Tener estrés y depresión podrían desencadenar enfermedades de la piel como el vitíligo y la psoriasis, advirtió la dermatóloga de EsSalud Giuliana Nieto.
Según la doctora Nieto, esta enfermedad puede tener como factores desencadenantes la ansiedad y el estrés emocional, y puede afectar tanto a niños como adultos y ancianos.
“En la mayoría de casos que atendemos, los pacientes relacionan la aparición del vitiligo con estrés, una preocupación constante, o un acontecimiento como una impresión fuerte”, acotó.
Esta afección puede ser localizada cuando se encuentra en una parte particular del cuerpo y es muchas veces confundida en estos casos con un hongo. También puede ser generalizada cuando ya se ha expandido a diversas zonas.
Existe además el llamado vitiligo estable, que es calificado de esta manera cuando después de dos años sigue segmentado y no se presenta un avance de este mal.
Según la especialista de EsSalud, al identificar la enfermedad, lo que se debe hacer en primer lugar es determinar si existe algún factor desencadenante como cambios hormonales, trastornos emocionales, estrés y luego iniciar el tratamiento adecuado para controlarlo. Cabe resaltar que hasta ahora no hay cura definitiva para el vitíligo.
Se puede tener en consideración la medicina complementaria con el uso de bergamota. Este pequeño fruto tiene forma similar a la de una pera. La sustancia que puede ser extraída incrementa la producción de melanina y puede resarcir parcialmente las consecuencias del vitíligo.
La dermatóloga Giuliana Nieto advirtió además que la ausencia de melanina podría ser un factor para que se desarrolle cáncer en la piel, al encontrarse ésta desprotegida.
(FIN) NDP/RRC