca de la familia, y se han quedado sin tierra para sus cosechas.
A pesar de la tragedia, Yúmer mantiene la intención de seguir una carrera superior, por lo que apenas abandone el hospital, buscará postular a una universidad o instituto.
El ángel que va al cielo
El huaico de Mirave dejó dos muertos, el padre de Yúmar, y un niño de apenas cinco años, Josep López Sucari. Pero las víctimas pudieron ser cuatro, una madre gestante.
Eliana Sucari Fernández, gestante de siete meses y madre de Josep, estaba con él y su hija mayor Milagros, cuando las sorprendió el huaico, de inmediato la desesperación hizo que se aferrara como pudo a sus dos retoños, pero la fuerza de la naturaleza la superó. Ella fue arrastrada por un lado, y sus hijos por otro.
Josep fue el que corrió la peor parte. Su cuerpecito fue encontrado sin vida días después a la espalda del Polideportivo de Mirave.
A la mayorcita, Milagros, hizo honor a su nombre y no le pasó, pero la madre sí mostró heridos que obligaron a su traslado e internamiento en el hospital de EsSalud de Tacna.
Hoy fue dada de alta, felizmente sus siete meses de embarazo no han sufrido inconvenientes, pero en el alma y en corazón duelen más la ausencia del pequeño Josep.
Pudimos conversar con el padre de familia, Stalin López Fora, quien pide apoyo a la comunidad, para tener una morada donde vivir, un trabajo que le permita mantener a su familia, y una plaza escolar para la pequeña Milagros en Tacna, debido a que los colegios de Mirave están destruidos, y es poco probable que este 2019 haya año escolar.
En estos momentos ellos han sido instalados en la aldea infantil San Pedro de Tacna, donde cuentan con vivienda y alimentación por tiempo indefinido, a la espera de cómo evoluciona el embarazo de Eliana Sucari.
El director del albergue, Arturo Salazar, dijo que el gobierno regional brindará todo el apoyo necesario a la familia López Sucari, y se sumó al pedido del padre a fin de proporcionarle un trabajo y la atención médica que necesita la madre y el niño que está por llegar.
Nosotros vimos a la señora Eliana, pero no pudimos conversar con ella, en parte porque aún está convaleciente de las heridas que le dejó el huaico, pero sobre todo, porque le resulta doloroso recordar esos duros momentos cuando el barro y las piedras se llevaron a uno de sus hijos.
La aldea infantil San Pedro alberga a 53 menores de edad declarados en abandono, de cero a diez años 11 meses, la edad mínima en la que pueden permanecer en el local.
Su director señala que en este caso se ha hecho una excepción al albergar a toda la familia, debido al gobierno regional de ayudar a los damnificados de Mirave.
(FIN) EGZ/